– No me lo creo -dijo, acariciandole las mejillas, tocandole la nariz, las orejas, palpando su frente-. Eres tu. Eres tu de verdad.
– ?Si, boba!
– ?Como…? ?Como…? ?Como sobreviviste?
– Porque pense en ti y no estaba preparado para dejarte. -?Por que…? ?Por que no me llamaste? ?Estabas herido? -Es una larga historia.
Le acerco hacia ella y le beso. Le beso como si descubriera su boca por primera vez, explorando cada rincon. Entonces aparto la cara un momento, sonriendo casi sin aliento.
– ?Eres tu de verdad!
Las manos de Ronnie se habian adentrado en su camison y exploraban sus pechos. Cuando se los opero por primera vez le volvieron loco, pero luego parecio perder el interes, igual que perdio el interes por casi todo. Sin embargo, esta noche, esta aparicion, este Ronnie en su cuarto, era un hombre completamente distinto. El viejo Ronnie que recordaba de tiempos mas felices. ?Habia muerto y resucitado?
Estaba desvistiendose, desatandose las deportivas, bajandose los pantalones. Tenia una ereccion enorme. Se desprendio del impermeable, del jersey negro de cuello alto, se quito los calcetines. Retiro las sabanas y las mantas y le subio el camison por los muslos.
Luego se arrodillo y empezo a humedecerla con los dedos, encontrando su lugar especial como hacia antes, con maestria, lo trabajo, mojandose el dedo en la boca y en ella, encendiendo un fuego devorador en su interior. Se inclino hacia delante, le desabrocho el camison y libero sus pechos y luego se los beso durante mucho rato, primero uno y luego el otro, mientras seguia acariciandola con los dedos.
Luego su polla, mas grande y dura de lo que habia estado en anos, dura como una roca, se introdujo en ella y empujo.
Ella grito de alegria.
– ??Ronnie!!
Al instante el le puso un dedo en los labios.
– ?Ssshhh! -dijo-. No estoy aqui. Solo soy un fantasma.
Lorraine le rodeo la cabeza con los brazos y acerco su cara a la de ella tanto como pudo, hasta que noto su barba en su piel. Le encanto, lo atrajo hacia ella, lo atrajo y lo atrajo, sintiendole mas dentro de ella y mas y luego mucho mas.
– ?Ronnie! -jadeo en su oido, respirando mas y mas deprisa, llegando al climax y notando como el explotaba en su interior.
Luego se quedaron los dos muy quietos, engullendo bocanadas de oxigeno. En el televisor, la pelicula seguia avanzando. El calentador continuaba soplando aire, con un ruido intermitente.
– Nunca pense que los fantasmas se pusieran calientes -susurro Lorraine-. ?Puedo convocarte todas las noches?
– Tenemos que hablar -dijo el.
100
Octubre de 2007
El agente Duncan Troutt se sentia menos seguro de si mismo esta manana, su segundo dia como policia hecho y derecho. Y esperaba que hubiera mas accion que ayer, porque se habia pasado la mayor parte de su turno dando indicaciones a estudiantes extranjeros y presentandose a los propietarios de algunos negocios, en particular al jefe de un local de comida rapida india que habia recibido una paliza hacia poco, una agresion que habia sido grabada con la camara de un movil y que habia acabado en YouTube.
A las nueve pasadas, despues de girar en Lower Arundel Terrace, decidio volver a visitar a Katherine Jennings con la esperanza de encontrarla en casa. Antes de salir de la comisaria esta manana habia leido en el registro que un companero del turno de noche habia intentado localizarla dos veces, a las siete y a las diez, sin exito. Una llamada a informacion telefonica todavia no habia dado con ningun numero que se correspondiera con ese nombre en esa direccion, figurara en el listin o no.
Mientras caminaba por la acera, observando cada una de las casas y comprobando cada uno de los coches aparcados en busca de alguna senal de robo o vandalismo, dos gaviotas chillaron encima de el. Miro arriba y luego al cielo oscuro y amenazador. Las calles todavia estaban brillantes por la lluvia caida anoche y parecia que en cualquier momento podia empezar a llover otra vez.
Poco antes de llegar a la entrada del numero 29 se fijo en un Ford Focus con un cepo aparcado al otro lado de la calle. El coche le sonaba de ayer. Recordaba haber visto que tenia una multa en el parabrisas. Cruzo, cogio el papel, sacudio las gotas de lluvia del envoltorio de celofan mojado y leyo la fecha y la hora. Habia sido emitida a las 10.03 de ayer, lo que significaba que llevaba aqui mas de veinticuatro horas.
Podia haber todo tipo de explicaciones inocentes. La mas probable era que se tratara de alguien que no se habia percatado de que estas calles requerian permisos de aparcamiento para residentes. Tambien era posible que se tratara de un coche robado abandonado. Lo mas importante para el era su ubicacion, proximo al piso de la mujer que le habian pedido que fuera a ver y que, al parecer, habia desaparecido, aunque solo fuera temporalmente.
Pidio por radio informacion sobre el coche, luego cruzo la calle y llamo al timbre de Katherine Jennings. Como antes, no obtuvo respuesta.
Entonces, despues de decidir que volveria a intentarlo mas tarde, siguio con su ronda, bajo hasta Marine Parade y alli giro a la izquierda. Al cabo de unos minutos, su radio cobro vida. El Ford Focus pertenecia a Avis, la empresa de alquiler de coches. Dio las gracias a la operadora y reflexiono detenidamente sobre aquel dato nuevo. A menudo, las personas que alquilaban coches desobedecian las normas de trafico. Tal vez quien hubiera alquilado este coche no quisiera pasar por el lio de quitarle el cepo, o no hubiera tenido tiempo.
Pero todavia podia existir una relacion con Katherine Jennings, por muy escasas que fueran las probabilidades. Mientras caian las primeras gotas de lluvia llamo por radio a su superior inmediato, el sargento Ian Brown de la brigada criminal del distrito de East Brighton. Le traslado su preocupacion por el vehiculo y pregunto si alguien podia llamar a Avis y averiguar quien lo habia alquilado.
– Seguramente no sea nada, senor -anadio, preocupado por no quedar como un idiota.
– Haces muy bien en comprobarlo -le tranquilizo el sargento-. Muchas veces un buen trabajo policial se consigue a partir del detalle mas pequeno. Nadie va a reganarte por ser demasiado observador. ?Que se te pase por alto algo importante, eso si es otra historia!
Troutt le dio las gracias y siguio su camino. Treinta minutos despues el sargento le llamo por radio.
– El coche esta alquilado a nombre de un australiano llamado Chad Skeggs. Vive en Melbourne, el carne de conducir es australiano.
Troutt se puso debajo de un porche para resguardar su libreta de la lluvia y anoto diligentemente el nombre, deletreandoselo al sargento.
– ?Te dice algo ese nombre? -le pregunto Brown.
– No, senor.
– A mi tampoco.
De todos modos, el sargento decidio introducirlo en el registro de incidentes. Por si acaso.
101
Octubre de 2007
Abby estaba sentada en silencio en el asiento trasero del taxi bajo una lluvia torrencial, mirando la pantalla de su telefono movil.
Llevaba el sobre envuelto con el plastico de burbujas metido entre el jersey y la camiseta de debajo. Se habia