Hoyt asintio.

Se oyo el canturreo de un movil. Stone se levanto, no sin trabajo y, tras excusarse, se metio con paso torpe en la cocina. Hoyt se volvio a Carlson y espero.

– Estamos al corriente de la version oficial de la muerte de su hija -dijo Carlson-. Ella y su marido, David Beck, visitaron el lago en cumplimiento de un rito que celebraban anualmente. Nadaron en la oscuridad. KillRoy estaba al acecho. Ataco al doctor Beck y secuestro a su hija. Final de la historia.

– ?Y usted cree que no es verdad?

– Exactamente, Hoyt… Puedo llamarle Hoyt, ?verdad?

Hoyt asintio.

– No, Hoyt, no creemos que sea verdad.

– Entonces, ?cual es su version?

– Yo creo que David Beck asesino a su hija y colgo el delito a un asesino en serie.

Hoyt, veterano del Departamento de Policia de Nueva York, donde llevaba veintiocho anos, sabia lo que era mantener un rostro inexpresivo, pese a lo cual se echo hacia atras como si las palabras hubieran sido navajazos asestados a la barbilla.

– Usted dira.

– Bien, empecemos desde el principio. Beck lleva a su hija a un lago recondito, ?es verdad o no?

– Es verdad.

– ?Ha estado usted alguna vez en el lago?

– Muchas veces.

– ?Ah, si?

– Todos eramos amigos. Kim y yo teniamos muy buena relacion con los padres de David. Nos visitabamos a menudo.

– Entonces ya sabra que el lago esta en un lugar recondito.

– Si.

– Una carretera de tierra, un cartel que solo se ve cuando se busca. No puede haber lugar mas escondido que ese. Ni rastro de vida.

– No veo adonde quiere ir a parar.

– ?Que probabilidades hay de que KillRoy enfilara aquella carretera?

Hoyt levanto las palmas de las manos al cielo.

– ?Que probabilidades hay de que uno se tropiece con un asesino en serie?

– Ciertamente, tiene usted razon, pero en los demas casos habia una logica. Kellerton habia secuestrado a una persona en plena calle, en su propio coche, incluso en su propia casa. Pero piense un poco. El hombre ve esa carretera de tierra y se le ocurre buscar ahi a su victima. No digo que sea imposible, pero si muy improbable.

– Continue -dijo Hoyt.

– Tiene que admitir que en la logica del guion oficial hay muchas lagunas.

– Hay lagunas en la logica de todos los casos.

– De acuerdo, tiene usted razon, pero dejeme exponerle una teoria alternativa. Supongamos que el doctor Beck hubiera querido asesinar a su hija.

– ?Por que?

– Para empezar, supongamos que hubiera querido asesinarla para cobrar una poliza de seguros de doscientos mil dolares.

– No necesita dinero.

– Todo el mundo necesita dinero, Hoyt. Y usted lo sabe.

– No me convence.

– Mire usted, nosotros seguimos haciendo averiguaciones en este sentido. Todavia no conocemos todas las motivaciones. Pero permitame que siga elaborando mi guion, ?de acuerdo?

Hoyt se encogio de hombros como queriendo darle a entender que hiciera lo que le viniera en gana.

De momento tenemos pruebas de que el doctor Beck pego a su hija.

– ?A que pruebas se refiere? ?A las fotografias? Ella misma dijo a mi mujer que habia sufrido aquellas contusiones en un accidente de coche.

– ?Venga, Hoyt! -dijo Carlson tendiendo la mano hacia las fotos-. Observe la expresion del rostro de su hija. ?Pone esa cara una mujer que ha sufrido un accidente de coche?

«No -penso Hoyt-, no pone esa cara.»

– ?De donde ha sacado esas fotos?

– Se lo dire enseguida, pero entretanto volvamos a mi guion, ?le parece? Admitamos por un momento que el doctor Beck pegaba a su hija y que esperaba acceder al suculento bocado del capital.

– Es mucho admitir.

– Tiene usted razon, pero atengase a lo que le digo. Piense en la version oficial y en todas las lagunas de logica que presenta. Y comparela con esta otra version: el doctor Beck lleva a su hija a un lugar recondito donde sabe que no habra testigos. Contrata a dos matones para que se encarguen de secuestrarla. Ha oido hablar de KillRoy. Esta en todos los periodicos. Ademas, su hermano trabajo en el caso. ?Hablo alguna vez del asunto con usted o con el doctor Beck?

Hoyt permanecio inmovil un momento.

– Siga.

– Los dos matones secuestran y matan a su hija. Naturalmente, en un caso como este el primer sospechoso habria sido el marido, ?verdad? Por eso los dos matones marcan la mejilla de la muchacha con la letra K. Y lo que sabemos a continuacion es que echan la culpa de todo a KillRoy.

– Pero Beck fue objeto de un ataque. La herida de la cabeza era real.

– Seguro, pero los dos sabemos que esto no impide que fuera el quien moviera todos los hilos. ?Que explicacion habria dado si hubiera salido incolume del secuestro? «Miren ustedes, resulta que han secuestrado a mi mujer y yo sigo aqui vivito y coleando.» No, esto no habria colado. Que el recibiera un batacazo en la cabeza daba credibilidad a la historia.

– Salio muy mal parado.

– Recuerde que trataba con matones, Hoyt. Seguramente erraron los calculos. En cuanto a sus lesiones, cuenta una extrana historia segun la cual salio arrastrandose milagrosamente fuera del agua y marco el 911. He hecho examinar el historial medico del doctor Beck por varios medicos y todos dicen que la explicacion que dio desafia la logica cientifica. Dadas sus heridas, lo que conto es absolutamente imposible.

Hoyt se quedo pensativo. En diversas ocasiones habia reflexionado sobre la cuestion. ?Como habia conseguido sobrevivir Beck con las heridas sufridas y como habia conseguido pedir ayuda?

– ?Que mas? -pregunto Hoyt.

– Son muchas las pruebas que demuestran que fueron los dos matones y no KillRoy quienes asaltaron a Beck.

– ?Que pruebas?

– Encontramos un bate de beisbol manchado de sangre enterrado con los dos cadaveres. Las pruebas del ADN tardaran un tiempo, pero los resultados preliminares apuntan de forma convincente que la sangre es de Beck.

El agente Stone entro en la habitacion caminando como un oso y se dejo caer en el asiento. Hoyt repitio una vez mas la palabra:

– Siga.

– Lo que resta cae por su propio peso. Los dos matones rematan la faena. Asesinan a su hija y cuelgan el crimen a KillRoy. Despues vuelven para cobrar el resto de la paga… o tal vez deciden sacar mas dinero al doctor Beck. No lo se muy bien. En cualquier caso, Beck tiene que deshacerse de ellos. Conciertan un encuentro en los solitarios bosques que rodean el lago Charmaine. Seguramente los dos matones suponian que trataban con un medico debilucho o quiza los cogiera por sorpresa. Sea lo que sea, los mata de un tiro y entierra los cuerpos junto con el bate de beisbol y cuantas pruebas pudieran servir mas tarde para inculparlo. Hasta aqui, el crimen perfecto. No hay nada que pueda relacionarlo con el asesinato. Vamos a afrontar los hechos. De no haber sido por una inesperada y enorme suerte, jamas se habrian descubierto los cuerpos.

– ?Menuda teoria! -dijo Hoyt negando con la cabeza.

– Todavia hay mas.

Вы читаете No Se Lo Digas A Nadie
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату