– Ahora te toca a ti -me dijo.
– ?Que?
– Quiero que me respondas ahora -dijo-. Quiero que me digas cosas como, por ejemplo, como se puso en contacto contigo. Como huiste de la policia. Donde crees que puede estar.
Titubee, pero solo un momento. ?Que alternativas tenia, en realidad?
– Elizabeth se puso en contacto conmigo mediante mensajes electronicos anonimos. Utilizo un codigo que solo yo podia entender.
– ?Que clase de codigo?
– Referencias a nuestro pasado en comun.
Hoyt asintio con la cabeza.
– Sabia que podian vigilarla.
– Si -dije moviendome en el asiento-. ?Que sabes sobre el personal de Griffin Scope? -pregunte.
Parecio confuso.
– ?El personal?
– ?Hay un asiatico muy musculoso que trabaja para el?
El poco color que tenia Hoyt en el rostro se le escapo como a traves de una herida abierta. Me miro con expresion aterrada, tuve la impresion de que iba a persignarse.
– Eric Wu -dijo sin atreverse casi a levantar la voz.
– Si, ayer me tropece con el senor Wu.
– Imposible -dijo.
– ?Por que?
– No habrias salido vivo.
– Tuve suerte.
Le conte la historia. Parecia estar al borde de las lagrimas.
– Si Wu la hubiera encontrado a ella, si la hubiera encontrado a ella antes que a ti… -Cerro los ojos intentando apartar la imagen.
– Pero no la encontro -dije.
– ?Como lo sabes?
– Wu queria saber que hacia yo en el parque. Si se la hubiera encontrado antes, ?para que habria querido saberlo?
Asintio con la cabeza. Apuro el vaso y se sirvio mas bebida.
– Pero ahora saben que esta viva -dijo-. Y eso quiere decir que se lanzaran detras de nosotros.
– Pues tendran que pelear -dije con mas valor del que sentia.
– No me has escuchado bien. A la bestia mitica le nacen otras cabezas.
– Pero al final el heroe siempre mata a la bestia.
Se echo a reir ante mis palabras. No era para menos, pense. Yo no apartaba de el los ojos. El reloj del abuelo desgrano unas horas. Me quede pensativo un momento.
– Tienes que contarme el resto -dije.
– No tiene importancia.
– ?Guarda relacion con el asesinato de Brandon Scope?
Nego con la cabeza, pero con escaso convencimiento.
– Se que Elizabeth proporciono una coartada a Helio Gonzalez -insisti.
– Eso no tiene ninguna importancia, Beck. Confia en mi.
– Estuvo alli, lo hizo, lo jodieron -dije.
Tomo otro trago.
– Elizabeth tenia una caja de seguridad a nombre de Sarah Goodhart -dije-. Fue alli donde encontraron las fotos.
– Lo se -dijo Hoyt-. Aquella noche todo fue muy precipitado. Yo no sabia que Elizabeth ya les habia dado la llave. Les vaciamos los bolsillos, pero no miramos en los zapatos. En cualquier caso, no tenia gran importancia. Yo no creia que los encontrasen nunca.
– En aquella caja habia mas cosas aparte de las fotografias -continue.
Hoyt dejo con mucho cuidado el vaso sobre la mesa.
– Estaba tambien la vieja pistola de mi padre. Una treinta y ocho. ?La recuerdas?
Hoyt miro hacia otro lado y de pronto se le dulcifico la voz.
– Smith and Wesson. Le ayude a elegirla cuando la compro.
Volvi a temblar.
– ?Sabias que mataron a Brandon Scope con aquella arma?
Cerro con fuerza los ojos, como un nino que quiere ahuyentar un mal sueno.
– Dime que ocurrio, Hoyt.
– Tu sabes que ocurrio.
No podia parar de temblar.
– De todos modos, dimelo.
Las palabras le salieron a oleadas.
– Elizabeth mato a Brandon Scope.
Negue con el gesto. Sabia que no era verdad.
– Trabajaban codo con codo en aquella obra benefica. Pero ella no podia tardar en descubrir la verdad. Y la verdad era que Brandon dirigia toda esa chusma, que jugaba a ser malo. Drogas, prostitucion. Yo que se.
– Elizabeth no me lo dijo nunca.
– No se lo dijo a nadie, Beck. Pero Brandon lo supo. Y le dio una paliza a modo de aviso. Yo entonces no me entere, por supuesto. Ella me conto aquella historia del choque con una valla.
– Elizabeth no lo mato -insisti.
– Fue en defensa propia. Al ver que Elizabeth no dejaba de hacer averiguaciones, Brandon entro en tu casa y esta vez iba armado con una navaja. Iba a por ella y… ella le disparo un tiro. Se defendio.
Pero yo seguia negando con la cabeza.
– Me llamo llorando. Fui en coche hasta tu casa. Cuando llegue… -callo un momento, jadeaba- ya estaba muerto. Elizabeth tenia el arma. Queria que llamase a la policia. Se lo saque de la cabeza. Defensa propia o no, Griffin Scope la habria matado o algo peor. Le dije que me diera unas horas. Estaba temblorosa, pero al final accedio a mis ruegos.
– Y trasladaste el cadaver -dije.
Asintio.
– Habia oido hablar de Gonzalez. Un tipo que estaba al final de una vida dedicada al delito. Conocia a los de su clase. Ya habia escapado por los pelos de ser condenado por asesinato. ?Quien mejor que el para cargarle el muerto?
Se estaba aclarando todo.
– Pero Elizabeth no lo habria permitido nunca.
– Yo no contaba con eso -dijo-. Se entero de la noticia cuando lo detuvieron y decidio preparar aquella coartada. Lo hizo para salvar a Gonzalez de… -dibujo con los dedos unas ironicas comillas- una grave injusticia - nego con la cabeza-. Todo inutil. Si hubiera dejado que se hundiera aquel cabron, alli se habria acabado todo.
– ?Supo la gente de Scope que ella habia urdido la coartada? -pregunte.
– Alguien de dentro se fue de la lengua, si. Y entonces ellos empezaron a enviar gente y descubrieron que ella habia hecho averiguaciones. Lo demas cayo por su propio peso.
– O sea que lo de aquella noche en el lago fue una venganza.
Reflexiono un momento.
– En parte, si. Y en parte fue un intento de ocultar la verdad sobre Brandon Scope. Era un heroe muerto. Mantener el honor significaba mucho para su padre.
Y yo pense que tambien para mi hermana.
– Sigo sin entender por que guardo el trasto en una caja de seguridad -dije.
– Pruebas -dijo.
– ?De que?