– No tengo ganas de hablar de eso, no quiero hablar de mi.

– Margarita, si quieres que nos comprendamos, que no haya solo sexo entre nosotros, como has dicho, es mejor que hablemos tambien de ti -dices en tono de reproche.

Ella permanece durante un instante en silencio, luego responde:

– Fue un dia de invierno, el cielo estaba cubierto de nubes… En Venecia no siempre brilla el sol. Las calles estaban vacias. -Su voz parece venir de muy lejos-. Desde la ventana, una ventana bastante baja, se veia el mar, que estaba tan gris como el cielo. Normalmente, sentada desde el antepecho, podia ver las cupulas de la basilica…

Ella mira a traves del ventanal las luces que centellean en la superficie del mar, totalmente negro.

– ?Se veian las cupulas? -le preguntas con sorpresa.

– No aquel dia. Aquel dia solo se veia el cielo gris. Bajo la ventana, en el suelo frio de su taller, el pintor me violo.

Te sobresaltas.

– ?Te parece una imagen excitante? -te pregunta con sarcasmo.

Te mira fijamente detras del vaso de alcohol que tiene en la mano. Su mirada se mezcla con el liquido.

– Claro que no.

Dices que solo quieres saber si sentia algo por el pintor, antes o despues de que sucediera aquello.

– No entendia nada de nada en aquella epoca. Ni siquiera sabia lo que estaba haciendo conmigo. Solo recuerdo que miraba el cielo gris y que el suelo estaba muy frio, a pesar del hornillo electrico que habia en la habitacion. Tarde dos anos en entender lo que ocurrio, cuando note los cambios del cuerpo que me convirtieron en una mujer. Por eso odio este cuerpo.

– ?Volviste alguna vez a ese taller en esos dos anos? -preguntas.

– Ya no me acuerdo. AI principio tenia mucho miedo, pero se me han olvidado esos dos anos. De todos modos, no fue la unica vez. Cada vez que lo hacia, tenia miedo, miedo a que se supiera. El siempre queria que yo fuera a su taller. No me atrevia a contarle nada a mi madre, estaba enferma. En aquella epoca eramos muy pobres. Mis padres se habian separado. Yo no queria quedarme en casa. Mi padre habia vuelto a Alemania. Al principio, fui con otra amiga de mi edad a ver como pintaba. Nos dijo que nos ensenaria a pintar…

– Continua.

Esperas, la miras como gira su vaso, el liquido deja distintas marcas en el cristal.

– No me mires asi. No voy a poder contartelo todo. Tan solo quiero entender. No lo veo claro. No se por que volvi a ese taller…

– Quiza porque te dijo que queria ensenarte a pintar -le sugieres tu.

– No. Dijo que queria dibujarme, que era muy flexible y delgada. Todavia estaba creciendo. Hacia que me moviera y decia que mi cuerpo era muy bonito. No tenia estos pechos que tengo ahora. Tenia muchas ganas de hacerme un cuadro.

– ?Quieres decir que aceptaste?

Intentas saber que paso.

– No…

– Lo que te pregunto es si aceptaste hacer de modelo, posar para el. No estoy hablando de la violacion -le explicas.

– No, yo nunca le dije que si; pero el siempre me quitaba la ropa.

– ?Antes o despues?

Quieres saber si antes de la violacion acepto hacer de modelo, te refieres a mostrar su cuerpo desnudo.

– ?Fue asi durante dos anos! -dice con gravedad antes de beber otro trago.

– ?Como fue? -preguntas tu para entenderlo mejor.

– ?Que quieres decir con como? Una violacion es una violacion, ?que mas quieres saber? ?Es que no lo entiendes?

– Nunca he tenido esa experiencia.

Bebes un trago, intentas pensar en otra cosa.

– Dos anos.

Arquea las cejas mientras gira el vaso y continua:

– ?Me violo durante dos anos!

Lo que significa que no se opuso. No puedes impedir preguntarle:

– ?Como acabo?

– Encontre a aquella chica en el taller. Al principio yo iba con ella alli. Nos conociamos desde hacia tiempo. Nos veiamos a menudo, pero despues de que me violara, no la vi mas en el taller. Un dia, iba a salir despues de volverme a poner la ropa, cuando ella llego. La encontre en el pasillo. Quiso evitarme, pero se quedo mirando mi cuerpo con atencion. Me miro de arriba abajo y se fue, sin saludarme y sin despedirse. Grite su nombre, pero ella acelero el paso. Se volvio poco antes de bajar la escalera corriendo. Yo tambien me volvi y vi al pintor de pie en la puerta de su taller, desorientado. Entonces lo entendi todo.

– ?Que entendiste?

– Que tambien la habia violado a ella. ?Durante dos anos, nos estuvo violando a las dos!

– Crees que ella consentia, que quiza lo deseara de verdad y estuviera celosa…

– No, ?no puedes entender su mirada! Me refiero a la mirada que me lanzo de arriba abajo, a como miro mi cuerpo; desde aquel dia, me odio a mi misma. Me vi a traves de su mirada. Lo odiaba a el tanto como yo odio este cuerpo que se convirtio demasiado pronto en un cuerpo de mujer.

Te quedas en silencio durante un rato. Enciendes un cigarrillo. Detras del gran ventanal, las luces de la ciudad iluminan la noche, unas nubes grises se desplazan rapidamente. Han apagado las lamparas principales del bar, solo queda encendida la que esta sobre vuestra mesa.

– Creo que tenemos que irnos -dices mirando los vasos medio llenos.

Ella vacia el suyo de un trago y te sonrie. Te das cuenta de que esta un poco embriagada y, al vaciar el tuyo, dices que es la ultima copa.

Una vez en la habitacion, se suelta el pelo y te pregunta:

– ?Todavia tienes ganas de follar?

No sabes que decir, estas un poco indeciso, te sientas en el sillon frente al escritorio.

– Si tienes muchas ganas… -murmura ella haciendo una mueca.

Se desviste en silencio, se quita el sujetador, las medias de seda negra y las bragas. Posa para ti, tumbada en la cama. Parece un poco borracha, pero mantiene una expresion infantil. Tu no te mueves. Eres incapaz de follarla en ese momento. Sientes compasion por ella. Aun asi, le preguntas friamente y con cierta maldad:

– ?Te daba dinero?

– ?Quien?

– El pintor, ?no le hacias de modelo?

– Al principio me negaba.

– ?Y despues?

– ?Quieres realmente saberlo todo? -pregunta con voz ronca.

– Claro -contestas.

– Ya sabes demasiado -dice con indiferencia-. Hay cosas que prefiero guardarmelas para mi. Nunca volvi a Venecia desde que murio mi madre.

No sabes que hay de verdad en lo que te ha dicho, ni todo lo que no te ha dicho. Le dices que es una mujer inteligente, que eso es un consuelo para ella, incluso una excusa.

– ?De que sirve ser inteligente?

Esta tejiendo una tela de arana para atraparte. Solo quiere amor, pero tu solo quieres libertad. Ya has pagado un precio demasiado alto por conseguir la libertad. Sin embargo, te cuesta realmente separarte de ella, te atrae. No solo has penetrado su cuerpo, tambien te gustaria penetrar su alma, sus rincones mas secretos. Contemplas su magnifico cuerpo, te levantas, pero de repente ella inclina la cabeza y dice:

– ?Quedate sentado ahi abajo, sin moverte! Hablemos asi.

– ?Hasta que se haga de dia? -preguntas.

– Hasta que tengas algo que decir. Te escucho.

Su voz quiere dar una orden, pero tambien se mezcla con un tono de plegaria que emana seduccion, una

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