– ?Que hay?

Carlson miro a Stone y este indico con un gesto su telefono movil.

– Acabo de recibir una curiosa llamada de una persona de la penitenciaria Briggs -dijo Stone-. Parece que su yerno ha llamado hoy a la penitenciaria y ha solicitado una entrevista con KillRoy.

Hoyt lo miro evidentemente estupefacto.

– ?Para que demonios querra verlo?

– Diganoslo usted -respondio Stone-, pero tenga presente que Beck sabe que vamos a por el. De pronto le ha acometido el irrefrenable deseo de visitar al hombre a quien hizo culpable de la muerte de su hija.

– ?Que coincidencia! -anadio Carlson.

– ?Cree que quiere borrar rastros?

– ?Tiene usted otra explicacion?

Hoyt se recosto en el respaldo como si dejara sedimentar la historia.

– Se olvida de algo.

– ?De que?

Indico las fotos que habian quedado sobre la mesa.

– ?Quien se las ha dado?

– En cierto modo, su hija -dijo Carlson.

Hoyt se quedo livido.

– Y para ser mas exacto, su alter ego. Una tal Sarah Goodhart. Es el segundo nombre de su hija y el nombre de esta calle.

– No entiendo nada.

– Vayamos al escenario del crimen -dijo Carlson-. Uno de los dos matones, Melvin Bartola, guardaba una llavecita en el zapato -Carlson le mostro la llave. Hoyt la cogio y la miro fijamente como si encerrara alguna respuesta mistica-. Vea la sigla UCB en la otra cara de la llave.

Hoyt asintio con la cabeza.

– Las letras significan United Central Bank. Conseguimos localizar la sucursal correspondiente en el 1772 de Broadway, en la City. Esta llave abre la caja 174, registrada a nombre de Sarah Goodhart. Sacamos una autorizacion para poder inspeccionar su contenido.

Hoyt levanto la vista.

– ?Las fotos estaban dentro?

Carlson y Stone se miraron. Habian tomado la decision de no poner al corriente a Hoyt de todo lo relativo a aquella caja, o por lo menos mientras no dispusieran de todos los resultados y estuvieran plenamente seguros de todo, pese a lo cual los dos hombres asintieron a la pregunta.

– Piense un momento, Hoyt. Su hija guardaba estas fotos en una caja de seguridad del banco. Sus razones son mas que evidentes. ?Quiere saber mas? Pues interrogamos al doctor Beck. Reconocio que no sabia nada con respecto a las fotos. No las habia visto en su vida. ?Por que se las habia ocultado su hija?

– ?Han hablado con Beck?

– Si.

– ?Que mas dijo?

– No dijo gran cosa porque queria un abogado -Carlson se quedo aguardando a que dijera algo. Inclino el cuerpo hacia delante y anadio-: Y no un abogado cualquiera sino que llamo a Hester Crimstein. ?Le parece que una persona inocente obraria de ese modo?

Hoyt se agarro a los brazos del sillon como tratando de recuperar el equilibrio.

– No puede probar nada de lo que me ha dicho.

– No, de momento no. Pero sabemos cosas y esto a veces ya es media victoria.

– ?Que van a hacer, entonces?

– Solo podemos hacer una cosa -contesto Carlson sonriendole-. Hacer presion hasta conseguir que algo reviente.

Larry Gandle paso revista a todo lo que habia ocurrido durante el dia y murmuro por lo bajo:

– Esto no pinta bien.

Uno: el FBI localiza a Beck y lo interroga.

Dos: Beck llama a una fotografa que se llama Rebecca Schayes. Le habla de un accidente de coche que sufrio su mujer. Despues la va a ver a su estudio.

Nada menos que a una fotografa.

Tres: Beck llama a la penitenciaria Briggs y dice que quiere hablar con Elroy Kellerton.

Cuatro: Beck llama al despacho de Peter Flannery.

Todo estaba muy liado. Pero no pintaba nada bien.

Eric Wu colgo y dijo:

– Voy a decirte algo que no te gustara.

– ?Que es?

– Nuestro contacto del FBI dice que sospechan que Beck mato a su mujer.

Falto poco para que Gandle se derrumbara del susto.

– Explicate.

– Nuestro contacto no sabe mas. Parece que relacionan con Beck los dos cadaveres que encontraron cerca del lago.

Si, todo muy liado.

– Dejame que vea otra vez los mensajes esos -dijo Gandle.

Eric Wu se los tendio. Mientras Gandle estaba pensando en quien podia haberlos enviado, aquella sensacion que le hormigueaba en la boca del estomago comenzo a trepar por sus paredes y a hacerse mas intensa. Estaba tratando de juntar las piezas. Siempre se habia preguntado como era posible que Beck sobreviviera a lo que hubo de soportar aquella noche. Ahora se pregunto otra cosa.

?Habria algun superviviente mas?

– ?Que hora es? -pregunto Gandle.

– Las seis y media.

– ?Beck no ha consultado todavia la direccion aquella del Murcielago lo que sea?

– Calle del Murcielago. No, no la ha consultado.

– ?Hay algo mas sobre Rebecca Schayes?

– Lo unico que hay es lo que sabemos. Que era amiga intima de Elizabeth Parker. Que compartieron un piso antes de que Parker se casara con Beck. He revisado antiguas grabaciones telefonicas. Hace anos que Beck no la llama.

– ?Por que la habra llamado ahora, entonces?

Wu se encogio de hombros.

– Esa tal Schayes debe de saber algo.

Griffin Scope se lo habia dicho muy claro. «Enterate de todo lo que puedas y despues entierralo.»

«Y sirvete de Wu.»

– Tendremos que ir a charlar con ella -dijo Gandle.

16

Me encontre con Shauna en la planta baja de un rascacielos de Manhattan, en el numero 462 de Park Avenue.

– Ven -me espeto sin mas preambulos-, vamos arriba y te enseno una cosa.

Mire el reloj. Faltaban poco menos de dos horas para que entrara el mensaje de la Calle del Murcielago. Nos metimos en el ascensor. Shauna pulso el boton del piso veintitres. Las luces empezaron a trepar y el contador para ciegos sonaba.

– Hester me ha hecho pensar -dijo Shauna.

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