la Delegacion.

La Delegacion era el organismo gubernamental presidido por el senor Requin, encargado de estudiar las sugerencias y proyectos de Nothons que emanaban del C.N.U. y hacia el cual Miqueut sentia un terror santo, porque representaba a la Administracion.

Miqueut se detuvo. Siempre se ponia un poco palido y solemne cuando hablaba de la Delegacion, y bajaba la voz varios tonos.

– Les recuerdo, sobre todo cuando se trata de informes, que es necesario poner mucha atencion y estoy seguro de que haran todo lo necesario para no olvidar esta observacion, que, repito, no se aplica a nuestro servicio donde, en general, fuera de algunas excepciones, se presta bastante atencion. Tuve ocasion de charlar hace poco con una persona que examina frecuentemente estos problemas, y les aseguro que lo importante en los Nothons, es el texto que los acompana y los presenta, y, no es cierto, hay… eh… mucho interes en poner la mayor atencion ya que lo que se lee en los Nothons es el informe, y es por eso que yo insisto siempre para que pongan mucha atencion en eso, pues en las relaciones con el exterior y en particular con la Delegacion, insisto sobre este punto, debemos cuidarnos de bromear, pues peligra en transformarse en drama, y despues, es toda una historia… y de todas maneras, les aconsejo vivamente no contar con nuestro organismo de control, que debe controlar, pero que de hecho no debe tener nada que hacer, y por otra parte, algunos de ustedes a quienes ya he hablado, han constatado a su costa, que existe cierto riesgo en fiarse de ese control que, repito, esta ahi para controlar pero que de hecho no debe tener nada que controlar cuando los documentos bajan.

Se detuvo, satisfecho, paseando una mirada circular sobre los seis adjuntos que se adormecian beatificamente, escuchandolo con una ligera sonrisa en los labios.

– En suma -prosiguio-, lo repito, es necesario poner mucha atencion. Y ahora quisiera hablarles de otro problema que es casi tan importante como el de las comas, es el de los punto y comas…

Tres horas despues, el consejo hebdomadario que, en principio, debia durar diez minutos, proseguia todavia y Miqueut decia:

– Y bien, yo creo que… eh… casi hemos agotado el programa de esta manana… ?Ven algun otro problema que pudieramos estudiar?

– Si, senor -dijo Adolfo Troude, despertandose sobresaltado-. Esta el problema de Epatant y del Petit Illustre.

– ?Que es lo que no anda? -pregunto Miqueut.

– Anda muy mal -afirmo Troude-. Las secre… nos los roban y los Inspectores Generales no terminan de leerlos.

– Sabe que debemos mostrar la mayor deferencia, yo tanto como usted, frente a los Inspectores Generales, que son tipos macanudos…

– No es una razon -dijo Troude, sin logica aparente-, para que las secre nos roben L'Epatant.

– En todo caso hace bien en informarme -dijo Miqueut, que anoto el resumen en un block especial-. Interrogare a la senora Longre sobre este tema… ?No ve ningun otro?

– No -dijo Troude, y los otros hicieron 'no' con la cabeza.

– Entonces, senores, se levanta la sesion… Leger, quedese un minuto, tengo que hablarle.

– Enseguida, senor -dijo Leger-. Voy a tomar mi anotador.

Capitulo III

Al volver a su escritorio como un vendaval, Leger se froto durante unos instantes su bigotito que las polillas habian comido un poco durante el invierno a raiz de la escasez de paradiclorobenceno, debida a la epidemia de influenza que acababa de asolar la region lionesa. Ajusto sus polainas salmon, tomo un grueso legajo de correspondencia urgente que golpeo contra su muslo para quitarle el polvo, y se precipito a lo de Miqueut.

– Aqui esta, senor -dijo sentandose a la izquierda de ese hombre temible-. He preparado ciento veintisiete respuestas para el correo de la manana y tengo treinta y dos notas para la Delegacion que usted me habia pedido para manana.

– ?Perfecto! -dijo Miqueut-. ?Hizo tipear el stencil de seiscientos cincuenta y cuatro paginas que recibimos anteayer?

– La senorita Rouget acaba de tipearlo -dijo Leger-. La he sacudido un poco… No estoy demasiado contento con su trabajo.

– En efecto -dijo Miqueut-, no trabaja demasiado rapido. En fin, cuando vengan tiempos mejores, trataremos de encontrarle una secretaria… a su altura. Por el momento, no es cierto, es necesario tomar lo que se encuentra. Vamos, veamos esas cartas.

– La primera -dijo Leger-, es la respuesta al Instituto del Caucho para los ensayos de vesiculas de vidrio.

El Sub-Ingeniero principal Miqueut ajusto sus gafas y leyo:

'Senor

Como respuesta a v/carta cuya referencia citamos arriba…'

– No -dijo-, ponga: 'Tenemos el honor de acusar recibo de v/carta cuya referencia citamos arriba'… es la formula consagrada, no es cierto…

– ?Ah, si! -dijo Leger-, perdoneme, la habia olvidado.

Miqueut prosiguio:

'…tenemos el honor de informarles que…'

– ?Bien! -aprobo-, comprendio la formula. En el fondo, su primera redaccion podia andar… la restablecera, no es cierto…

'…de informarles que nos proponemos proceder proximamente a ensayos sobre vesiculas de vidrio en las condiciones normales de utilizacion. Quedariamos reconocidos si tuvieran a bien hacernos saber…'

– No, no es cierto, en suma, dependen mas o menos de nosotros y no vamos a ser demasiado… eh… obsequiosos, no… en fin, se da cuenta, no es la palabra… se da cuenta, ?eh?

– Si… -respondio Leger.

– ?Pondra otra cosa, eh? confio en usted… Ponga: 'le rogamos'… o… en fin, usted vera…

'…tuvieran a bien hacernos saber…'

– Vamos, usted arreglara eso, ?eh?

'…si le sera posible participar en esta reunion en la cual tomaran parte igualmente S. Em. el cardenal Baudrillon, el senor Director del Latex y de Comunicaciones del Ministerio Central de Turberas y Vias de Agua, y el senor Inspector de Juegos Inocentes del Departamento del Sena. Le rogamos hacernos saber…'

– Van a ser dos 'le rogamos', si se cambia la frase precedente -senalo Leger, que tenia un ojo de lince.

– En fin… eh… arreglara eso, no es cierto, le tengo confianza…

'…de hacernos saber lo mas pronto posible si podra asistir'…

– ?Ah! no -protesto Miqueut-, su redaccion no es buena…

Armandose de un lapicito directoral -de una marca reservada a los Cuadros del Consortium-, escribio entrelineas, con caracteres concisos:

'…de hacernos saber con toda urgencia' -no es cierto- 'si le sera posible asistir'…

– Comprende, asi, en suma, es mas… en fin, usted comprendera…

– Si, senor -dijo Leger.

– En fin -concluyo Miqueut recorriendo rapidamente con la mirada el final de la carta-, su carta esta totalmente bien aparte de eso… Veamos las otras…

El timbre del telefono interno llamo, interrumpiendolo de pronto.

– ?Ah! llama -dijo con un gesto de fastidio.

Descolgo.

– ?Hola? ?Si! ?Buen dia apreciado amigo!… ?Enseguida? ?Bueno! ?Bajo!

– Me llaman para la malilla -dijo con un gesto de excusa-. Vere el resto mas tarde…

– Muy bien, senor -respondio Leger, que salio y cerro la puerta…

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