acabar muriendo o volviendose loco…».
Noto a continuacion un golpe seco en la mejilla. Oyo su sonido un segundo despues; estaba completamente desorientada y todo se volvio obscuro de nuevo. Tuvo la sensacion de encontrarse perdida…
Y entonces se desperto, de rodillas, con la cara banada en lagrimas. Frederick estaba arrodillado a su lado, y sin pensarselo dos veces, Sally le abrazo fuertemente y empezo a sollozar. El muchacho hizo lo mismo y no dijo nada. Estaban en el vestibulo. ?Cuando se habia desplazado hacia alli? Madame Chang estaba de pie un poquito mas alla, mirando atentamente.
Cuando vio que Sally habia vuelto en si de nuevo, la senora dio un paso hacia delante y se inclino.
– Por favor sientese en el divan, senorita Lockhart. Li Ching le traera algun refresco.
Le dio unas palmaditas. Frederick la ayudo a sentarse en el divan de seda y el anciano le ofrecio una taza de porcelana que contenia alguna bebida aromatica bien caliente.
Sorbio la bebida y sintio que su cabeza se despejaba.
– ?Que ha sucedido? ?Cuanto tiempo he estado…?
– Estabas bajo los efectos del opio -dijo Frederick-. Has debido de inhalar mas de la cuenta. Pero caer bajo sus efectos tan rapido… no es muy normal, ?verdad, Madame Chang?
– No es la primera vez que prueba el opio -dijo la dama.
– ?Nunca en mi vida he fumado opio! -dijo Sally.
– Siento contradecirla, senorita Lockhart, pero usted ya ha inhalado opio antes. He visto miles de personas que lo han hecho y lo se. ?Que vio en su delirio?
– Una escena que… ya habia visto muchas otras veces. Una pesadilla. Estan matando a un hombre y… y dos hombres mas vienen y… ?Que puede ser, Madame Chang? ?Me estoy volviendo loca?
La dama nego con la cabeza.
– El poder del opio es ilimitado. Oculta perfectamente los secretos del pasado… Ni unos ojos de lince podrian encontrarlos a plena luz del dia; y luego los revela todos como si fueran un tesoro enterrado, cuando ya han sido olvidados. Lo que ha visto es un recuerdo, senorita Lockhart, no un sueno.
– ?Como puede estar segura de que no es una fantasia? -pregunto Frederick-. ?Realmente quiere decir que Sally ha estado bajo la influencia del opio antes, y que su pesadilla es un recuerdo del momento en que sucedio? ?No es posible que sea tan solo un sueno?
– Es posible, senor Garland, pero no es lo que ha sucedido. Puedo ver claramente lo que para usted es invisible, como un medico puede ver claramente la enfermedad de su paciente. Cientos de senales nos ayudan a interpretar esas cosas, pero si no se saben leer, no se ve absolutamente nada.
Su apacible figura hablaba desde la penumbra como la sacerdotisa de algun culto ancestral, llena de autoridad y de sabiduria. Sally sintio unas ganas terribles de volver a llorar.
Se levanto.
– Gracias por sus explicaciones, Madame Chang -dijo ella-. ?Estoy… estoy en peligro por culpa de la droga? Ahora que la he inhalado una vez, ?me creara adiccion?
– La ha probado dos veces, senorita Lockhart -dijo la mujer-. Si esta en peligro, no es por la droga, aunque ahora tenga el opio en su cuerpo. Le ha desvelado algo que no sabia; quiza deseara otra vez el opio, pero no sera por su adiccion, sino por lo que le puede mostrar.
Madame Chang hizo una reverencia para despedirse y Frederick se levanto y le tendio un brazo a la chica, mientras empezaba a dirigirse hacia la puerta. Sally, que aun estaba mareada, se agarro a el y, despues de despedirse, se fueron.
En el exterior ya casi era de noche. El aire fresco le sento muy bien a Sally, que respiraba profundamente sintiendo verdadero alivio, y pronto noto que el dolor de cabeza se desvanecia ligeramente.
Antes de que se dieran cuenta ya estaban en Commercial Road, en medio del bullicio… El trafico, las farolas de gas, los escaparates iluminados hicieron que el fumadero de opio pareciese un sueno.
Pero ella aun temblaba y su cuerpo estaba completamente empapado de sudor.
– Cuentamelo -dijo Frederick.
Desde que habian salido del fumadero, Garland habia permanecido en silencio; parecia que supiese que ella lo necesitaba. «Puedo confiar en el», penso Sally. Y por esa razon se lo conto todo.
– Pero Frederick, lo peor de todo fue… -dijo vacilante.
– Tranquila. Ahora estas a salvo. Pero ?que fue lo peor de todo?
– El hombre que hablaba. Habia oido su voz en mis suenos muchas veces, pero hoy la he reconocido. Era el comandante Marchbanks; y el hombre que me miraba, Frederick, ?era mi padre! ?No lo entiendo! ?Que significa?
La sociedad estereografica
Cuando regresaron de Limehouse, Sally se fue directamente a la cama y durmio durante muchas horas sin que ningun sueno la perturbase.
Se desperto justo despues del amanecer. El cielo estaba despejado, limpio; parecia que la noche habia hecho desaparecer todos los horrores de opio y asesinato, y Sally se sintio mucho mas animada y confiada en si misma.
Despues de vestirse rapidamente y de encender la estufa de la cocina, decidio examinar el resto de la casa. De hecho, Rosa se lo habia sugerido la manana anterior: creia que desaprovechaban espacio. Quiza habria lugar para algun inquilino.
Sally penso que tenia razon. La casa era mucho mas grande de lo que parecia desde la calle. Tenia tres plantas, junto con un desvan y un sotano, y un gran patio en la parte de detras. Dos de las habitaciones estaban completamente llenas de aparatos fotograficos, ademas del cuarto de revelado y el laboratorio. La habitacion contigua a la tienda, en la planta baja, habia sido preparada como estudio para retratos formales. Luego Sally encontro una sala, en la planta superior, que contenia una cantidad inmensa de objetos de todas clases, y por un momento penso que habia ido a parar a un museo; pero finalmente dio con dos habitaciones tipo desvan vacias y tres mas de las cuales dos considero que podrian ser muy confortables, si se amueblaban adecuadamente.
Sally les explico el resultado de su exploracion mientras desayunaban. Lo habia preparado ella. Aquel dia tocaba copos de avena, muy buenos para la salud, penso.
– Frederick, ?estas muy ocupado esta manana?
– Mas que nunca. Pero el trabajo puede esperar.
– Rosa, ?tienes que ensayar?
– A la una. ?Por que?
– Y tu, Trembler, ?tienes un rato?
– No lo se, senorita. Tengo que ponerme a revelar.
– Bueno, no me extendere mucho. Solo queria deciros como podemos ganar dinero.
– Bueno, para esto -dijo Rosa- dispones de todo el tiempo que quieras. ?Como podemos hacerlo?
– Es algo que pense en Oxford el otro dia. Se lo empece a contar a Frederick en el tren.
– Hum… -dijo el-. Estereoscopios.
– No, no solo los estereoscopios en si, sino las fotos. Es lo que quiere la gente. He echado un vistazo al resto de la casa esta manana y se me ha ocurrido lo que podriamos hacer. Hay una habitacion llena de cosas extranas, lanzas y tambores, idolos y no se cuantas cosas mas…
– Es el despacho del tio Webster -dijo Rosa-. Ha estado coleccionando todo eso durante anos.
– Bueno, pues eso es solo una parte de la cuestion -Sally continuo-. La otra es Rosa. ?Se podria contar una historia con fotografias? Con gente, actores, en situaciones dramaticas, como si fuera una obra de teatro, ?con escenario y decorados?
Hubo un pequeno silencio.
– ?Crees que se venderian? -pregunto Rosa.
– Se venderian como churros -dijo Trembler-. Dame mil y los vendere antes de la cena. ?Pues claro que si que se venderian!
– Publicidad -anadio Sally-. Podriamos conseguir una columna en todos los periodicos. Tenemos que ponerles