– Bastante justo en aquel momento. El tipo la habia dejado en apuros economicos, ?verdad?
– Si. Luego, un par de semanas despues de que volvieran al Reino Unido, su hermana dice que Lorraine recibio una llamada relacionada con una cartera quemada con el permiso de conducir de Ronnie Wilson y un telefono movil que se comprobo que era suyo y que habian sido entregados por el equipo de rescate que trabajaba en los escombros de la Zona Cero. Se mandaron fotografias de ambos y se le envio a Lorraine el contenido de la cartera para que pudiera identificarlo formalmente.
– ?Y pudo hacerlo?
– Si. Ahora bien, el dinero que recibio (los grandes pagos, el seguro de vida, luego la compensacion), ahi esta el tema. Su hermana se quedo estupefacta cuando se lo contamos. Mas que estupefacta, se quedo estupefacta que te cagas.
– ?Fingia?
– Para mi no, y para Bella tampoco. Se debatia entre la estupefaccion y la ira. Quiero decir que hubo un momento en que perdio los estribos, dijo que se habia quedado sin ahorros para ayudar a Lorraine, y eso fue mucho despues de que recibiera la primera parte de la guita, segun los registros bancarios.
– ?No hubo honradez entre hermanas, entonces?
– Parece que solo por parte de una. Pero ahora viene lo mejor, te va a encantar.
Hubo otro anuncio por megafonia. Grace le grito a Branson que esperara a que terminara.
– El laboratorio nos ha enviado esta tarde un resultado positivo para el ADN del feto de Lorraine Wilson. ?Creo que tenemos al padre!
– ?Quien es? -pregunto Grace, emocionado.
– Bueno, si estamos en lo cierto, se trata ni mas ni menos que de Ronnie Wilson.
Grace se quedo callado un momento, notando el subidon de adrenalina. Encantado de que su presentimiento fuera verdad.
– ?Hasta que punto es positivo el resultado?
– Bueno, este en particular nos indica que tenemos la mitad del ADN del padre. Podria haber otras correspondencias, pero teniendo en cuenta quien es la madre, diria que las probabilidades de que fuera otra persona son demasiado remotas para que merezca la pena plantearselas.
– ?De donde habeis sacado el ADN de Ronnie?
– De un cepillo que su viuda llevo a la policia cuando fue a Nueva York. El perfil se envio a la policia britanica, de forma rutinaria, y se introdujo en la base de datos nacional.
– Lo que significa -dijo Grace- que o bien nuestro amigo el senor Wilson dejo esperma congelado que su mujer, que no estaba tan muerta como parecia, se implanto o…
– Yo prefiero la segunda opcion -dijo Branson.
– Desde aqui tambien es mi preferida -contesto Grace.
– Y estas mucho mas cerca que yo, viejo. Con o sin los zapatos puestos.
90
Octubre de 2007
Abby oyo un telefono que sonaba en alguna parte, cerca y con insistencia. Luego se percato, sobresaltada, de que era el suyo. Se incorporo, confusa, intentando ubicarse. El telefono siguio sonando.
Notaba un aire helado en la cara, pero estaba sudando profusamente. Estaba a oscuras, solo habia sombras a su alrededor en una neblina naranja fantasmagorica. Al moverse, un muelle crujio debajo de ella. Estaba en el piso de su madre, sentada en un sofa, comprendio. Dios santo, ?cuanto rato habia dormido?
Miro a su alrededor, temerosa de que Ricky hubiera vuelto y estuviera aqui. Vio el resplandor de la pantalla del telefono y alargo el brazo para cogerlo. El miedo que se arremolinaba en su estomago se acentuo cuando vio las palabras «Numero privado». La hora en la pantalla decia que eran las 18.30.
Se acerco el telefono a la oreja.
– ?Diga?
– Has podido pensarlo bien, ?verdad? -dijo Ricky.
El panico se apodero de su cerebro. ?Donde diablos estaba? Tenia que salir de aqui deprisa. En este lugar era una presa facil. ?Sabia Ricky donde estaba? ?Estaba ahi fuera en alguna parte?
Espero un momento antes de contestar, intentando organizar sus pensamientos. Decidio no encender la luz, no queria mostrarle que estaba aqui, por si se encontraba fuera en la calle, observando. Entraba luz suficiente por los visillos, de las farolas que habia delante de la ventana, para distinguir todo lo que necesitaba ver aqui dentro.
– ?Como esta mi madre? -pregunto, y oyo el temblor en su voz.
– Esta bien.
– Tiene las defensas bajas. Si dejas que coja frio, podria darle una neumonia…
– Como ya te he dicho -contesto Ricky, interrumpiendola-, esta muy comoda enrolladita en la alfombrita.
A Abby no le gusto la forma como pronuncio las palabras.
– Quiero hablar con ella.
– Claro que quieres. Y yo quiero lo que me robaste. Asi que es muy sencillo: tu me lo traes, o me dices donde esta, y tu madre podra irse a casa contigo.
– ?Como se que puedo confiar en ti?
– ?Que gracia que digas tu eso! -contesto con desden-. Creo que no sabes que significa esa palabra.
– Mira, lo que paso, paso -dijo ella-. Te devolvere lo que me queda.
El tono de la voz de Ricky cambio de manera alarmante.
– ?Que quiere decir «lo que me queda»? Lo quiero todo. Todo: ese es el trato.
– No puedes tenerlo todo. Solo puedo darte lo que tengo.
– Por eso no estaba en la caja de seguridad, ?verdad? ?Te lo has gastado?
– No todo -se arriesgo a contestar.
– Zorra insensible. Dejarias que matara a tu madre, ?verdad? ?Dejarias que la matara antes que devolvermelo! Asi de importante es el dinero para ti.
– Si -dijo Abby-. Tienes toda la razon, Ricky. Dejaria que la mataras. Y le colgo.
91
Octubre de 2007
Abby cruzo la habitacion oscura corriendo, tropezo con un puf de piel y entro a tientas en el bano. Encontro el lavamanos y vomito; tenia el estomago revuelto y los nervios destrozados.
Limpio el vomito, se enjuago la boca y encendio la luz, respirando hondo. «Por favor, no dejes que tenga otro ataque de panico.» Se quedo agarrada al lavamanos, con los ojos llorosos, aterrada por si Ricky echaba la puerta abajo en cualquier momento.
Tenia que irse de aqui y tuvo que recordarse por que estaba haciendo todo aquello. Calidad de vida para su madre, esa era la razon de todo. Sin dinero, los ultimos anos de su madre serian un infierno. Debia tener eso en mente.
Y pensar en lo que la aguardaba despues: Dave esperando el mensaje que le dijera que ya estaban listos.
Estaba a tan solo una transaccion de darle a su madre un futuro digno. A un viaje de avion de la vida que siempre se habia prometido.
Ricky era asqueroso. Un sadico. Un maton. No le creia.
Sabia que tenia que hacerle frente, demostrarle su fuerza; era el unico idioma que entendia un maton. Y no era estupido. Queria recuperarlo todo. No le servia de nada hacer dano a una anciana enferma.
«Dios mio, por favor.»