Con la tuberia bajo el brazo fue en busca de su sobrino, que no solia buscar lios, pero que, como la mayoria de los ninos de siete anos, parecia encontrarlos de todos modos. Paseo por la tienda echando un vistazo a cada estante abarrotado y se detuvo junto a un expositor de fregonas.

Una sonrisa de admiracion masculina le curvo las comisuras de los labios. Maddie Dupree estaba en el pasillo seis con una caja de color amarillo fosforescente en las manos. Tenia el cabello castano recogido con una de esas pinzas y parecia como si alguien le hubiera pegado un plumero en lo alto de la cabeza. Recorrio con la mirada su atractivo perfil, bajo por el cuello y los hombros y se detuvo en seco en su camiseta negra. La noche anterior no habia podido echarle un buen vistazo. En aquel momento, la luz fluorescente de la ferreteria Handy Man la iluminaba como si fuera una portada central en vivo, que habla y respira, como si fuera una antigua companera de colegio antes de los desordenes alimenticios y la silicona. El deseo crecio desde lo mas hondo de su ser. Ni siquiera la conocia lo bastante para sentir tal cosa. No sabia si estaba casada o soltera, si habia un hombre en su vida y diez hijos esperandola en casa, pero no saberlo resulto no tener ninguna importancia porque lo atrajo por el pasillo como un iman.

– Parece que tienes problemas con los ratones -dijo el.

– ?Que? -Levanto la cabeza y su mirada se cruzo con la de Mick como si la hubiera sorprendido haciendo algo indebido-. ?Santo Dios! -Abrio los labios y solto una exclamacion, atrayendo la atencion de Mick hacia el lunar de la comisura de la boca-. ?Que susto!

– Lo siento -dijo, aunque no era cierto. Ella tenia los ojos muy abiertos y la respiracion entrecortada. Mick levanto la mirada y senalo con el PVC la caja que Maddie llevaba en la mano-. ?Problemas con los ratones?

– Esta manana estaba preparandome un cafe y ha pasado uno corriendo por encima de mi pie. -Arrugo la nariz-. Se metio por debajo de la puerta de la despensa y desaparecio. Lo mas probable es que ahora mismo se este dando un festin con mis barritas de muesli.

– No te preocupes. -Mick rio-. Lo mas probable es que no coma mucho.

– No quiero que coma nada de nada. Salvo un poco de veneno.

Ella volvio a dirigir la atencion hacia la caja que llevaba en la mano. Unos mechones de finos cabellos oscuros le colgaban por un lado del cuello y Mick penso que olia a fresas.

Al fondo del pasillo, Travis doblo la esquina y se detuvo en seco. Se quedo algo boquiabierto al mirar a Maddie. Mick conocia esa sensacion.

– Aqui dice que se puede tener problemas de olores si los roedores mueren en zonas inaccesibles. No quiero tener que buscar ratones apestosos ni en broma. -Lo miro con el rabillo del ojo-. Me pregunto si no podria usar algo mejor.

– Yo no te recomendaria la cinta. -Senalo una caja de trampas adhesivas-. Los ratones se quedan pegados y chillan mucho. -Otra vez aquel olor a fresas, se pregunto si en Handy habria comederos perfumados para colibries-. Puedes usar trampas de muelle -le sugirio.

– ?Tu crees? Esas trampas no son un poco… ?violentas?

– Pueden partir un raton en dos -dijo Travis mientras se acercaba a Mick. Se balanceo sobre los talones y sonrio-. A veces les cortan la cabeza cuando van a por el queso.

– ?Dios bendito, chaval! -Maddie arrugo el entrecejo cuando bajo la vista hacia Travis-. Eso es espantoso.

– Aja.

Mick sujeto la tuberia bajo el brazo y coloco la mano libre sobre la cabeza de Travis.

– Este chico tan espantoso es mi sobrino, Travis Hennessy. Travis, saluda a Maddie Dupree.

Maddie le tendio la mano y estrecho la de Travis.

– Es un placer conocerte, Travis.

– Lo mismo digo.

– Y gracias por contarme eso de las trampas -continuo, y le solto la mano-. Lo tendre en cuenta si me decido por la decapitacion.

Travis ensancho la sonrisa hasta mostrar una boca desdentada.

– El ano pasado mate toneladas de ratones -alardeo empleando su marca especial de encanto de nino de siete anos-. Llamame.

Mick bajo la mirada hacia su sobrino y aunque no estaba seguro, le parecio que Travis estaba sacando pecho.

– El mejor modo de librarse de los ratones -dijo evitando que Travis se pusiera mas en ridiculo-, es tener un gato.

Maddie sacudio la cabeza y fijo los ojos castanos en los de Mick, tan calidos, tiernos y liquidos.

– Los gatos y yo no nos llevamos bien. -Mick le miraba los labios y volvio a preguntarse cuanto tiempo hacia que no besaba una boca tan estupenda-. Prefiero tener cabezas cortadas en la cocina o esqueletos escondidos apestandolo todo.

Maddie estaba alli hablando de cabezas cortadas y esqueletos apestosos y Mick se estaba excitando. Justo alli en la ferreteria Handy Man, como cuando tenia dieciseis anos y no se podia controlar. Habia estado con un monton de mujeres hermosas y no era ningun nino. Habia salvado a Travis de hacer el ridiculo, pero ?como iba a salvarse el?

– Tenemos que arreglar unas canerias. -Cogio la selladura y retrocedio un paso-. Buena suerte con esos ratones.

– Nos vemos, chicos.

– Si -dijo Travis, y le siguio hasta el mostrador donde estaba la caja-. Era guay -susurro-. Me gustaba el olor de su pelo.

Mick se echo a reir y dejo el PVC cerca de la caja registradora. El nino solo tenia siete anos, pero era un Hennessy.

Capitulo 3

5 de septiembre de 1976

??Dan me dijo que iba a dejar a su esposa por mi!! Me dijo que habia estado durmiendo en el sofa desde mayo. Acabo de enterarme de que se quedo embarazada en junio. ??Me ha enganado y me ha mentido!! ?Cuando me llegara el turno de la felicidad? La unica persona que me quiere es mi nina. Ahora tiene tres anos y cada dia me dice que me quiere. Merece una vida mejor.

?Por que Jesus no nos deja caer en algun lugar agradable?

Maddie cerro los ojos e inclino la cabeza en la silla del despacho. Al leer los diarios, Maddie no solo habia descubierto la pasion de su madre por los signos de exclamacion, sino tambien su amor por los maridos ajenos. Contando a Loch Hennessy, ya habia estado con tres a sus veinticuatro anos. Sin contar a Loch, cada uno le habia prometido que dejaria a su esposa por ella, pero al final, ??todos le habian enganado y mentido!!

Maddie dejo el diario sobre la mesa y estiro los brazos por encima de su cabeza. Ademas de salir con casados, Alice tambien habia salido con hombres solteros. Al final, todos le habian enganado y mentido y la habian dejado por otra. Todos excepto Loch. Aunque, si aquella relacion no se hubiera acabado enseguida, Maddie estaba segura de que Loch habria acabado enganandole y mintiendole como todos los demas. Solteros o casados, su madre habia elegido hombres que le habian roto el corazon.

A traves de las ventanas abiertas, la ligera brisa le traia el sonido de la barbacoa de los vecinos. Era Cuatro de Julio y Truly estaba celebrando la fiesta. En la ciudad, los edificios estaban engalanados con banderitas de color rojo, blanco y azul, y aquella manana se habia celebrado un desfile por la calle Mayor. Maddie habia leido en el periodico local acerca de la gran celebracion que se planeaba en el parque Shaw y el «impresionante espectaculo de fuegos artificiales» que empezaria «al caer la noche».

Maddie se levanto y entro en el bano. Aunque en realidad, ?como iba a ser «impresionante» el espectaculo en aquella pequena ciudad? En Boise, la capital, no se habia celebrado un espectaculo decente desde hacia anos.

Puso el tapon de la banera de hidromasaje y abrio el grifo del agua. Mientras se desnudaba, la risa de sus

Вы читаете Enredos y otros lios
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×