del borde del acantilado.

Arrugando la nariz por el olor apestoso a heces, a tabaco y humanidad que habia dentro, grito:

– ?Mama? ?Mama?

No obtuvo respuesta. Con una punzada de terror, puso el pie en el escalon y subio al asiento delantero. Durante un momento terrible, escudrinando la oscuridad de la parte trasera, penso que su madre no estaba alli. Lo unico que veia era una especie de aparato electronico, ropa de cama y una rueda de repuesto. La furgoneta se balanceo por el viento y un golpeteo resono dentro.

Luego, a pesar del ruido, escucho un debil y timido:

– ?Abby? ?Eres tu?

Fueron, sin ningun genero de dudas, las palabras mas dulces que habia oido en toda su vida.

– ?Mama! -grito-. ?Donde estas?

– Aqui. -La voz de su madre era debil y sonaba sorprendida, como si dijera: «?Donde deberia estar?».

Entonces Abby estiro el cuello por encima del asiento y vio a su madre, enrollada en la alfombra, asomando solo la cabeza, tumbada en el suelo justo detras de ella.

Paso al otro lado, la furgoneta resono cuando sus pies pisaron el suelo de metal desnudo. Se arrodillo y beso la mejilla humeda de su madre.

– ?Estas bien? ?Estas bien, mama? Tengo tu medicacion. Voy a llevarte al hospital. -Toco la frente de su madre. Estaba caliente y sudada-. Ahora estas a salvo. Se ha ido. Estas bien. Hay policia por todas partes. Te llevare al hospital.

– Creo que tu padre ha estado aqui hace un minuto -susurro su madre-. Acaba de marcharse.

Abby comprendio que estaba delirando. Por la fiebre o la falta de medicamentos o ambas cosas. Y sonrio a pesar de las lagrimas.

– Te quiero muchisimo, mama -dijo-. Muchisimo.

– Estoy bien -dijo su madre-. Estoy comoda y enrolla-dita en la alfombrita.

Cassian Pewe bajo un momento su telefono y se volvio hacia Grace.

– El Objetivo Dos esta en el coche del Objetivo Uno, solo. Viene hacia aqui. Hay que interceptarlo si podemos, sin riesgos, pero llegan refuerzos detras de nosotros.

Grace arranco el motor. Ninguno de los dos hombres llevaba el cinturon de seguridad, una practica comun en las tareas de vigilancia para bajarse deprisa del coche si hacia falta. Tras escuchar el informe de lo que estaba ocurriendo, Grace penso que debian ponerselo. Pero justo cuando iba a coger el suyo, Pewe dijo:

– Ahi esta.

Entonces Grace tambien vio el Honda negro a quinientos metros de distancia, bajando la colina sinuosa a toda velocidad. Oyo el chirrido de los neumaticos.

– Objetivo Dos a la vista -dijo Pewe por radio.

– La prioridad es la seguridad de todo el mundo -dijo el comisario-. Si hace falta, Roy, tal vez tengas que utilizar tu vehiculo en la operacion.

Consternado, Pewe vio que Grace atravesaba el Alfa Romeo en la carretera estrecha, ocupando los dos carriles. Y se percato de que el estaba en el lado del todoterreno negro que iba hacia ellos. El lado que recibiria el impacto si el coche no frenaba.

Ricky agarro con fuerza el volante y los neumaticos volvieron a chirriar al tomar una curva larga de bajada a la izquierda. Si se salia de la carretera no habia a donde ir en ninguno de los dos lados, solo un terraplen pronunciado. Entonces cogio bruscamente una curva a la derecha.

Al salir de ella, vio un Alfa Romeo granate atravesado en la carretera delante de el. Un hombre rubio le miraba con ojos saltones por la ventanilla.

Piso el freno y el coche se detuvo patinando a tan solo unos metros de la puerta. Puso la marcha atras y, mientras lo hacia, oyo el quejido de las sirenas. A lo lejos, vio dos Range Rovers de la policia que bajaban a toda velocidad por la colina, las luces brillantes.

Hizo un cambio de sentido en tres movimientos, acelero a fondo y regreso por donde habia venido. Por el retrovisor, vio que el Alfa Romeo salia tras el y los dos Range Rovers les seguian de cerca. Pero le interesaba mas lo que tenia delante. O, mas concretamente, lo que habia delante del bosquecillo. Porque aunque la camioneta de los helados siguiera alli, un toque brusco por un lado serviria.

Luego cogeria la carretera abandonada, que ahora solo era un camino de carros cubierto de hierba pero que seguia utilizandose. La habia encontrado y comprobado y estaba seguro de que la policia no habria pensado en ella.

Saldria de esta. Aquella zorra nunca tendria que haberse metido con el, jamas.

Roy Grace pronto atrapo al pesado Honda y se quedo unos metros detras de el. Pewe anuncio por radio que estaban aproximandose al hotel Beachy Head.

De repente, el Honda giro bruscamente a la derecha, dejo la carretera y subio por el prado que la separaba del borde del acantilado.

Grace hizo lo mismo, con una mueca de dolor cuando la suspension de su querido Alfa Romeo toco el suelo. Oyo y sintio el chirrido del tubo de escape al raspar la tierra y algo que caia, pero estaba tan concentrado en el Honda que apenas lo asimilo.

Delante de ellos habia un grupo de vehiculos y personas. Vio el camion de British Telecom obstruyendo la carretera, con una multitud de agentes de policia cerca. Dos motos. Pewe subio el volumen de la radio.

– Es posible que el Objetivo Dos vaya hacia la furgoneta -dijo una voz-.Esta en el bosquecillo detras de la camioneta de los helados. Interceptadle. El Objetivo Uno esta dentro con su madre.

Pewe senalo a traves del parabrisas.

– Ahi esta, Roy. Se dirige hacia alli.

Grace vio el bosque oval, con la camioneta de los helados de colores brillantes aparcada a poca distancia.

El Objetivo Dos estaba acelerando.

Grace redujo una marcha y piso el acelerador. El Alfa salio disparado hacia delante, la suspension volvio a tocar el suelo y los dos hombres, que no llevaban puesto el cinturon, botaron en sus asientos y se golpearon la cabeza con el techo.

– Lo siento -dijo Grace en tono grave mientras se ponia junto al Honda.

Fuera, en su lado, a pocos centimetros de la puerta, habia una guardarrail de aspecto endeble que daba al acantilado. Vislumbro fugazmente al Objetivo Dos, un hombre de barba poblada que llevaba una gorra de beisbol. A su derecha, el guardarrail terminaba de repente y los arbustos marcaban una pendiente totalmente desprotegida.

Grace atraveso la maleza, con la esperanza sombria de que los arbustos no ocultaran un accidente en el acantilado y se despenaran de repente con el coche.

Levanto el pie del acelerador y siguio conduciendo al lado del Honda, pensando en como obligarle a alejarse del borde. El bosque y la camioneta de los helados se acercaban a toda velocidad.

Como adelantandose a sus pensamientos, el Objetivo Dos giro el volante del Honda hacia la derecha y choco con fuerza contra el lado del copiloto del Alfa Romeo. Pewe chillo y el Alfa Romeo se desplazo peligrosamente hacia el borde.

El bosque estaba aun mas cerca.

El Honda les dio otro golpe. Como era un coche mas pesado, los empujo todavia mas hacia el borde. Dieron botes por algunas piedras y por el suelo irregular. Luego les golpeo otra vez, todavia mas hacia el borde.

– ?Roy! -chillo Pewe, agarrandose al cinturon desabrochado, aterrorizado.

Tenian el paso cerrado. Grace piso el acelerador y el Alfa Romeo avanzo a toda prisa. Ahora el bosque no estaba a mas de doscientos metros. Se puso delante del Honda bruscamente y, luego, con la intencion de ocultar su proximo movimiento, tiro del freno de mano hasta arriba en lugar de pisar el pedal.

El efecto fue instantaneo y espectacular y no fue el que esperaba. La parte trasera del Alfa Romeo perdio agarre y el coche comenzo a deslizarse hacia un lado. Casi al instante, el Honda choco contra la parte de atras y provoco que el Alfa Romeo diera una vuelta de campana.

La fuerza del impacto hizo que el Honda girara a la izquierda, fuera de control, y chocara contra la parte trasera de la camioneta de los helados.

Grace sintio que atravesaba el aire, ingravido. Un aire que era una cacofonia de ruidos metalicos que resonaban y tronaban.

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