– Olvidalo. Al fin y al cabo, ?para que estan las amigas?

Capitulo 19

Liz no lo olvido. No olvido aquel acto, como tampoco olvido los que se sucedieron en las semanas siguientes. Cada vez que tenia algun problema con chicas como Bebe o Missy, Glory aparecia de repente para ayudarla.

Obviamente habia decidido tomarla a su cuidado, aunque no entendia por que. Era una recien llegada y una pobretona, mientras que Glory poseia belleza, elegancia y mucho dinero. Tenia fama de ser fria y de no perder la compostura nunca, ni siquiera ante la dura mirada de la hermana Marguerite. Muchas chicas murmuraban cosas horribles a sus espaldas, pero todas ellas la envidiaban, incluida Liz.

Pero tambien envidiaba su atractivo. Era la chica mas bella de toda la academia; de hecho, la mas guapa que hubiera visto en su vida. Resultaba muy femenina y extremadamente atrayente. A veces, cuando la veia, se preguntaba que se sentiria al ser atractiva, rica, valiente, y por si fuera poco tambien inteligente.

Liz se apoyo en el mostrador de la secretaria, haciendo caso omiso al ruido que la rodeaba. Una de las condiciones de su beca era que debia trabajar cinco horas a la semana en la secretaria de la academia. En general, la secretaria le encargaba que hiciera fotocopias o trabajos menores, pero aquel dia estaba enferma y no tenia nada que hacer.

Liz suspiro al pensar en su propia familia y compararla con la de Glory. Su padre era un simple obrero que bebia demasiado; por desgracia, el abuso del alcohol embrutecia al normalmente afable Mike Sweeney. En cuanto a su madre, era una fanatica religiosa que creia que el uso de metodos anticonceptivos era un pecado; trabajaba limpiando casas y se pasaba la vida embarazada.

Liz era la mayor de los siete hermanos, y gran parte de las cargas familiares habian caido sobre sus hombros. Tal vez por ello decidio a una edad muy temprana que no viviria como sus padres. En cuanto tuviera la oportunidad, escaparia de aquella situacion.

Desde el principio habia comprendido que su unica opcion era conseguir una beca para alejarse de alli, y cuando la academia se la ofrecio no lo penso dos veces. Era una gran oportunidad.

Su padre se habia opuesto de inmediato. La academia Inmaculada Concepcion era un colegio de ninas ricas, y Mike Sweeney sabia muy bien como eran los ricos. No dejaba de repetir que los dominaba el egoismo y que carecian de honestidad alguna. Liz pensaba entonces que su padre exageraba, pero de todas formas le prometio que tendria mucho cuidado.

Un mes despues de empezar los estudios comprendio que su padre estaba en lo cierto. Pero por suerte habia conocido a Glory, toda una excepcion.

– ?Liz?

Liz levanto la mirada. La senora Reece, una de las profesoras, se encontraba al otro lado del mostrador. Automaticamente se ruborizo. No le agradaba que la descubrieran perdida en sus ensonaciones.

– Hola, senora Reece. ?En que puedo servirla?

La mujer sonrio.

– Parecias estar a kilometros de aqui…

– Lo siento. No volvera a suceder.

– No te preocupes, no dire nada. ?Podrias hacerme unas fotocopias?

– Por supuesto.

Liz tomo la carpeta que llevaba la profesora y se dirigio a la fotocopiadora. Estaba a punto de terminar el trabajo cuando la maquina se quedo sin papel. Se inclino para sacar un paquete del armario que habia bajo el mostrador, y en aquel instante oyo la voz de Bebe.

– Se lo adverti -estaba diciendo-. Le prometi que me vengaria. Y ahora ha llegado el momento.

Obviamente, se referia a Glory.

– No lo se -dijo Missy-. ?Que pasaria si descubre que has sido tu?

– ?A quien le importa? ?Que podria hacer? No tengo nada que ocultar, a diferencia suya -rio-. Ademas, todas la hemos Visto escapandose de clase. ?Como va a saber quien podria denunciarla?

Las chicas entraron en el despacho de la hermana Marguerite, la directora del colegio. Resultaba evidente que iban a denunciar a Glory por escaparse de clase.

Liz se levanto y se dirigio a la biblioteca. Era uno de los lugares menos frecuentados de la academia, pero sin duda alguna el favorito de Glory. Esperaba que se encontrara alli, y acerto.

– Glory, tienes que salir de aqui ahora mismo… Tienes que volver a clase.

Glory sonrio, pero no se movio del sitio.

– ?Que sucede?

– Acabo de oir una conversacion de Bebe y de Missy. Bebe va a denunciarte por escaparte de clase. Ahora mismo esta en el despacho de la directora.

– ?Y que?

– ?Es que no te importa? Puede aparecer en cualquier momento. ?Podrian echarte! Y por favor, apaga ese cigarrillo. Si la hermana Marguerite te descubre fumando…

– No me expulsaran. Mi familia es demasiado rica y demasiado importante. Anda, ven conmigo. Voy a lavarme las manos.

De todas formas, Glory apago el cigarrillo y se levanto. Liz la siguio, algo sorprendida por su actitud.

– ?Pero que hay de tus padres? ?No te importa que puedan preocuparse?

– Tendrias que conocerlos.

– ?Que quieres decir? ?Que no se preocupan por ti?

– Al contrario -rio con amargura-. Mi madre no me quita la vista de encima, y todo lo que hago le parece mal. Siempre ha sido asi. De hecho, esta convencida de que soy el diablo en persona.

– No puedo creerlo.

– Creelo. Pero no me importa.

Glory saco una barra de labios del bolso y se pinto los labios. Liz la observo. Su amiga pretendia hacerse la dura, pero esta vez no la enganaba.

– Desde luego, eres la persona mas encantadora y valiente que he conocido en toda mi vida.

– ?Yo? ?Encantadora y valiente? -rio Glory-. Mi madre no opinaria lo mismo.

– Pues es cierto. Me has ayudado mucho, y no tenias por que hacerlo. Maldita sea, ni siquiera me conocias.., eres la unica chica de todo el colegio que me trata con respeto, aunque eso te cree enemigas.

– ?A quien le importa?

– ?Lo ves? No te preocupa lo que piensen los demas.

– No, claro que no. Entre otras cosas no me gusta su comportamiento, y no son amigas mias.

– ?Y donde estan tus amigas? -pregunto, aunque se arrepintio de inmediato-. Lo que quiero decir es que… Lo siento, no pretendia…

– Olvidalo -dijo con dureza-. Tienes razon, no tengo amigas. Siempre ha sido asi, y tampoco me importa.

– ?De verdad?

– Si. ?Te molesta?

– No, claro que no, es que… En fin, tengo que regresar a la secretaria.

Glory toco su brazo y dijo:

– Espera, no queria ser tan insoportable contigo. ?Que ibas a decir?

Liz se ruborizo.

– No pretendia criticarte. Solo queria ser tu amiga. Me gustas, Glory.

Glory la miro en silencio durante unos segundos. Despues, se aclaro la garganta y aparto la mirada.

Liz bajo la cabeza, avergonzada por lo que acababa de decir. Pensaba que Glory se reiria de ella. A punto de llorar, decidio marcharse antes de humillarse mas aun. Pero cuando estaba a punto de llegar a la puerta, su amiga la detuvo.

– Espera, Liz. ?Quieres saber la verdad? Tu eres la valiente, no yo. Nunca he tenido que soportar los insultos de las otras chicas. Siempre he contado con el apoyo de mi familia y de su dinero, y no tengo ni la mitad de

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