Octubre de 2007
Incluso con la ayuda de la luz directa del halogeno, Roy Grace seguia esforzandose para ver el objeto minusculo que Frazer Theobald sujetaba con las pinzas de acero inoxidable. Lo unico que podia distinguir era algo azul y borroso.
Entrecerro los ojos, reacio a reconocerse a si mismo que estaba llegando a una edad en que necesitaba gafas. Solo cuando el patologo puso un papelito cuadrado detras de las pinzas y le paso una lupa, Roy lo vio con mas claridad. Era un tipo de fibra, mas fina que un cabello humano, como un hilo delgadisimo de telarana. Parecia traslucido un momento y luego azul claro, y los extremos se movian por el temblor minimo de la mano de Theobald y la brisa helada que soplaba en el desague.
– Quien mato a esta mujer hizo todo lo posible para no dejar pruebas -dijo el patologo-. Diria que la dejo aqui abajo con la esperanza de que en algun momento el agua la arrastrara por el alcantarillado y luego la echara al mar por el desague, pensando que la distancia que hay de la alcantarilla al mar seria suficiente para deshacerse de un cadaver.
Grace volvio a mirar el esqueleto, incapaz de quitarse de la cabeza la posibilidad de que se tratara de Sandy.
– Tal vez el asesino no previera que el desague no se inundaria -prosiguio Theobald-. No penso que se quedaria encallada en el cieno y, como el nivel freatico estaba bajo, no ha circulado corriente suficiente por el alcantarillado para liberarla. O tal vez el desague cayera en desuso.
Grace asintio, mirando el hilo tembloroso otra vez.
– Es una fibra de alfombra, creo. Podria equivocarme, pero creo que el analisis del laboratorio demostrara que es una fibra de alfombra. Es demasiado dura para ser de un jersey o una. falda o una funda de cojin. Es una fibra de alfombra.
Joan Major asintio con la cabeza.
– ?Donde la has encontrado? -pregunto Grace.
El patologo forense senalo el brazo derecho del esqueleto, que estaba parcialmente enterrado en el cieno. Los dedos estaban a la vista. Senalo la punta del dedo corazon.
– ?Ves eso? Es una una postiza, de uno de esos salones de unas.
Grace noto que un escalofrio recorria su cuerpo. Sandy se mordia las unas. Cuando veian la television se las mordisqueaba y hacia un ruidito como un hamster. Le ponia histerico. Y a veces tambien lo hacia en la cama. A menudo, cuando intentaba dormirse, se roia las unas, como si la inquietara algo que no pudiera o no quisiera compartir con el. Luego, de repente, se las miraba y se enfadaba consigo misma y le decia que tenia que avisarla cuando se las mordiera y ayudarla a dejarlo. E iba a un salon de belleza a ponerse unas unas postizas caras sobre las mordidas.
– Un componente de plastico, pegado encima, que impidio por alguna razon que el agua no se llevara las unas cuando la piel de debajo se pudrio -dijo Frazer Theobald-. La fibra estaba debajo de esta. Es posible que el agresor la arrastrara por una alfombra y ella clavara las unas. Es la explicacion mas probable. Hemos tenido suerte de que el agua no la arrastrara.
– Suerte, si -dijo Grace con aire distraido. Los pensamientos se agolpaban en su cabeza. Arrastrada por una alfombra. Una fibra de alfombra azul. Azul claro. Azul cielo.
En casa habia una alfombra azul claro. En el dormitorio. El dormitorio que el y Sandy compartieron hasta la noche que desaparecio.
De la faz de la tierra.
26
11 de septiembre de 2001
Ronnie llevaba corriendo quizas un minuto cuando el dia se transformo en noche, como si hubiera habido un eclipse de sol total instantaneo. De repente, estaba tambaleandose en un vacio asfixiante, apestoso, con un sonido ensordecedor, un trueno que se elevaba desde el suelo.
Era como si alguien hubiera vaciado billones de toneladas de harina negra y gris maloliente y amarga en el cielo, justo encima de el. Le picaban los ojos, le entro en la boca. Trago un poco y la saco tosiendo e inmediatamente trago mas. Formas grises fantasmagoricas pasaban a su lado. Se dio un golpe en el dedo con algo y se hizo dano -una boca de incendios, se percato al tropezarse- y se cayo hacia delante, con fuerza, al suelo. Un suelo que se movia. Vibraba, temblaba, como si un monstruo gigantesco se hubiera despertado y estuviera liberandose de las entranas de la Tierra.
«Tengo que salir de aqui. Alejarme de aqui.»
Alguien choco con su pierna y se cayo encima de el. Oyo la voz de una mujer, que maldijo y se disculpo, y luego le llego una rafaga fugaz de un perfume delicado. Se deshizo de ella, intento levantarse y de inmediato alguien le golpeo en la espalda y lo tiro otra vez al suelo.
Hiperventilando, presa del panico, se puso de pie con dificultad y vio que la mujer se levantaba; parecia un muneco de nieve gris con un par de zapatos de salon en la mano. Entonces un hombre obeso con el pelo alborotado choco con el, solto un taco, le aparto de un golpe y siguio corriendo tropezandose para que se lo tragara la niebla.
Entonces, volvio a caer al suelo. «Tengo que levantarme. Levanta. ?Levanta!»
En su mente se arremolinaban recuerdos de haber leido sobre gente que moria aplastada en avalanchas desencadenadas por el panico. Se esforzo por ponerse de pie otra vez, se dio la vuelta y vio mas figuras blanquecinas emergiendo de la penumbra. Una lo empujo hacia un lado. Busco el trolley y el maletin entre las piernas, los zapatos y los pies descalzos que se acercaban a el, los vio, se agacho, los cogio y entonces recibio otro golpe en la espalda.
– ?Gilipollas! -grito.
Un tacon de aguja paso por encima de su cabeza como una sombra puntiaguda.
Luego, de repente, llego el silencio.
El estruendo paro. El ruido atronador callo. El suelo dejo de vibrar. Las sirenas tambien enmudecieron.
Por un instante sintio euforia. ?Estaba bien! ?Estaba vivo!
Ahora la gente pasaba mas despacio, mas ordenadamente. Algunas personas iban cojas. Algunas se agarraban las unas a las otras. Algunas tenian fragmentos de vidrio en el pelo, como cristales de hielo. La sangre aportaba el unico toque de color a un mundo gris y negro.
– Esto no esta pasando -dijo una voz masculina cerca de el-. Esto no esta pasando.
Ronnie vio la Torre Norte y luego, a la derecha, una colina de restos retorcidos, asimetricos, escombros, marcos de ventanas, coches rotos, vehiculos en llamas, cuerpos destrozados inmoviles en el suelo manchado. Entonces vio cielo donde tendria que estar la Torre Sur.
Donde estuvo la Torre Sur.
Habia desaparecido.
Estaba alli hacia unos minutos y ahora ya no. Parpadeo, para comprobar que no fuera una especie de truco, una ilusion optica, y mas polvo seco le entro en los ojos, que le lloraron.
Temblaba, todo el temblaba. Pero principalmente temblaba por dentro.
Algo llamo su atencion, algo que caia, agitandose, se levanto un momento, atrapado en una corriente ascendente, y luego continuo su descenso. Un trozo de tela. Parecia uno de esos tejidos de fieltro que vienen con los portatiles nuevos para evitar que la pantalla se raye cuando la cierras.
Lo observo mientras bajaba hasta el suelo como una mariposa muerta. Aterrizo a unos metros escasos delante de el y, por un instante, entre todo lo que se arremolinaba en su mente, se pregunto si valia la pena cogerlo, porque habia perdido hacia tiempo el que venia con su portatil.
Pasaron mas personas, caminando con dificultad. Una hilera infinita, todas en blanco y negro y gris, como una pelicula de guerra antigua o un documental que mostraba la marcha de unos refugiados. Le parecio oir un telefono.