– ?Tu tambien te vas a marchar?

– ?Adonde quieres que vaya? -replico el.

Ella hizo una mueca, mostrando que no creia que se quedara en el pueblo y pregunto de nuevo:

– ?Por que se ha ido ella?

Hablaba de Qian, pero evitaba referirse a ella diciendo «tu mujer» o «tu esposa». Lo miraba con sus ojos cristalinos, luego bajo la cabeza y se miro los zapatos, sin dejar de retorcerse la punta de la chaqueta. No podia tener un idilio con aquella chica; ya no confiaba en las mujeres, no queria sentirse atraido por ellas. Permanecio en silencio, absorto en la tarea de lavar la ropa en la palangana. Al ver que no le contestaba, la joven se fue.

Tan solo le quedaba el papel y el boligrafo para dialogar consigo mismo y librarse de su soledad. Antes de recuperar su habito de escribir, lo previo todo: colocaria las hojas de papel enrolladas en el interior del mango de la escoba de bambu que tenia detras de la puerta; luego, cuando tuviera demasiados manuscritos, los meteria en un recipiente que servia para conservar las verduras saladas, al fondo del cual habia puesto una capa de cal y lo cubriria con un plastico. Enterraria ese recipiente en un agujero que habia hecho en el suelo de su habitacion, disimulado bajo la gruesa tinaja de agua. No tenia la intencion de escribir una obra importante, una especie de tesoro oculto legado a las futuras generaciones. No tenia tantas pretensiones. De hecho, ni siquiera tenia alguna esperanza, ya que no era capaz de pensar en el futuro.

Escucho a lo lejos unos ladridos, y enseguida ladraron todos los perros de la aldea; luego, poco a poco, fue volviendo la calma. La noche era larga, solo bajo su bombilla, la felicidad de poder sacar lo que tenia dentro hacia que se emocionara, hasta tenia palpitaciones y una ansiedad difusa. Tenia la impresion de que en la oscuridad unos ojos lo observaban por la ventana. Se pregunto si la puerta estaria bien cerrada, pero ya lo habia comprobado varias veces. Sin embargo, tenia la impresion de oir unos pasos fuera. Se levanto del brasero y contuvo la respiracion, pero no oyo nada.

La luz palida de la luna iluminaba los cristales sobre los que habia pegado papel. La luna salio en mitad de la noche. De nuevo tuvo la sensacion de que algo se movia fuera, fue sigilosamente hacia la cabecera de la cama y tiro con suavidad del hilo interruptor de la bombilla. Una sombra se perfilo delante de la ventana y desaparecio. Escucho con claridad el ruido de unos pasos fuera, dejo la bombilla apagada y guardo con precaucion los manuscritos que tenia sobre la mesa, luego se tumbo en la cama, mirando fijamente en la oscuridad el papel de la ventana iluminada por el claro de luna.

Bajo esa luz tan pura, todavia habia ojos que te espiaban, te observaban, te cernian. Te habian tendido una inmensa emboscada, esperando que tu cayeras en ella. No te atrevias a abrir la puerta o la ventana, no te atrevias a hacer el menor movimiento. Estaba claro que no todo el mundo dormia en esa apacible noche de luna llena. Si perdias la calma, todos los que permanecian agazapados en la oscuridad se te echarian encima y te atraparian para juzgarte.

Estaba prohibido pensar, tener sentimientos, desahogarse, estar solo. Lo unico que te permitian era trabajar duro, con todas tus fuerzas, caer en un sueno profundo y roncar; o bien aparearte, engendrar descendencia, seguir el control de natalidad, para producir mano de obra. ?Que estupideces escribias? ?Habias olvidado donde vivias? ?Querias jugar todavia a hacerte el rebelde? ?Que querias, convertirte en un heroe o en un martir? Lo que escribias era perfecto para recibir un balazo. ?Habias olvidado como fusilaron a los criminales contrarrevolucionarios cuando se creo el comite revolucionario del distrito? Las sesiones de critica y acusacion de las masas no eran nada en comparacion con aquello. Se amarraba a los condenados de los pies a la cabeza y se les colgaba un letrero en el pecho que ponia en tinta negra su nombre y de que se les acusaba, con tinta roja se ponia una cruz sobre el nombre y se les estrangulaba con un alambre que apretaban alrededor del cuello, los ojos se les salian de las orbitas. Era el ultimo descubrimiento del poder politico todavia mas rojo: se impedia que los condenados gritaran antes de la ejecucion; de ese modo, en el otro mundo, ni siquiera podian esperar convertirse en martires. Dos camiones, con los soldados armados con fusiles cargados, escoltaban a los condenados que exhibian por los pueblos de las comunas populares. A la cabeza, un jeep con un megafono difundia los esloganes y abria el cortejo, que levantaba polvo y hacia huir a las gallinas y a los perros de cada lado del camino. Las mujeres mayores y las ninas se agolpaban a la entrada de los pueblos, mientras los ninos corrian tras los camiones. La familia que queria recuperar el cuerpo del condenado debia pagar cinco maos por la bala que habian utilizado en la ejecucion. Nadie vendria a buscar tu cuerpo, tu propia mujer te habria denunciado como enemigo, tu padre trabajaba en una aldea de reeducacion por el trabajo y, ademas, a tu suegro ya lo consideraban un antiguo contrarrevolucionario; basandose solo en esos hechos, fusilarte seria hacer justicia. En realidad, no eres victima de ninguna injusticia, guarda tu boligrafo y deten el galope al borde del precipicio.

Dices que no eres idiota, tienes un cerebro, no puedes dejar de pensar. Si no eres ni revolucionario, ni heroe, ni martir, ni contrarrevolucionario, ?hay algun problema? Lo unico que. haces es dejar que tu mente divague fuera de las normas de esta sociedad. ?Estas loco! Eres tu el loco, no Qian. ?Mirad a este tipo que quiere pensar! ?Que ridiculo! ?Ciudadanos del pueblo, jovenes y viejos, venid a ver a este tipo, este loco que pronto recibira una bala en la cabeza!

?Y dices que lo que buscas es lo real de la literatura? ?Menos broma! ?Que esta buscando este hombre? ?Que es esa historia de lo real? ?Una bala de cinco maos! ?Es suficiente! ?Te jugarias la vida para escribir sobre eso? Esa parcela de lo real, oculta bajo tierra, ?no se ha podrido ya? Se haya podrido o no, olvidalo, de lo contrario, estaras perdido.

Pero dices que lo que quieres es una realidad transparente, como un monton de basura que enfocas con un objetivo; la basura sigue siendo basura, pero a traves del objetivo te provoca tristeza. Lo real es esa tristeza. Te apiadas de tu propia suerte, tienes que encontrar el modo de aceptar el sufrimiento; para continuar viviendo, inventas un mundo que solo te pertenece a ti, fuera de esta realidad que parece una pocilga. O entonces, mejor decir que todo esto es una mitologia de los tiempos modernos, y que colocas la realidad en la mitologia, sacas el interes de la escritura para encontrar un equilibrio mental entre la vida y tus pensamientos.

Copio esta mitologia en un cuaderno que su madre le dejo antes de morir y escribio sobre la tapa «Alipeidos», un nombre extranjero que invento, el de un griego o de un hombre de otro pais. Luego anoto «Traducido por Guo Moruo», ese viejo poeta que habia declarado a los medios de comunicacion, cuando estallo la Revolucion Cultural, que todas sus obras debian ser destruidas, ganandose asi la proteccion y los favores particulares de Mao. Entonces podia decir que se trataba de una obra traducida por el viejo Guo medio siglo antes, y que la habia copiado cuando estaba en la universidad. ?Quien podria demostrar lo contrario en esa aldea de montana o incluso en la cabeza de distrito?

En la primera mitad del cuaderno estaba escrito el diario de su madre cuando se encontraba en una granja de reeducacion por el trabajo manual, antes de ahogarse. Siete u ocho anos antes, en la epoca del Gran Salto adelante, tuvo lugar una terrible escasez, su madre fue a una granja a someterse a una reeducacion, del mismo modo que el fue a una «escuela de funcionarios del 7 de mayo». Ella trabajo duro y consiguio ahorrar varios cupones de carne de cerdo y de huevos para alimentar bien a su hijo cuando volviera a casa. A pesar de trabajar de criadora en un gallinero, tenia edemas por todo el cuerpo debido a la desnutricion. Un dia, al alba, cuando el equipo de noche habia acabado el trabajo, ella fue a lavarse al rio; debido a su cansancio extremo o a su debilidad por el hambre, se cayo al agua. A media manana, un campesino que llevaba sus patos al rio descubrio su cuerpo flotando en la superficie; la autopsia que le hicieron en el hospital indicaba que habia sido victima de una anemia cerebral. No vio el cuerpo de su madre. Todo lo que habia guardado de ella era ese cuaderno en el que anoto todo lo que aprendio durante su reeducacion por el trabajo. Tambien anoto cuantos dias de fiesta acumulaba para volver a casa y poder estar con su hijo, que venia a pasar las vacaciones de verano. Cuando copio la mitologia de «Alipeidos», puso el cuaderno en el recipiente de verduras saladas con el fondo cubierto de cal y lo enterro en el suelo de su habitacion, bajo la tinaja de agua.

45

Los dias de mercado en que los campesinos de los pueblos de la comarca acudian al burgo, los dos lados de la calle estaban llenos de pertigas y de cestos de batatas, azufaifas secas, castanas, ramas de pino para lena, setas frescas, raices de loto, fideos transparentes, hojas de tabaco, retonos de bambu secos, sandalias de canamo, sillas de bambu, cazos, gambas y pescados todavia vivos. Algunas mujeres, ninos, mozalbetes y viejos gritaban, regateaban, «?Quieres o no? Si no quieres, marchate»; discutian, bromeaban. En ese pequeno burgo de

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