– En Nueva Orleans -respondio Grace, sacando la tapa de su latte y deseando estar todavia alli-. Asisti a un simposio de la Asociacion Internacional de Investigadores de Homicidios.

– ?Como va la reconstruccion de la ciudad? -pregunto Theobald.

– Despacio.

– ?Aun se ven muchos danos causados por las inundaciones?

– Muchos.

– ?Habia mucha gente tocando el clarinete?

– ?El clarinete? Si. Fui a algunos conciertos. Vi a Ellis Marsalis.

Theobald le ofrecio una sonrisa extrana de placer.

– ?Al padre! -dijo con aprobacion-. Vaya, ?tuviste suerte de escucharle! -Luego se volvio hacia el esqueleto-. Bueno, ?que tenemos aqui?

Grace le puso al dia. Luego, Theobald y Joan Major entablaron un debate acerca de si debian retirar el cuerpo intacto, un proceso largo y laborioso, o trasladarlo en segmentos. Decidieron que, como lo habian hallado intacto, seria mejor conservarlo asi.

Durante unos momentos, Grace contemplo el diluvio que caia sin parar a traves de la seccion rota del desague, a poca distancia de donde se encontraba. Bajo el haz de luz, las gotas parecian motas de polvo alargadas. «Nueva Orleans», penso, soplando el humo de su cafe y dando un sorbo timido, intentando evitar quemarse la lengua con el liquido caliente. Cleo le habia acompanado y se tomaron una semana de vacaciones justo despues de la conferencia. Se quedaron alli y disfrutaron de la ciudad y el uno del otro.

Parecia que todo era mucho mas facil entre ellos entonces, lejos de Brighton. De Sandy. Se relajaron, disfrutaron del calor, hicieron un recorrido por las zonas devastadas por las inundaciones que aun no estaban rehabilitadas. Comieron gumbo, jambalaya, pasteles de cangrejo y ostras Rockefeller, bebieron margaritas, mojitos y vinos de California y Oregon y escucharon jazz en el Snug Harbor y otros clubes todas las noches. Y Grace se enamoro aun mas de ella.

Se sintio orgulloso de lo bien que se desenvolvio Cleo en la conferencia. Al ser una mujer hermosa que ejercia una profesion sin ningun glamour fue el blanco de la curiosidad, de bastantes bromas y algunas frases realmente vergonzosas para ligar procedentes de quinientos de los mejores inspectores del mundo, los mas duros y, en su mayoria, masculinos, que llevaban puesto el chip de la fiesta. Siempre respondia bien, y consiguio que a todo el mundo se le salieran los ojos de las orbitas vistiendo su metro ochenta de estatura y piernas largas con su habitual estilo excentrico y sexy.

– Anoche me preguntaste su edad, Roy -dijo la arqueologa forense, interrumpiendo sus pensamientos.

– ?Si? -Paso a estar plenamente concentrado al instante, mientras miraba el craneo.

– La presencia de las muelas del juicio nos dice que tiene mas de dieciocho anos -dijo Joan senalando la mandibula-. Hay pruebas de algunos trabajos dentales, empastes blancos, que eran mas comunes durante las ultimas dos decadas, y mas caros. Es posible que fuera a un dentista privado, lo que podria reducir la busqueda. Y lleva una funda en un incisivo superior-. -Senalo un diente arriba a la izquierda.

Grace se puso nervioso. Sandy se habia partido un dienta delantero izquierdo en una de sus primeras citas, al morder un fragmento de hueso en un steak tartar, y se habia puesto una funda.

– ?Que mas? -pregunto.

– Yo diria que el estado general y el color de los dientes in -dican que su edad coincide con la franja que calcule ayer: entre los veinticinco y los cuarenta anos.

Miro a Frazer Theobald, que asintio con cara de poquer, como si simpatizara con sus conclusiones pero no estuviera necesariamente de acuerdo de un modo incondicional. Entonces senalo el brazo.

– El hueso largo crece en tres partes: dos epifisis y el cuerpo. El proceso por el que se unen se denomina fusion epifisiaria y normalmente se completa alrededor de los treinta y cinco anos. Aqui no esta del todo completada. - Senalo la zona del hombro-. Lo mismo sirve para la clavicula. Puede verse la linea de la fusion en la parte media. Se une hacia los treinta. Podre darte un calculo mas preciso en la sala de autopsias.

– Asi que tendria unos treinta, ?estas bastante segura? -dijo Grace.

– Si. Y mi intuicion me dice que no son muchos mas. Incluso podria ser mas joven.

Roy se quedo callado. Sandy era dos anos menor que el. Habia desaparecido el dia que Grace cumplio los treinta, cuando ella solo tenia veintiocho. El mismo pelo, la funda en el diente.

– ?Estas bien, Roy? -le pregunto de repente Joan Major.

Al principio, absorto en sus pensamientos, solo oyo su voz como un eco distante e incorporeo.

– ?Roy? ?Estas bien?

Grace volvio a prestarle toda su atencion.

– Si, si. Estoy bien, gracias.

– Se diria que has visto un fantasma.

15

11 de septiembre de 2001

Ronnie corrio por West Broadway, cruzo Murray Street, Park Place y luego Barclay Street. Las Torres Gemelas estaban justo delante de el, en el otro extremo de Vesey Street, los dos monolitos plateados alzandose hacia el cielo. Los olores del incendio eran mucho mas intensos aqui, y tiras de papel quemado flotaban en el aire mientras caian escombros que se estrellaban contra el suelo.

A traves del denso humo negro vio algo carmesi, como si la torre sangrara. Luego fogonazos de color naranja brillante. Llamas. «Dios santo -penso, sintiendo un miedo oscuro y terrible en la tripa-. Esto no puede estar pasando.»

La gente salia por la entrada a trompicones, mirando hacia arriba aturdida, hombres con trajes y corbatas elegantes sin chaqueta, algunos pegados a sus moviles. Durante un segundo observo a una joven morena y atractiva con un traje chaqueta que se tambaleaba porque habia perdido un zapato. De repente, la chica se llevo las manos a la cabeza, con cara de dolor, como si le hubiera caido un objeto encima, y Ronnie vio una gota de sangre deslizandose por su mejilla.

Dudo. No parecia seguro seguir adelante. Pero necesitaba esa reunion, la necesitaba desesperadamente. «Tendre que arriesgarme -penso-. Correr como un poseso.» Tosio, le picaba la garganta por el humo, y se bajo de la acera. Era mas alta de lo que habia imaginado y cuando las ruedas de la maleta aterrizaron con un golpe, el mango se retorcio en su mano y el trolley cayo.

«?Mierda! No me hagas esto.»

Luego, justo mientras se agachaba y cogia el mango de la maleta, oyo el silbido de un avion.

Volvio a mirar arriba. Y no pudo creer lo que veian sus ojos. Una milesima de segundo despues, antes de que tuviera tiempo de asimilar de forma inteligible lo que estaba viendo, se produjo una explosion. Un estallido metalico fortisimo, como si chocaran dos cubos de basura cosmicos. Un ruido que parecio resonar en su cerebro y siguio resonando, retumbando descontrolado dentro de su craneo hasta que quiso meterse los dedos en los oidos para acallarlo, ahogarlo. Entonces llego la onda expansiva, que sacudio todos los atomos de su cuerpo.

Una bola enorme de llamas naranjas, que lanzaron chispas plateadas y humo negro, envolvio la parte superior de la Torre Sur. Por un momento fugaz se quedo sin habla, contemplando la belleza de la imagen: el contraste de colores -el naranja, el negro- resaltaba marcadamente en el azul intenso del cielo.

Era como si un millon, un billon de plumas, flotara en el aire alrededor de las llamas, descendiendo sin prisa hacia el suelo. Todo en camara lenta.

Entonces le golpeo la realidad.

Pedazos de madera, cristal, sillas, mesas, telefonos, archivadores rebotaban en la calle delante de el y quedaban hechos anicos. Un coche patrulla freno, justo un poco mas adelante de donde estaba el, y las puertas se abrieron antes de detenerse siquiera. A solo unos cien metros mas o menos a su derecha, en Vesey Street, lo que al principio parecia un ovni de fuego se precipito al suelo con un gran estruendo, formo un crater profundo y luego reboto y despidio trozos de la carcasa y las entranas, expulsando llamas. Cuando por fin se quedo quieto, siguio ardiendo con fiereza.

Вы читаете Las Huellas Del Hombre Muerto
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату