– ?Como se enteraron tan rapidamente de que traian aqui el cadaver?

– No lo se.

– ?No tiene ni idea?

Harper cruzo los brazos sobre el pecho.

– Es de presumir que alguno de los agentes que estaban presentes descubrio la marca y aviso al FBI. Pero esto no es mas que una conjetura.

Senti la vibracion del busca en la cadera. Le eche una ojeada. Era una urgencia de la clinica.

– Lamento la desgracia -dijo en tono expeditivo-. Comprendo su sufrimiento, pero hoy tengo una agenda muy apretada. Quiza podriamos vernos en otra ocasion…

– ?Cuanto tiempo tardara en disponer del historial de mi mujer? -pregunte.

– Ni siquiera se si estoy autorizado a hacer el tramite. Me refiero a que primero tengo que averiguar…

– Ley de Libertad de Informacion.

– ?Como dice?

– Me he enterado esta manana. El caso de mi mujer actualmente esta cerrado. Tengo pleno derecho a inspeccionar su expediente.

Harper se vio obligado a reconocerlo -al fin y al cabo, yo no era el primero que solicitaba que le ensenaran el historial de una autopsia- y asintio con la cabeza de forma exagerada.

– Pese a todo, hay unos canales por los que estoy obligado a pasar, unos formularios que hay que cumplimentar.

– ?Son maniobras dilatorias? -pregunte.

– Perdone pero…

– Mi esposa fue victima de un crimen espantoso.

– Lo se.

– Y yo tengo derecho a ver el expediente de mi esposa. Si usted me pone palos en las ruedas, tengo que preguntarme por que lo hace. Nunca me he puesto en contacto con los medios de comunicacion para hablar de mi esposa ni de su asesino. Ahora tendre la satisfaccion de hacerlo. Y entonces nos preguntaremos todos por que el inspector medico local puso tantos peros a una peticion tan simple como la mia.

– Esto me suena a amenaza, doctor Beck.

Me levante.

– Volvere manana por la manana -dije-. Le ruego que tenga preparado el expediente de mi mujer.

Habia empezado a actuar. Y me sentia francamente a gusto.

22

Los detectives Roland Dimonte y Kevin Krinsky del Departamento de Policia de Nueva York, division de homicidios, llegaron al escenario del crimen antes que sus uniformes. Llevaba la voz cantante Dimonte, un hombre de cabello grasiento calzado con unas repugnantes botas de piel de reptil y con un palillo medio masticado entre los dientes. Ladraba ordenes. Clausuraron inmediatamente la zona. Unos minutos despues se colaban en el interior los tecnicos del laboratorio pertenecientes a la unidad que se dedicaba a investigar los escenarios del delito, y se entregaban a su trabajo.

– Dejen aislados a los testigos -ordeno Dimonte.

No eran mas que dos: el marido y el curioso bicho raro vestido de negro. Dimonte comprobo que el marido estaba destrozado, pero se dijo que a lo mejor hacia comedia. De todos modos, habia que proceder a lo primero.

Dimonte, que seguia mordisqueando el palillo, llevo aparte al curioso bicho raro cuyo nombre, al parecer, era Arturo. El chico estaba livido. En circunstancias normales, Dimonte habria atribuido el hecho a las drogas, pero el chico habia echado hasta la ultima papilla al ver el cadaver.

– ?Se encuentra bien? -le pregunto Dimonte, como si le importara algo.

Arturo asintio con un gesto.

Dimonte le pregunto si ultimamente habia ocurrido alguna cosa fuera de lo normal en relacion con la victima. Si, replico Arturo. ?Que era? Ayer Rebecca habia recibido una llamada telefonica que la habia dejado muy preocupada. ?Quien era la persona que habia llamado? Arturo no estaba seguro, pero una hora mas tarde, tal vez menos, de eso Arturo no estaba muy seguro, habia ido un hombre a ver a Rebecca. Cuando se fue, Rebecca estaba deshecha.

?Recordaba el nombre de aquel hombre?

– Beck -respondio Arturo-. Ella le llamo Beck.

Shauna puso las sabanas de Mark en la secadora. Linda asomo detras de ella.

– Vuelve a mojar las sabanas -dijo Linda.

– ?Dios mio, que lista eres!

– No seas mala -rogo Linda alejandose.

Shauna abrio la boca para disculparse, pero no salio palabra alguna.

La primera vez que Shauna se fue de casa, la unica, Mark reacciono muy mal y comenzo a mojar la cama. Cuando ella y Linda volvieron a reunirse, dejo de mojar la cama. Y asi hasta ese dia.

– Se da cuenta de lo que pasa -dijo Linda-. Nota la tension.

– ?Y que quieres que le haga, Linda?

– Haremos lo que haya que hacer.

– No volvere a marcharme. Te lo prometo.

– Es evidente que no basta con eso.

Shauna echo suavizante en la maquina. Su rostro reflejaba agotamiento. No se merecia aquello. Ella era una modelo de altos vuelos. No podia llegar al trabajo con ojeras ni con el cabello apagado. No tenia por que soportar todas esas mierdas.

Estaba harta de todo. Harta de una vida domestica que no le iba. Harta de las presiones de cabrones bien intencionados. Era facil olvidarse de la intolerancia, pero la presion ejercida en una pareja lesbiana con nino, por aquellos que supuestamente estaban cargados de buenas intenciones, era capaz de acabar con cualquiera. Si la relacion fracasaba, fracasaba todo el lesbianismo, como si las parejas heterosexuales no fracasaran nunca. Shauna no era una heroina. Lo sabia. Egoista o no, no sacrificaria su felicidad en el altar de «un bien superior».

Se quedo pensando si Linda opinaria lo mismo.

– Te quiero -dijo Linda.

– Yo tambien te quiero.

Se miraron. Mark volvia a mojar la tama. Shauna no estaba dispuesta a sacrificarse por un bien superior. Pero se sacrificaria por Mark.

– ?Que haremos, pues? -pregunto Linda.

– Salir de esto.

– ?Te parece que podremos?

– ?Tu me quieres?

– Sabes que si -contesto Linda.

– ?Sigues pensando que soy la criatura mas maravillosa y mas seductora que ha puesto Dios sobre esta verde tierra?

– ?Por supuesto! -dijo Linda.

– Pues yo pienso lo mismo -anadio Shauna con una sonrisa-. Soy una narcisista de mucho cuidado.

– ?Y que lo digas!

– Pero soy tu narcisista de mucho cuidado.

– Es la pura verdad.

Shauna se le acerco un poco mas.

– No estoy predestinada a las relaciones faciles. Por naturaleza tengo la cabeza llena de pajaros.

– Cuanto mas cabeza de pajaros, mas seductora -dijo Linda.

– ?Y cuando no soy cabeza de pajaros?

Вы читаете No Se Lo Digas A Nadie
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату