una ramita de laurel con aire dubitativo.

Capitulo XXII

La surprise-party llegaba a su fin. Janine habia logrado disimular en su corpino los veintinueve discos elegidos con cuidado durante la tarde. Corneille habia partido hacia mucho tiempo para comer una papilla, luego habia regresado y vuelto a partir y nadie sabia donde estaba. Sus padres, enloquecidos, daban vueltas en circulo en medio de la sala y todo el mundo creia que se trataba de un baile swing inedito.

Antioche subio a los pisos superiores. Extirpo dos parejas de la cama del Mayor, otras dos y un pederasta de la suya, tres del armario de las escobas, una del armario de los zapatos (era una parejita). Encontro siete chicas y un muchacho en la carbonera, absolutamente desnudos y cubiertos de vomitos malvas. Saco a una morochita de la caldera que por suerte no estaba del todo apagada lo que la salvo de la neumonia, recupero diez francos cuarenta y cinco en monedas de cobre, sacudiendo una arana en la cual dos individuos borrachos, de sexo indeterminado, jugaban al bridge desde la tarde, sin que se los viera, recogio los pedazos de setecientos sesenta y dos vasos de cristal tallado rotos durante la recepcion. Encontro restos de masas hasta debajo de las sillas, una polvera entre el papel higienico, un par de medias de lana a cuadros, desparejas, en el horno electrico, devolvio la libertad a un perro de caza -no lo conocia- encerrado en el aparador y apago seis principios de incendio provocados por la ignicion persistente de los puchos sueltos. Tres divanes de los cuatro de la sala de baile estaban manchados de porto; el cuarto, de mayonesa. El pick-up habia perdido el motor y el brazo. Solo quedaba el interruptor.

Antioche volvio a la sala en el momento en que partian los invitados.

Sobraban tres impermeables.

Les dijo hasta pronto a todos y se fue hasta la verja donde, para vengarse, bajo a uno de cada cuatro a rafagas de ametralladora a medida que salian. Despues subio por la avenida y volvio a pasar delante del macizo de laurel.

El mackintosh a caballo sobre Jacqueline desvanecida largaba grititos de placer.

Antioche le dio unos sopapos, vistio a Fromental siempre inerte y a su companera del principio que dormia en el cesped, y los desperto a patadas en el trasero.

– ?Donde esta mi auto? -pregunto Fromental recobrando el sentido.

– Ahi -dijo Antioche mostrandole un monton de desperdicios de los que surgia un volante todo retorcido.

Fromental se sento frente al volante e hizo subir a la chica a su lado.

– Un Cardebrye parte siempre en un cuarto de vuelta -bramo. Tiro de una palanca y el volante partio arrastrandolo tras el…

La rubiecita lo seguia corriendo…

Segunda Parte. A LA SOMBRA DE LOS RONEOS

Capitulo I

El Sub-Ingeniero principal Leon-Charles Miqueut celebraba su consejo hebdomadario en medio de sus seis adjuntos en el escritorio hediondo que ocupaba en el ultimo piso de un edificio moderno de piedra tallada.

La pieza estaba amueblada con gusto perfecto con seis clasificadores de roble sodomizado pintados con barniz burocratico, tirando a caca de ganso, muebles de acero con cajones rodantes donde se alineaban los papeles particularmente confidenciales, mesas sobrecargadas de documentos urgentes, un planning de tres metros por dos con un sistema de fichas multicolores jamas al dia. Una decena de tablas soportaban los frutos de la actividad laboriosa del servicio, concretados en fasciculitos gris raton, que intentaban reglamentar todas las formas de la actividad humana. Se los llamaba Nothons. Intentaban, orgullosamente, organizar la produccion y proteger a los consumidores.

En el orden jerarquico, el Sub-Ingeniero principal Miqueut estaba colocado inmediatamente despues del Ingeniero principal Toucheboeuf. Los dos se ocupaban de los problemas tecnicos.

El cuidado de las cuestiones administrativas incumbia, naturalmente, al Director administrativo, Joseph Brignole, y, por otra parte, al Secretario general.

El Presidente-Director general Emile Gallopin coordinaba las actividades de sus subordinados. Una decena de administradores de todo pelo completaban el conjunto, que se intitulaba CONSORTIUM NACIONAL DE LA UNIFICACION, o, por abreviatura, el C.N.U.

El inmueble abrigaba, ademas, algunos Inspectores generales, ex soldadotes jubilados, que se pasaban lo mejor de su tiempo roncando en las reuniones tecnicas, y el resto, recorriendo la zona con el nombre de misiones que les daba el pretexto para esquilmar a los adherentes cuyas cotizaciones permitian al C.N.U. subsistir, tan bien como mal.

Para evitar abusos, el Gobierno, no pudiendo frenar de golpe el encarnizamiento de los Ingenieros principales Miqueut y Toucheboeuf para elaborar Nothons, delego, para representarlo y supervisar al C.N.U., a un brillante politecnico, Delegado Central del Gobierno, Requin, cuya tarea consistia en retardar lo mas posible la salida de Nothons. Lo lograba sin esfuerzo, convocando numerosas veces por semana a las cabezas del C.N.U. a su escritorio, para discusiones cien veces repetidas pero las que gracias a la costumbre se hicieron imprescindibles. Por otra parte, el senor Requin cobraba en varios ministerios, y firmaba obras tecnicas que oscuros ingenieros elaboraban durante horas penosas.

A pesar del Gobierno, a pesar de los obstaculos, a pesar de todo, al fin de cada mes uno se enfrentaba con esta evidencia: algunos Nothons mas habian visto la luz. Sin las sabias precauciones tomadas por los industriales y los comerciantes, la situacion se hubiera vuelto peligrosa: ?que pensar de un pais donde se dan cien centilitros por litro y donde un perno garantido para resistir quince toneladas aguanta una carga de 15.000 kilos? Felizmente, las profesiones interesadas tenian, apoyadas por el Gobierno, una parte importante en la creacion de los Nothons, y los establecian de tal manera que se necesitaban anos para descifrarlos: al final de ese tiempo se preparaba su revision.

Miqueut y Toucheboeuf, para congraciarse con el Delegado, tambien habian intentado moderar el celo de sus subordinados y contener la produccion de Nothons, pero despues que se habia reconocido la inocuidad de estos se limitaban a dar recomendaciones frecuentes de prudencia, y siguiendo el ejemplo del Delegado Requin multiplicaban las reuniones, que hacian perder el maximo de tiempo. Ademas los Nothons, gracias a una habil propaganda, tenian entre el publico -al que pretendian proteger- una muy mala reputacion.

Capitulo II

– ?Bueno! -dijo Miqueut tartamudeando, pues no tenia facilidad de palabra-, eh… hoy voy a hablar de… eh… varias cosas sobre las cuales creo util atraer de nuevo… al menos para algunas de ellas, vuestra atencion.

Los considero a todos con la mirada de un topo que hubiera hecho una broma, humedecio sus labios con un poco de saliva blancuzca, y prosiguio:

– En principio, el problema de las comas… He notado, y muchas veces… fijense que no hablo especialmente de nuestro servicio, donde, por el contrario, fuera de algunas excepciones, en general se presta atencion, que la ausencia de comas puede, en ciertos casos, ser particularmente enojosa… ustedes saben que las comas, que estan destinadas a marcar en la frase que se escribe, una pausa que debe respetar, dentro de lo posible, la voz del que lee, en el caso, por supuesto, de que ese documento deba ser leido en voz alta… en suma, pues, les recuerdo que es necesario poner mucha atencion, en el caso, sobre todo, de documentos, no es cierto, que deban ser enviados a

Вы читаете Vercoquin y el plancton
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×