apenas perceptibles, surcandole una expresion de dolor.

— ?Me alegro de verle sano y salvo, Ren!

— Le necesito grandemente — dijo el fisico, tendiendole sus pequenas manos, salpicadas de pecas.

— ?Que hace usted aqui tan temprano? Aun falta mucho para la salida…

— He venido a despedir a los de la Aella, pues me hacen suma falta unos datos sobre la gravitacion de una estrella tan pesada. Y al enterarme de que usted vendria, me he quedado…

Dar Veter callaba, esperando la explicacion.

— ?Vuelve usted al observatorio de las estaciones exteriores, a peticion de Yuni Ant?

Dar Veter asintio con la cabeza.

— Ultimamente, Ant ha grabado varios mensajes recibidos por el Circuito y no descifrados aun…

— Todos los meses se efectua una recepcion de mensajes fuera del horario habitual de informaciones. Y el momento de conectar las estaciones se adelanta en dos horas terrestres. En un ano, esta verificacion ocupa veinticuatro horas terrestres, y en ocho, una cienmilesima de segundo galactico. Asi se llenan las lagunas en las recepciones del Cosmos. Durante el ultimo semestre del ciclo de ocho anos se han empezado a recibir mensajes incomprensibles y, sin duda, muy lejanos.

— Me interesan en extremo.

— Todo lo que yo sepa, se lo comunicare inmediatamente.

Ren Boz dio un suspiro de satisfaccion y pregunto:

— ?Vendra tambien Veda Kong?

— Si, la espero. ?Sabe usted que ha estado a punto de perecer al explorar una cueva llena de maquinas antiguas y dotada de una hermetica puerta de acero?

— Lo ignoraba.

— Y yo me olvidaba de que usted no se interesa tan profundamente por la historia como Mven Mas. En todo el planeta se discute sobre lo que pueda haber tras esa puerta.

Millones de voluntarios se ofrecen para las excavaciones. Veda ha decidido someter la cuestion a la Academia de las Grandes Cifras y de la Prediccion del Futuro.

— ?Y Evda Nal no vendra?

— No, no puede.

— Muchos lo sentiran. Veda la quiere extraordinariamente, y Chara la adora.

?Recuerda usted a Chara?

— ?Ah! ?Esa mujer elastica… semejante a una pantera?… — y Dar Veter alzo las manos con fingido espanto.

— Usted dira: ?Vaya un modo de apreciar la belleza femenina! Pero yo caigo constantemente en el error de los hombres del pasado que no entendian nada de las leyes de la psicofisiologia y de la herencia. Siempre quiero ver en los demas mis concepciones y sentimientos.

— Evda, como todos los habitantes del planeta — dijo Ren Boz, interrumpiendo aquella confesion de su interlocutor — seguira el momento de la partida.

Y el fisico senalo a los altos tripodes de las camaras de recepcion blanca, infrarroja y ultravioleta, dispuestas en semicirculo alrededor de la astronave. Los diferentes grupos de rayos del espectro aumentarian en las pantallas las imagenes en colores, dandoles calor y vida real, del mismo modo que los diafragmas tonales suprimirian la resonancia metalica en las voces transmitidas.

Dar Veter miro en direccion Norte, de donde, arrastrando su pesada carga, venian unos electrobuses automaticos, abarrotados de gente. Del primero que llego, salto presurosa Veda y echo a correr, enredandose en la alta hierba. Sin detenerse, se lanzo contra el ancho pecho de Dar Veter para abrazarle con tan fuerte impulso que sus largas trenzas volaron sobre los hombros de el.

La aparto dulcemente, en tanto contemplaba aquel rostro, infinitamente querido, al que un singular peinado daba un aspecto nuevo.

— Acabo de trabajar en una pelicula para ninos, en el papel de reina de un pais nordico de los Siglos Sombrios — explico ella un poco sofocada —. Y no he tenido tiempo de volver a peinarme.

Dar Veter se la imagino con largo vestido de brocado, cenida la cabeza por una corona de oro con gemas azules, con largas trenzas de color ceniza, que le llegaban mas abajo de la rodilla, y una mirada audaz en los ojos grises. Y sonrio alegre.

— ?Llevabas corona?

— ?Claro! Una asi — y trazo en el aire un ancho circulo con florones en forma de trebol.

— ?La vere?

— Hoy mismo. Les pedire a ellos que te muestren el filme.

Dar Veter iba a preguntarla quienes eran los enigmaticos «ellos», pero Veda, dejando las bromas, saludaba ya al fisico. Este sonreia ingenuo y cordial.

— ?Donde estan los heroes de Achernar? — inquirio Ren Boz abarcando con la mirada el campo, desierto en torno a la astronave.

— ?Alli! — y Veda senalo a un edificio conico de placas de cristal blanco-verdoso, con calados cantos argentados: la gran sala del cosmopuerto.

— Entonces, vamos.

— No, estariamos de mas — dijo Veda con firmeza —. Presencian ahora el adios que les da la Tierra. Vayamos hacia el Cisne.

Los dos hombres obedecieron.

Veda, que iba al lado de Dar Veter, le pregunto quedo:

— ?Tengo un aspecto muy estrafalario con este peinado antiguo? Podria…

— No hace falta. El contraste entre el vestido moderno y las trenzas, mas largas que la falda, es encantador. ?Dejalas!

— ?Me someto, Veter mio! — susurro ella las magicas palabras que hacian latir con fuerza el corazon de el.

Centenares de personas se dirigian sin prisa hacia la astronave. Muchos sonreian a Veda o la saludaban, alzando la mano, con bastante mas frecuencia que a Dar Veter o a Ren Boz.

— Es usted muy popular, Veda — comento Ren Boz —. ?A que se debe: a su labor de historiadora o a su tan ponderada belleza?

— Ni a lo uno ni a lo otro. Al continuo y amplio contacto con la gente, debido a mi trabajo y actividades sociales. Usted y Veter unas veces estan encerrados en el laboratorio; otras, se aislan en su intensa labor nocturna. Ustedes hacen para la humanidad algo mucho mas grande e importante que lo que yo hago, pero en un solo dominio, que no es el mas cercano al corazon. Chara Nandi y Evda Nal son bastante mas conocidas que yo…

— ?Un nuevo reproche a nuestra civilizacion tecnica? — le replico en broma Dar Veter.

— No a la nuestra, sino a los vestigios de fatales errores pasados. Hace milenios, nuestros remotos antecesores sabian ya que el arte, con el desarrollo de los sentimientos que lleva aparejado, es tan importante para la sociedad como la ciencia.

— ?En el sentido de las relaciones entre las gentes? — inquirio, interesado, el fisico.

— ?Exacto!

— Un sabio antiguo dijo que lo mas dificil en la Tierra es conservar la alegria — tercio Dar Veter —. ?Ahi tienen otro fiel aliado de Veda!

Hacia ellos se acercaba derecho, a grandes pasos leves, Mven Mas, atrayendo con su corpulencia la atencion general.

— Ha terminado la danza de Chara — dedujo Veda —. Pronto aparecera tambien la tripulacion del Cisne.

— En su lugar, yo vendria a pie y lo mas despacio posible — dijo de pronto Dar Veter.

Veda la tomo del brazo:

— ?Empiezas a emocionarte?

— Naturalmente. Me atormenta pensar que se van para siempre y que tampoco volvere a ver mas esa nave. Algo se subleva en mi interior contra esta fatalidad inevitable. Tal vez ello se deba a que se lleva a amigos queridos.

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