cabeza se movio en un gesto de asentimiento.
– Si… -titubeo-. Montalo creia que, si un texto eidetico cualquiera evoca en
– Esto ultimo no lo he cogido -dije.
– Es una consecuencia derivada de lo anterior: si todos encontramos la misma idea en una obra eidetica, las Ideas existen, y si las Ideas existen, el mundo es racional, tal como Platon y la mayoria de los antiguos griegos lo concebian; y un mundo racional, hecho a medida de nuestros pensamientos e ideales, ?que es sino un mundo bueno, hermoso y justo?
– Por lo tanto -murmure, asombrado-, para Montalo, un texto eidetico era poco menos que… la clave de la existencia.
– Algo asi -Aristides lanzo un breve suspiro y se contemplo las pulcras unitas de sus dedos-. Excuso decirte que nunca encontro la prueba que buscaba. Quizas esta frustracion fue la principal responsable de su enfermedad…
– ?Enfermedad?
Levanto una ceja con curiosa destreza.
– Montalo se volvio loco. Sus ultimos anos de vida los paso encerrado en su casa. Todos sabiamos que estaba enfermo y que no aceptaba visitas, asi que lo dejamos declinar en paz. Y un dia, su cuerpo aparecio devorado por las alimanas… en el bosque de los alrededores… Seguramente habia estado vagando sin rumbo fijo, durante uno de sus accesos de locura, y al final se desmayo y… -su voz fue extinguiendose poco a poco, como si con aquel tono quisiera representar (?eideticamente?) el triste final de su amigo. Por ultimo, concluyo con una sola frase, en el limite de la audicion humana-: Que muerte mas horrible…
– ?Sus brazos se hallaban ilesos? -pregunte, estupidamente.
[48] «Sucio, plagado de correcciones y manchas, frases ilegibles o corruptas», afirma Montalo acerca del papiro del sexto capitulo.
[49] «Las frases parecen perseguir adrede la vulgaridad. La prosa ha perdido el lirismo de los capitulos previos: ha aparecido la satira, la vacua burla de la comedia, la mordacidad, la repugnancia. El estilo es como un residuo del original, un desperdicio arrojado a este capitulo», afirma Montalo, y participo por completo de su opinion. Anadiria que las imagenes de «suciedad» y «escombros» parecen presagiar que el Trabajo oculto es el de los Establos de Augias, donde el heroe debe limpiar de excrementos las cuadras del rey de la Elide. Es, mas o menos, lo que ha tenido que hacer Montalo: «He limpiado el texto de frases corruptas y pulido algunas expresiones; el resultado no resplandece, pero, al menos, resulta mas higienico».
[50] Laguna textual a partir de aqui. Segun Montalo: «Se han borrado treinta lineas completas debido a una enorme mancha color marron oscuro, eliptica, inesperada. ?Que lastima! ?El discurso de Trisipo perdido para la posteridad!…».
Vuelvo a mi escritorio despues de un incidente curioso: estaba redactando esta nota cuando percibi un extrano movimiento en el jardin de mi casa. Hace buen tiempo, y habia dejado la ventana abierta: me agrada, aunque sea de noche, distinguir la hilera de manzanos pequenos que constituye el limite de mi modesta propiedad. Como quiera que el vecino mas proximo se halla a un tiro de piedra a partir de esos arboles, no estoy acostumbrado a que la gente me moleste, y menos a altas horas de la madrugada. Pues bien: me hallaba enfrascado en las palabras de Montalo cuando adverti una sombra de reojo, una confusa figura desplazandose entre los manzanos, como si buscara el mejor angulo para espiarme. Ni que decir tiene que me levante y fui hacia la ventana; en aquel momento observe que alguien echaba a correr desde los arboles de la derecha; le grite en vano que se detuviera; no se quien era, apenas vi una silueta. Regrese al trabajo con cierta aprension, ya que, como vivo solo, constituyo un buen bocado para el apetito de los ladrones. Ahora la ventana esta cerrada. En fin, probablemente no tiene importancia. Continuo la traduccion a partir de la siguiente linea legible: «Yo creia conocer a mi hijo»…
[51] Yo podria ayudarte, Heracles, pero ?como decirte todo lo que se? ?Como vas a saber, por muy listo que seas, que esto no es una pista
[52] Interrumpo la traduccion pero sigo escribiendo: de este modo, suceda lo que suceda, dejare constancia de mi situacion. En pocas palabras:
Acabo de regresar de mi exploracion particular: no habia nadie, ni he notado nada fuera de lo comun. No creo que me hayan robado. La puerta principal no ha sido forzada. Es verdad que la puerta de la cocina, que da a un patio exterior, estaba abierta, pero quiza la deje asi yo mismo, no lo recuerdo. Lo cierto es que explore todos los rincones. Distingui las formas familiares de mis muebles en la oscuridad (pues no quise brindarle a mi visitante la oportunidad de saber donde me encontraba, y no use ninguna luz). Fui al zaguan y a la cocina, a la biblioteca y al dormitorio. Pregunte varias veces: -?Hay alguien aqui?
Despues, mas tranquilo, encendi algunas luces y comprobe lo que acabo de referir: que todo parece haber sido una falsa alarma. Ahora, sentado en mi escritorio otra vez, mi corazon se tranquiliza paulatinamente. Pienso: un simple azar. Pero tambien pienso: anoche
Pienso ahora en Montalo. Hice mas averiguaciones en los ultimos dias. En resumen, puede decirse que su exacerbada soledad no era tan extrana: a mi me ocurre lo mismo. Ambos escogimos el campo para vivir, y casas amplias, cuadriculadas por patios interiores y exteriores, como las antiguas mansiones griegas de los ricos de Olinto o Trecen. Y ambos nos hemos dedicado a la pasion de traducir los textos que la Helade nos lego. No hemos disfrutado (o sufrido) el amor de una mujer, no hemos tenido hijos, y nuestros amigos (Aristides, por ejemplo, en su caso; Helena -con obvias diferencias- en el mio) han sido sobre todo companeros de profesion. Surgen algunas