– Deberia ensayar con usted.

– Ya le he expuesto mi opinion al respecto. La cantinela no tiene ritmo, asi que no se puede bailar. Deberia dedicarse a la burocracia mezquina y olvidarse de la politica.

– Estoy convencida de que su opinion lo es todo para el.

– Exacto, le importa una mierda -reconocio Kovac-. Estoy seguro de que la suya le interesara mas si decide exponersela. Me ordenara que vaya a su despacho y me dira que haga mi trabajo a su manera si no quiero que me suspenda treinta dias sin sueldo. Y todo porque intento hacer algo decente por otro policia. La vida es una mierda, y hay dias peores que otros, pero ?que alternativa me queda? ?Ahorcarme?

El rostro de Savard se ensombrecio.

– Eso no tiene ninguna gracia, sargento.

– No era mi intencion que la tuviera. Sencillamente queria conseguir que volviera a recordar a Andy Fallon. Si quiere le enseno las fotos. -Saco una del bolsillo interior de la chaqueta y la sostuvo en alto como un mago en pleno juego de manos-. Agradable, ?verdad?

La teniente palidecio mortalmente y lo miro como si quisiera asestarle un punetazo.

– Guardela.

Kovac le dio la vuelta y la miro con el desapego de una persona que ha visto cientos de fotografias parecidas.

– Usted lo conocia, tenia relacion con el, siente su muerte… Pues imagine como se siente su padre.

– Guardela -repitio la teniente con voz ligerisimamente temblorosa-. Por favor.

Kovac volvio a guardarse la fotografia en el bolsillo.

– ?Le importa lo suficiente para ayudar a disipar las dudas de un padre?

– ?Duda Mike Fallon de que la muerte de Andy fuera un accidente? -quiso saber Savard.

– Mike tiene dudas acerca de quien era Andy.

La teniente se aparto de el en silencio como si reflexionara.

– Nadie conoce a nadie -dijo por fin-. La mayoria de la gente no se conoce a si misma siquiera.

Kovac la observo, intrigado por el repentino giro filosofico de su discurso. Savard habia adoptado una actitud mas reflexiva que defensiva.

– Yo se exactamente quien soy, teniente -aseguro.

– ?Y quien es usted, sargento Kovac?

– Soy exactamente lo que ve -repuso Sam, extendiendo los brazos-. Un poli de a pie que lleva trajes baratos de JC Penney, un estereotipo de los gordos. Engullo comida mala, bebo demasiado y fumo… aunque estoy intentando dejarlo, lo cual deberia concederme algunos puntos. No corro maratones, no hago tai chi ni compongo operas en mi tiempo libre. Si tengo una pregunta, la hago. A la gente no siempre le gusta, pero que les den por el… Disculpe, las palabrotas son otro vicio del que no logro desembarazarme. Ah, si, y tambien soy tozudo como una mula.

Savard enarco una ceja.

– Y a ver si lo adivino… Esta divorciado.

– Dos veces, pero eso no me impedira volver a intentarlo, porque bajo el traje barato late el corazon de un romantico irremisible.

– ?Acaso existe otro tipo de romantico?

Kovac decidio no responder; le parecia mas prudente.

– En fin, que quiero hacer esto por Mike -insistio-. Quiero averiguar mas cosas acerca de su hijo, componer una imagen que le permita seguir viviendo. ?Me ayudara?

Savard medito unos instantes, digirio las palabras de Sam, las disecciono y sopeso los pros y los contras.

– Andy Fallon era un buen investigador. Siempre trabajaba duro… a veces demasiado.

– ?A que se refiere?

– Pues a que el trabajo lo era todo para el. Trabajaba demasiado duro y se tomaba los fracasos demasiado a pecho.

– ?Habia tenido algun fracaso en los ultimos tiempos? ?El caso Curtis, por ejemplo?

– El asesino del agente Curtis esta en la carcel a la espera de que se cumpla la sentencia.

– Renaldo Verma.

– Si sabe eso, deberia saber tambien que en el departamento no hay ningun caso abierto sobre la muerte de Eric Curtis.

– Ya, puesto que el investigador ha muerto.

– El caso murio antes que Andy.

– ?Se habia quejado Eric de que lo acosaban en el trabajo?

Savard callo.

– Mire -espeto Kovac, empezando a perder la paciencia-, si lo prefiere puedo acudir al enlace de los agentes gays y lesbianas. Sin duda, Curtis habria recurrido a ellos antes que a Asuntos Internos. Pero despues de visitarlos, volvere aqui, y no creo que eso le apetezca mucho, teniente.

– Si -asintio Savard al cabo de unos instantes-. El agente Curtis presento una queja algun tiempo antes de su muerte, y a raiz de ello, Asuntos Internos se intereso hasta cierto punto por su muerte. Sin embargo, todas las pruebas apuntaban a Verma, y el caso acabo en trato.

– ?Y los nombres de los policias a los que acuso?

– Eso es informacion confidencial.

– Puedo hacer averiguaciones.

– Haga todas las averiguaciones que quiera -replico Savard-, pero no aqui. El caso esta cerrado, y no tengo motivo alguno para volver a abrirlo.

– ?Por que estaba Fallon tan alterado si el asesino esta en la carcel?

– No lo se. Andy lo habia pasado mal el ultimo mes, y solo el sabia de que se trataba. No me lo conto, y no quise insistir. Nadie puede pretender conocer el corazon de otra persona. Existen demasiadas barreras.

– Yo creo que si se puede.

Kovac la miro en un intento de traspasar sus barreras, pero tuvo que reconocer que fue en vano. Las paredes eran gruesas; las mujeres no llegaban a una posicion como la suya mostrando sus debilidades.

– Sencillamente, hay que estar dispuesto a separar la paja del grano -prosiguio-. Yo me paso la vida haciendolo.

La teniente guardo silencio, si bien Kovac estaba convencido de que tenia mucho que decir, de que las palabras se acumulaban en su interior como el agua tras el dique. Percibia la tension de su cuerpo, pero al final se aparto de el.

– Pues vaya a separar la paja del grano a otra parte, sargento Kovac.

Dicho aquello, abrio la puerta, dejando al descubierto la recepcion.

– Le he dicho todo lo que estoy dispuesta a decir.

Kovac se tomo su tiempo para caminar hasta la puerta. Al llegar a la altura de Amanda Savard, se detuvo, irrumpiendo un poco en su espacio, lo bastante cerca para percibir la sutil fragancia de su perfume, lo bastante cerca para ver el pulso que le latia en la base del cuello, lo bastante cerca para sentir un zumbido electrico bajo la piel.

– ?Sabe una cosa? No me lo creo, teniente -musito-. Gracias por dedicarme su tiempo.

Capitulo 10

Renaldo Verma era una especie de rata grasienta de constitucion pequena y nervuda, y la expresion quemada de un adicto al crack, cosa que habia sido durante muchos anos. Costaba imaginarlo reduciendo a alguien, sobre todo a un agente de policia, pero se habia declarado culpable de asesinato en segundo grado por propinar una paliza mortal a un hombre con un bate de beisbol. En sus antecedentes habia desde solicitud de servicios sexuales hasta cargos por trafico de drogas, desde robo hasta atraco, y el asalto y el asesinato eran las dos

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