— ?A que barrio?

— Es igual.

— ?A que plano?

— Es igual. ? Quiero salir de la estacion!

— Meridional, raster: ciento seis, ciento diecisiete, cero ocho, cero dos. Triducto, plano AF, AG, AC, ronda del plano de los mitos, doce y dieciseis, el plano nadir conduce a todas las direcciones meridionales. Plano central; olider, local; rojo, lejano; blanco, A, B y W. Plano ulder, cercano, todas las escalas hacia arriba, a partir de la tercera… — recito, cantarina, una voz de mujer.

Tenia deseos de arrancar el microfono de la pared, aquel microfono vuelto hacia mi con tanta solicitud. Me aleje. «?Idiota! ?Eres un idiota!», iba repitiendo a cada paso. EX, EX, EX, rezaba una inscripcion que se deslizaba sobre mi, envuelta en una niebla amarilla como el limon. ?Sera tal vez exit? ?La salida?

Una inscripcion enorme: EXOTAL. Me encontre de pronto en una fuerte corriente de aire, muy calida, que hizo aletear mis pantalones. Me hallaba bajo el cielo abierto. Pero la oscuridad nocturna, rechazada por la gran cantidad de luces, pendia muy lejos en el espacio.

Un restaurante gigantesco; me-sitas cuya superficie brillaba en diversos colores, por lo que los rostros, iluminados desde abajo, se ocultaban tras sombras profundas y misteriosas. Asientos bajos. Copas llenas de un liquido negro con espuma verdosa. Farolillos que despedian pequenas chispas, no, parecian mas bien luciernagas. Grandes cantidades de mariposas nocturnas. Un caos de luces extinguia las estrellas. Cuando levante la cabeza, vi solamente una vacuidad negra. No obstante, de modo sorprendente, su ciega existencia me infundio algo de valor. Me detuve y contemple la escena.

Alguien me rozo al pasar; aspire un perfume, fuerte y suave a la vez. Por mi lado paso una pareja, la muchacha se volvio hacia el hombre, sus hombros y pechos desaparecieron en una nube aterciopelada, el la tomo en sus brazos. Empezaron a bailar. «Al menos bailan — pense-; ya es algo.» La pareja dio un par de pasos, una pista de mercurio palido los elevo junto con otras parejas y sus sombras de un rojo oscuro se movieron bajo su disco gigantesco, que giraba lentamente; la pista no se apoyaba en nada, ni siquiera tenia un eje. Giraba, colgada del aire, al son de la musica.

Avance entre las mesas. La blanda masa de plastico sobre la que caminaba, se endurecio ahora como si fuera una roca. Traspase una cortina de luces y me encontre en una gruta rocosa.

Era grande como diez o cincuenta naves de iglesias goticas, llena de estalactitas. Infiltraciones venosas de minerales como perlas rodeaban las salidas de la gruta. Habia gente sentada, con las piernas colgando en el vacio, y entre sus rodillas ardian llamas tremulas, mientras debajo se extendia serenamente el espejo negro de un lago subterraneo, en el que se reflejaban las rocas.

Alli, sobre pequenas balsas descuidadamente montadas, habia mas gente, y todos miraban hacia el mismo lado.

Fui hasta el borde del agua y vi una bailarina en la otra orilla, sobre la arena. Me parecio que iba desnuda, pero la blancura de su cuerpo no era natural. Con pasos pequenos e inseguros, corrio hacia el agua, y cuando su reflejo aparecio en ella, abrio repentinamente los brazos e inclino la cabeza; era el final, pero nadie aplaudio. La bailarina se mantuvo inmovil unos segundos, y despues camino por la orilla, siguiendo su borde irregular. Estaba a unos treinta pasos de mi cuando le ocurrio algo. ? Vi su rostro sonriente y cansado, que de pronto se oscurecio; su silueta empezo a temblar y desaparecio. — ?Un plave para el senor? — pregunto a mis espaldas una voz cortes. Me volvi; nadie, solo una mesita ovalada que se movia sobre patas comicamente torcidas; las copas, llenas de un liquido espumoso, colocadas sobre sendas bandejas, tintineaban. Un brazo me alargo cortesmente la bebida, mientras otro agarraba el plato, que tenia una abertura para | el dedo; parecia una paleta pequena y concava.

Era un automata; vi a traves del cristal su corazon de transistores.

Me aleje de los sumisos brazos de escarabajo, cargados de bocados exquisitos que opte por despreciar. Abandone la gruta artificial con los dientes apretados, como si acabara de sufrir una humillacion incomprensible. Cruce la terraza, entre las mesas en forma de: S, bajo las avenidas de farolillos sombreadas por el polvo ligero de las luciernagas moribundas, negras y doradas.

Junto a la orilla, rodeada de plantas amarillentas como piedras humedecidas por la niebla, senti por fin el aire puro, fresco y verdadero. Cerca de mi habia una mesa desocupada. Me sente, incomodo, ? de espaldas a la gente. Contemple la noche. Abajo la oscuridad se ensanchaba, inesperada y sin forma.; Solo en la lejania, a mucha distancia, ardian en los bordes unas luces finas, oscilantes e inseguras, como | si no fueran electricas. Y aun mas lejos se elevaban j en el cielo espadas de luz, frias y delgadas; no sabia . si eran casas o una especie de mastiles. Las habria tomado por haces de reflectores si no hubieran estado cubiertas por una delicada red — tal seria el aspecto de un gigantesco cilindro de cristal con la parte inferior hundida en la tierra, lleno de lentes ya concavas, ya convexas —. Tenian que ser increiblemente altos; a su alrededor habia una lluvia de luces temblorosas, envueltas por una guirnalda de reflejos anaranjados y casi blancos. Esto era todo, asi se veia la ciudad; trate de encontrar calles, de adivinarlas, pero la oscura y muerta superficie de alli abajo se extendia por doquier, sin que la iluminara ninguna chispa.

— ?Kol…? — oi, y no por primera vez, aunque al principio no me habia dado por aludido. Antes de que pudiera volverme del todo, el asiento lo hizo por mi. Ante mi se encontraba una muchacha de unos veinte anos, vestida con algo azul claro, muy cenido. Los hombros y el pecho se perdian entre unas plumas azul oscuro, que hacia abajo eran cada vez mas transparentes. Su hermoso y esbelto vientre era como una escultura de metal animado. En las orejas llevaba algo luminoso, tan grande que no dejaba ver el pabellon del oido. Sus labios pequenos, abiertos en una sonrisa insegura, estaban pintados, los agujeros de la nariz eran rojos por dentro; ya habia observado que la mayoria de mujeres se pintaban asi.

Agarro con ambas manos el respaldo del asiento que habia frente a mi y pregunto:

— ?Como te va, kol?

Se sento.

Tuve la impresion de que estaba algo bebida.

— Esto es aburrido — comento momentos despues —, ?no crees? ?Nos vamos, kol?

— Yo no soy kol… — conteste.

Apoyo los codos en la mesa y movio la mano que sostenia una copa a medio llenar. El extremo de una cadenita de oro que llevaba en el dedo estaba sumergido en el liquido. Se inclino mas hacia delante. Senti su aliento. Si estaba bebida, no era de alcohol.

— ?Que dices? — replico —. Lo eres, tienes que serlo. Todo el mundo es un kol. ?Que te parece? ?Nos vamos?

Si al menos pudiera saber que significaba esto.

— Bueno — dije.

Se levanto. Yo tambien me levante de aquel asiento horriblemente bajo.

— ?Como lo haces? — interrogo.

— ?Que?

Me miro los pies.

— Pense que estabas de puntillas…

Sonrei sin decir nada. Se acerco, me tomo del brazo y volvio a asombrarse.

— ?Que tienes ahi?

— ?Donde, aqui? Nada.

— Pues cantas — afirmo, tirando ligeramente de mi. Caminamos entre las mesas, y yo reflexione sobre lo que podria significar «cantas»…, ?tal vez «mientes»?

Me llevo hasta una pared de un dorado oscuro, donde refulgia un signo parecido a una caja de violin. Al acercarnos, la pared se abrio. Senti una rafaga de aire caliente.

La estrecha y plateada escalera discurria hacia abajo. Nos detuvimos. Ella no me llegaba ni al hombro. Tenia una cabeza pequena, cabellos negros con reflejos azulados y un perfil quiza demasiado energico, pero era bonita. Solo esas ventanas de la nariz de color escarlata…

Su mano esbelta me agarraba con fuerza, y sus unas verdes se hundian en la lana gruesa de mi jersey. Sonrei involuntariamente, con las comisuras de los labios, al pensar que mi chaqueta habia estado en todas partes y casi nunca la habian tocado unos dedos de mujer.

Por un pasillo abovedado que respiraba luces — del rosa al carmin y del carmin al rosa —, llegamos a la

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