literatura no podia limitarse a esos cantos populares renovados, publicados pagina tras pagina en los periodicos y revistas, que alababan a los personajes y los hechos positivos y el «Gran salto adelante». [11] Hablo de novelas de Gladkov y de Ehrenburg, tambien de las obras de teatro de Maiakovski y de Brecht. En aquella epoca, lo ignoraba todo sobre las purgas stalinistas y El deshielo de Ehrenburg, tampoco sabia que habian fusilado a Meyerhold hacia mucho tiempo.

– Me siento muy lejos de esa literatura -dijo Luo-. No se en que punto se encuentra la literatura. Ahora me paso los dias vendiendo, y por la noche, despues de recoger los puestos, hago las cuentas. A veces leo un poco, sobre cosas que se apartan de la realidad, pero solo para distraerme. Tampoco se donde esta esa nueva vida de la que todo el mundo habla. El entusiasmo que tenia en la escuela desaparecio desde hace tiempo; ahora prefiero divertirme con las chicas.

Encontrar a Luo en esa decadencia le afecto todavia mas que la evocacion de su putilla. Le explico que todavia no habia estado con ninguna mujer, y entonces fue Luo el que se quedo perplejo. Luo era unos anos mayor que el y solto un comentario indulgente al respecto.

– ?Te has convertido en una rata de biblioteca!

Sus palabras no contenian ningun sentimiento de envidia por su situacion aparentemente superior.

– Te voy a presentar a una chica. Se llama Wuzi. Podras tocarla. No tendras ningun problema con ella.

Luo le explico que se trataba de una chica muy liberal, un poco putilla. Era la segunda vez que Luo utilizaba ese calificativo para referirse a una chica.

– La voy a buscar ahora -dijo-. Toca muy bien la guitarra y no es tan presuntuosa como esas estudiantes que se creen que son especiales.

Era obvio que tenia ganas de conocer a esa chica. Luo salio en su busca. El se quedo mirando los poemas de amor de Luo. Algunos eran muy crudos. Creyo que aquellas odas al amor eran muy superiores a las de Guo Moruo en Las diosas. Dejandose llevar por sus sentimientos, estaba llegando a la conclusion de que Luo era un autentico poeta, pero tambien pensaba que, en efecto, nunca podria publicar aquellos poemas, lo que lamentaba profundamente por su amigo.

Cuando Luo regreso algo mas tarde, se volvio y le dijo:

– ?Esto es poesia!

– Bueno, solo escribo para mi -dijo Luo riendo con cierta amargura.

Wuzi llego. Llevaba zuecos y un vestido corto de cuello redondo, sin mangas, adornado con bordados. A pesar de sus quince anos, tenia el pecho muy desarrollado y parecia una chica mayor. Antes de entrar en la habitacion, la joven se quedo en la entrada, apoyada en el marco de la puerta.

– El tambien escribe poemas -dijo Luo para presentarlos.

En realidad, Luo no habia leido nunca sus poemas, pero seguramente era la mejor presentacion que podia hacer de el. Ademas, eso significaba que la joven tambien habia leido los poemas galantes de Luo y que aquella forma de presentarlo era una clara alusion a ellos. Wuzi sonrio esbozando una pequena mueca, luego entreabrio unos labios carnosos; nunca antes habia visto a una chica con unos labios parecidos. Cerro el cuaderno y se puso a hablar de otra cosa con Luo; se sentia todavia mas incomodo que la muchacha.

Luo saco de detras de la puerta una vieja guitarra desconchada y dijo a la chica:

– Cantanos algo, Wuzi.

Al fin consiguio que la situacion quedara mas distendida. La joven tomo el instrumento y pregunto:

– ?Que quieres que cante?

– Lo que quieras. ?Que te parece «Bajo el acerolo»?

Era una cancion popular rusa que estaba muy de moda entre los estudiantes, antes de que fuera reemplazada por los cantos de gloria de la nueva sociedad, el Partido y el Lider.

Con la cabeza gacha, Wuzi afino la guitarra y saco de ella sonidos melancolicos y muy dulces. Ella parecia estar en otra cosa, como si no estuviera escuchando lo que tocaba. Cuando levanto la cabeza hacia ellos, el se sintio perdido. En un rincon de la habitacion, un grillo cantaba dulcemente cerca de la estufa, y por la ventana, el sol resplandeciente hacia subir bocanadas de calor. La muchacha toco un tema y luego dijo a Luo que ese dia no tenia ganas de cantar. Luego lo miro brevemente; pero era como si fijara un punto que estuviera situado por encima de su cabeza.

– ?Pues no cantes si no tienes ganas! -dijo Luo-. ?Vamos al cine esta noche!

La joven solo sonrio. Luego, dejo la guitarra cerca de la puerta y paso a la sala, donde volvio la cabeza y dijo:

– Tengo muchas cosas que hacer en casa.

Se fue.

– Es mentira. No la creas -dijo Luo-. Realmente no sabes tratar a las chicas. ?No tenias ganas de quedar con ella?

Permanecio en silencio. Segun Luo, de todas formas, no habia futuro. Los de su grupo de amigos, todos hundidos en la miseria, iban a menudo con aquellas chicas a pasear, cantar y tocar musica. Algunas veces, por la noche, iban a banarse a un lago a las afueras de la ciudad, o soltaban, a hurtadillas, algun pequeno barco y se ponian a robar capsulas de loto en medio del lago. Wuzi los acompanaba. Por la noche, dentro del agua, todos le metian mano, ella no decia nada, era una chica que aceptaba perfectamente esas cosas. Por lo visto, a Luo le gustaba un poco; pero tambien decia que habia una chica que le gustaba de verdad. Crecieron juntos; ella entro en un grupo de cantantes y bailarines del ejercito y no podia casarse con un tipo como el, vendedor de mercado. Sin embargo, durante el invierno del ano anterior se quedo embarazada. Para poder abortar, necesitaba un certificado de matrimonio y un carne de trabajo; era imposible conseguirlos. Ademas, la joven pertenecia al ejercito, y, para casarse, necesitaba la autorizacion de sus superiores. Si aquel asunto se aireaba, no solo la echarian del ejercito, ademas, se quedaria sin trabajo. Lo acabaria odiando por eso. En cuanto a el, su pequeno puesto dependia de la cooperativa y solo conseguia un pequeno salario que apenas le permitia comer; no hubiera podido cubrir las necesidades de una mujer y de un nino. Por suerte, uno de sus tios era medico en una cabeza de distrito y le puso en contacto con el hospital del lugar. Llevo a la chica y pudo abortar diciendo que estaba casada.

– La lleve un domingo por la manana, a primera hora. Ella debia volver aquel mismo dia con su grupo antes de las diez de la noche; pasaban lista todas las noches, cosas del reglamento militar. Tuvimos que cambiar de autobus. Ante la estacion de autobuses, cuando esperabamos el segundo, llovia y empezo a oscurecer. No pasaba ni un alma por la carretera. Me dijo que todavia le estaba saliendo sangre. La estreche entre mis brazos y no pudimos contener las lagrimas. Asi nos separamos. ?Eso se puede escribir? ?Donde esta esa nueva vida?

Luo explico que le habia sido imposible huir de la decadencia. Durante los dos anos en que trabajo de pescador, fue de mujer en mujer, ya que en aquel pueblo de pescadores de la isla en que vivia nunca se sabia cuando regresarian los hombres que salian al mar. A Luo, un joven fresco, recien salido de la escuela, no le faltaban las ocasiones. Todo empezo alli. Nada era romantico. Lo unico que sabia era que, despues de divertirse con ellas, se sentia hastiado. Sin embargo no consiguio tener ningun amigo. Por eso, prefirio volver a vender en el mercado.

– ?Como se te ocurrio hacerte pescador?

– No tuve eleccion, tenia que encontrar algo. En aquella epoca, pensaba entrar como tu en una universidad importante para estudiar literatura. ?Has olvidado que suspendi los examenes?

– Eras el mejor del curso, un poeta reconocido por todos tus companeros. Nadie imagino que pudieras suspender.

– ?Que le den por el culo a la poesia! -dijo Luo-. El ano de las pruebas de acceso a la universidad, justo antes del movimiento antiderechista, [12] dijeron que estaban a favor de la libre expresion, ?no? Una revista provincial nos invito a un encuentro de jovenes escritores para que expresaramos nuestra opinion libremente. Yo tome la palabra junto a otros jovenes autores. Tan solo dijimos que la eleccion de los temas era demasiado estricta, que la poesia era la poesia y no se podia dividir segun el tema: industria, agricultura, vida de la juventud… Publicaron mis peores poemas y cortaron los mejores. Solo dije eso. Unos dias despues, llego un informe a la escuela. El director de la seccion de instruccion vino a verme. Entonces me di cuenta de que habia metido la pata. No se que les ocurrio a mis companeros, yo era el mas joven, el que menos hablo, y ahora puedo trabajar en un mercado.

Tras esta conversacion, fue a comprar tres entradas para el cine y espero ante el local a que empezara la sesion. Wuzi llego sin aliento y le dijo que Luo habia tenido que quedarse trabajando para cubrir el turno de noche

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