del azar, como diosa de lo impredecible.

Como nuestra relacion continuaba siendo un secreto, no tenia sentido que le sirviera de acompanante aquella noche. Me presente en la galeria como otro invitado cualquiera, le di a Maria un beso de enhorabuena y luego me quede entre la gente con un vaso de plastico en la mano, bebiendo vino blanco barato mientras recorria la sala con los ojos en busca de caras conocidas. No vi a nadie conocido. En un momento dado, Maria miro hacia mi y me guino un ojo, pero aparte de la breve sonrisa con la que respondi, mantuve el trato y evite el contacto con ella. Menos de cinco minutos despues de ese guino, alguien se me acerco por la espalda y me dio un golpecito en el hombro. Era un hombre que se llamaba John Johnston, un conocido a quien no habia visto en varios anos. Iris estaba de pie a su lado y, despues de que el y yo intercambiasemos unos saludos, el hombre nos presento. Basandome en su aspecto, supuse que ella era modelo, un error que la mayoria de la gente sigue cometiendo cuando la ve por primera vez. Iris tenia tan solo veinticuatro anos entonces, una presencia rubia deslumbrante, una estatura de un metro ochenta con una exquisita cara escandinava y los ojos azules mas profundos y alegres que se pueden encontrar entre el cielo y el infierno. ?Como hubiese podido adivinar que era una estudiante graduada en literatura inglesa en la Universidad de Columbia? ?Como hubiese podido saber que habia leido mas libros que yo y que estaba a punto de empezar una tesis de seiscientas paginas sobre las obras de Charles Dickens?

Supuse que ella y Johnston eran intimos amigos, asi que le estreche la mano y me esforce por no mirarla fijamente. Johnston estaba casado con otra la ultima vez que yo le habia visto, pero deduje que se habia divorciado y no se lo pregunte. Luego resulto que el e Iris apenas se conocian. Los tres hablamos durante unos minutos y luego Johnston se dio la vuelta de pronto y empezo a hablar con otra persona, dejandome a solas con Iris. Solo entonces empece a sospechar que su relacion era casual. Inexplicablemente saque mi cartera y le ensene a ella algunas instantaneas de David, presumiendo de mi hijo como si fuese una figura publica famosa. De hacer caso a Iris cuando recuerda esa tarde ahora, fue en ese momento cuando comprendio que estaba enamorada de mi, que yo era la persona con la que iba a casarse. Yo tarde un poco mas en comprender lo que sentia por ella, pero solo unas cuantas horas. Continuamos hablando durante la cena en un restaurante cercano y luego mientras tomabamos una copa en otro lugar. Debian de ser mas de las once cuando terminamos. Pare un taxi para ella en la calle, pero antes de abrir la puerta para que entrase, alargue las manos y la cogi, atrayendola hacia mi y besandola profundamente en la boca. Fue una de las cosas mas impetuosas que he hecho nunca, un momento de pasion loca y desenfrenada. El taxi se marcho, e Iris y yo continuamos de pie en medio de la calle, abrazados. Era como si fuesemos las primeras personas que se habian besado nunca, como si hubiesemos inventado juntos esa noche el arte de besar. A la manana siguiente, Iris se habia convertido en mi final feliz, el milagro que me habia sucedido cuando menos lo esperaba. Nos tomamos el uno al otro por asalto y nada ha vuelto a ser igual para mi desde entonces.

Sachs fue mi padrino de boda en junio. Hubo una cena despues de la ceremonia y hacia la mitad de la comida se levanto para hacer un brindis. Fue muy breve y por eso recuerdo exactamente lo que dijo.

– Tomo estas palabras de la boca de William Tecumseh Sherman -dijo-. Espero que al general no le importe, pero el llego antes que yo y no se me ocurre una forma mejor de expresarlo. -Luego, volviendose hacia mi, Sachs levanto su copa y dijo-: Grand me apoyo cuando estaba loco. Yo le apoye cuando el estaba borracho, y ahora nos apoyamos mutuamente siempre.

3

Comenzo la era de Ronald Reagan. Sachs continuo haciendo lo que siempre habia hecho, pero en el nuevo orden americano de la decada de 1980 su posicion se hizo cada vez mas marginal. No era que no tuviese publico, pero este se reducia progresivamente y las revistas que publicaban su trabajo eran cada vez mas minoritarias. Casi imperceptiblemente, Sachs llego a ser considerado un caso atavico, alguien en discordia con el espiritu de la epoca. El mundo habia cambiado a su alrededor y en el actual clima de egoismo e intolerancia, de golpes de pecho, de americanismo imbecil, sus opiniones sonaban curiosamente duras y moralistas. Ya era bastante malo que la derecha estuviera en ascenso en todas partes, pero para el aun era mas perturbador el colapso de cualquier oposicion efectiva. El Partido Democrata se habia hundido; la izquierda practicamente habia desaparecido; la prensa estaba muda. De repente el bando contrario se habia apropiado de todos los argumentos y levantar la voz contra el era considerado de mala educacion. Sachs continuo fastidiando, defendiendo aquello en lo que siempre habia creido, pero cada vez eran menos las personas que se tomaban la molestia de escucharle. El fingia que no le importaba, pero yo veia que la batalla le estaba agotando, que aunque intentaba hallar consuelo en el hecho de que tenia razon, iba perdiendo gradualmente la fe en si mismo.

Si se hubiese hecho la pelicula, tal vez las cosas habrian cambiado para el, pero la prediccion de Fanny resulto certera, y despues de seis u ocho meses de revisiones, renegociaciones y vacilaciones el productor acabo abandonando el proyecto. Es dificil calcular la medida exacta de la decepcion de Sachs. Aparentemente se tomo el asunto jocosamente, gastando bromas, contando historias de Hollywood, y riendose de las grandes sumas de dinero que habia cobrado. Puede que esto fuera un farol o puede que no, pero estoy convencido de que una parte de el habia dado gran importancia a la posibilidad de ver su libro convertido en pelicula. Al reves que otros escritores, Sachs no tenia ningun recelo ante la cultura popular y no habia tenido ningun sentimiento conflictivo respecto al proyecto. No era cuestion de hacer concesiones, era una oportunidad de llegar a un gran numero de personas y no titubeo cuando recibio la propuesta. Aunque nunca lo dijo explicitamente, intui que la llamada de Hollywood habia halagado su vanidad, aturdiendole con una breve y embriagadora vaharada de poder. Era una reaccion absolutamente normal, pero Sachs nunca era indulgente consigo mismo, y es probable que mas tarde se arrepintiese de aquellos exagerados suenos de gloria y exitos. Eso hacia que le resultase mas dificil hablar de sus verdaderos sentimientos una vez que el proyecto fracaso. Habia mirado a Hollywood como una forma de escapar a la inminente crisis que crecia en su interior, y una vez que quedo claro que no habia escape, creo que sufrio mucho mas de lo que nunca dejo entrever.

Todo esto es especulacion. Que yo notara, no hubo cambios bruscos o radicales en la conducta de Sachs. Su programa de trabajo era el mismo disparatado embrollo de compromisos excesivos y fechas limite, y una vez que el episodio de Hollywood quedo atras, continuo produciendo tanto como siempre, si no mas. Articulos, ensayos y resenas seguian manando de el a un ritmo asombroso, y supongo que se podria argumentar que, lejos de haber perdido el rumbo, corria a toda velocidad. Si pongo en duda este retrato optimista de Sachs durante aquellos anos, es solo por lo que ocurrio despues. En su interior se sucedieron cambios notables, y aunque es bastante sencillo senalar el momento en que empezaron estos cambios -centrar la punteria en la noche de su accidente y echarle la culpa de todo a aquel extrano suceso-, ya no creo que esa explicacion sea adecuada. ?Es posible que alguien cambie de la noche a la manana? ?Puede un hombre dormirse siendo una persona y despertarse siendo otra? Tal vez, pero yo no apostaria por ello. No es que el accidente no fuese grave, pero una persona puede reaccionar de mil maneras diferentes ante un roce con la muerte. Que Sachs reaccionase como lo hizo no significa que yo crea que tenia eleccion. Por el contrario, lo considero un reflejo de su estado mental antes del accidente. En otras palabras, aunque aparentemente a Sachs le fuese mas o menos bien por entonces, aunque solo fuese vagamente consciente de su propia angustia durante los meses y los anos que precedieron a aquella noche, estoy convencido de que estaba muy mal. No tengo pruebas que apoyen esta afirmacion, excepto la prueba de la percepcion retrospectiva. La mayoria de las personas se hubieran considerado afortunadas por haber sobrevivido a lo que le paso a Sachs aquella noche y luego no le habrian dado mas vueltas. Pero Sachs no hizo eso, y el hecho de que no lo hiciese -o, para ser mas precisos, el hecho de que no pudiese hacerlo- sugiere que no fue tanto que el accidente le cambiase como que puso de manifiesto algo que anteriormente habia estado oculto. Si me equivoco en esto, todo lo que he escrito hasta ahora son estupideces, un monton de meditaciones irrelevantes. Puede que la vida de Ben se rompiese en dos aquella noche, dividiendose en un antes y un despues bien definidos; en cuyo caso todo lo del antes puede borrarse del registro. Pero si eso es verdad, significaria que la conducta humana no tiene ningun sentido. Significaria que nunca se puede entender nada acerca de nada.

Yo no presencie el accidente, pero estaba alli la noche en que sucedio. Habria cuarenta o cincuenta personas en la fiesta, una masa de gente hacinada en los confines de un abarrotado piso de Brooklyn Heights, sudando, bebiendo, armando mucho alboroto en el aire caliente del verano. El accidente ocurrio a eso de las diez, pero para entonces la mayoria de nosotros habiamos subido al tejado para ver los fuegos artificiales. Solo dos personas vieron

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