– No vas a dejarme morir, ?verdad, Roy? -le suplico Pewe.
– ?Sabes que, Cassian? -le respondio Grace gritando-. En realidad me preocupa mas mi maldito coche.
120
Octubre de 2007
Grace bebio un sorbo de cafe. Eran las ocho y media de la manana del lunes y acababan de comenzar la reunion informativa numero quince de la Operacion Dingo. Llevaba una tirita en la frente, que cubria el corte profundo que habia requerido cinco puntos de sutura, apositos para las ampollas en las palmas de las dos manos y no tenia ningun hueso del cuerpo que no le doliera.
– Dicen por ahi que ahora atacaras el Everest, Roy -bromeo uno de los policias presentes en la sala.
– Si, y el comisario Pewe ha solicitado trabajo de funambulo en un circo -contesto Roy, incapaz de borrar la sonrisita de sus labios.
Pero en el fondo, todavia estaba conmocionado. Y en realidad no habia muchos motivos para sonreir. Tenian a Chad Skeggs encerrado en el bloque de detencion, de acuerdo. Abby Dawson y su madre estaban a salvo y, milagrosamente, nadie habia resultado herido grave el viernes. Pero todo aquello era secundario. Estaban investigando el asesinato de dos mujeres y su principal sospechoso podia estar en cualquier parte. Aunque siguiera en Australia, podia estar utilizando una identidad completamente distinta y, como ya habia demostrado, las identidades nuevas no parecian ser un problema para Ronnie Wilson.
Solo habia un rayo de esperanza.
– Hemos obtenido una especie de novedad en Melbourne -prosiguio-. He hablado con Norman esta manana. Hoy han interrogado a una mujer que afirma haber sido muy amiga de Maggie Nelson, la mujer que creemos que era Lorraine Wilson.
– ?Que certeza hay de que Ronnie y Lorraine Wilson se convirtieran en David y Margaret Nelson, Roy? - pregunto Bella.
– La policia de Melbourne ha desenterrado una tonelada de informacion de las oficinas de Trafico, Hacienda e Inmigracion. Todo parece encajar. Van a mandarme por fax un informe, seguramente esta noche.
Bella tomo nota, luego cogio un Malteser de la caja que tenia delante.
Mirando su libreta, Grace continuo.
– Esta mujer se llama Maxine Porter y su ex marido es un manoso. Actualmente esta siendo juzgado por evasion de impuestos y blanqueo de dinero y se enfrenta a una condena larga. La dejo por una mujer mas joven hace poco mas de un ano, unos tres meses antes de que lo detuvieran, asi que estaba encantada de interpretar el papel de esposa abandonada y ha hablado. Segun ella, David Nelson aparecio en escena alrededor de las Navidades de 2001. Fue Chad Skeggs quien lo presento a ese agradable circulo de amigos en concreto, del que, al parecer, formaba parte la flor y nata del hampa de Melbourne. Y parece que Nelson encontro en la filatelia su especialidad para hacer negocios con ellos.
– Que bonito, ?verdad? -dijo Glenn Branson-. Aqui en Inglaterra, nuestros gansteres se apunalan y se lian a tiros, mientras que en Australia intercambian sellos.
Todo el mundo sonrio.
– Creo que no -dijo Grace-. En los ultimos diez anos ha habido treinta y siete tiroteos relacionados con mafias en Melbourne. Tiene una parte muy oscura, coma muchas ciudades.
Como Brighton y Hove en realidad, penso.
– En cualquier caso -prosiguio-, Lorraine… Perdon, Maggie Nelson, quiero decir, le confio a su nueva mejor amiga que su marido tenia una aventura y que no sabia que hacer. No era feliz en Australia, pero dijo que ella y su marido habian quemado todas las naves en el Reino Unido y no podian regresar. Creo que es importante fijarse en que dijo que los dos se encontraban en aquella situacion, no solo uno de ellos.
– ?Cuando fue esto, Roy? -pregunto Emma-Jane Boutwood.
– En algun momento entre junio de 2004 y abril de 2005. Al parecer, las dos mujeres hablaban mucho. Sus respectivos maridos tenian una aventura, compartian muchas cosas.
Grace bebio mas cafe y volvio a consultar sus notas.
– Luego, en junio de 2005, Maggie Nelson desaparecio del mapa. No acudio a un almuerzo con Maxine Porter y cuando Maxine la llamo, David Nelson le dijo que su mujer le habia abandonado. Que habia hecho las maletas y habia vuelto a Inglaterra.
– Parece que tenemos un patron, ?verdad? -dijo Lizzie Mantle-. Primero les dice a sus amigos de Inglaterra que su primera mujer, Joanna, se ha marchado a Estados Unidos. Luego les cuenta a sus amigos de Australia que su segunda mujer ha vuelto a Inglaterra. ?Y todos le creyeron!
– Parece que Maxine no -dijo Grace.
– ?Y por que no fue a la policia? -pregunto Bella-. Debia de tener sus sospechas, ?no?
– Porque en su mundo, la gente no va a la policia -dijo Lizzie Mantle.
– Exacto -confirmo Grace a la inspectora con una sonrisa llena de ironia-. Y alli el hampa todavia esta mas dominada por los hombres que aqui. Manana volveran a interrogarla y nos dara una lista de todos los amigos y conocidos de los Nelson en Australia.
– Genial -dijo Bella, y cogio otro Malteser-. Pero si se ha largado del pais…
– Ya lo se -dijo Grace-. Pero tal vez averiguemos cuales son sus lugares preferidos en el extranjero, o si anhelaba perderse en algun rincon soleado en concreto.
– Tengo una opinion al respecto -dijo Glenn Branson-. Bueno, Bella y yo.
– De acuerdo. Cuentanos.
– El viernes y el sabado interrogamos bastante exhaustivamente a Skeggs y ayer por la manana tomamos declaracion a Abby Dawson en el piso de su madre en Eastbourne. Tambien le devolvimos los sellos, que recuperamos del vehiculo de Skeggs… Antes tuve la precaucion de fotocopiarlos, para tenerlos registrados. Tambien firmo el consentimiento para presentar los sellos como prueba si fuera necesario y no venderlos.
– Bien pensado -dijo la inspectora Mantle.
– Gracias. Bien, la cuestion es esta. Bella y yo tenemos la sensacion de que Abby Dawson no nos esta contando toda la verdad. Nos dice lo que quiere que oigamos. La historia sobre de donde saco los sellos no me convence. Mantiene que los heredo de una tia de Sydney llamada… -Hojeo sus notas y encontro la pagina-. Anne Jennings. Estamos comprobandolo, pero no concuerda con lo que dice Skeggs.
– Y sabemos que es un hombre de principios que siempre dice la verdad -dijo Grace.
– Yo le confiaria mi ultimo billete de cinco libras -dijo Glenn, respondiendo al sarcasmo-. Que seguramente es lo unico que le quedaria a cualquier persona despues de hacer negocios con el. Es un tio chungo de verdad. Pero hay una relacion con Ronnie, esa es la cuestion, estoy seguro. -Miro a su alrededor. Grace asintio para indicarle que continuara-. Hugo Hegarty esta convencido de que estos son los sellos que compro para Lorraine Wilson.
– Pero no tanto como para jurarlo en un tribunal, ?verdad? -tercio Lizzie Mantle.
– No, y podria suponer un problema en el futuro -contesto Branson-. Algunos de los que van sueltos tienen matasellos y no puede jurar que sean los mismos que presentaban los sellos que adquirio para Lorraine Wilson en 2002, porque no anoto nada sobre esta caracteristica. O tal vez no quiera verse involucrado.
– ?Por que no? -pregunto Grace.
– Todas las transacciones se realizaron en metalico. Imagino que no querra sacar la cabeza del agujero y llamar la atencion de Hacienda ni de la policia.
Grace asintio. Tenia sentido.
– ?Que fuerza tiene la reivindicacion de Skeggs sobre que los sellos son suyos?
– Skeggs no dejaba de despotricar y jurar que Abby Dawson le habia robado los sellos, decia que por eso se habia llevado a su madre, que era lo unico que se le ocurrio para hacerla entrar en razon -contesto Glenn Branson.
– ?Nunca intento pedirselos educadamente?
Branson sonrio.
– Le pregunte si queria presentar cargos contra ella por robo. Entonces se quedo callado. Sorpresa, sorpresa.