diciembre cumplira diecisiete anos y si no hacemos algo pronto se convertira en una solterona. La corte es el lugar perfecto para una joven de la posicion de Nyssa. Ademas, la pobre Blaze tiene demasiado trabajo con tantos ninos en casa. He pensado que seria una buena idea llevarnos a nuestro Owen y a nuestro sobrino Edmund con nosotros.

– ??Que?! -rugio su marido.

– ?Llevaros a mi Edmund? -anadio Blythe.

– ?Que hay de malo? -respondio Bliss-. Philip Wyndham, nuestro Owen Fitzhugh y Edmund Kings-ley apenas se llevan unos meses y son excelentes amigos. Nunca han estado separados durante mucho tiempo y, aunque Philip tendra mucho trabajo como paje real, todavia le quedara tiempo para jugar con sus primos. ?Sera tan divertido para ellos! -concluyo esbozando una sonrisa radiante.

– Estoy de acuerdo con mi cunada -intervino lord Kingsley con los ojos brillantes de alegria-. A los muchachos les vendra bien pasar una temporada fuera de casa.

– ?Lo que mi cunado quiere decir es que le parece maravilloso que nos llevemos a ese diablo que tiene por hijo durante unos meses! -espeto Owen Fitzhugh, cada vez mas irritado.

– Cuidaras de que no me pongan en evidencia delante de las otras damas, ?verdad, tia Bliss? -pregunto Nyssa, inquieta-. Una cosa es que Philip y Giles me acompanen a la corte y otra es que tambien vengan los primos Owen y Edmund. El tio Owen tiene razon: cuando esos tres se juntan, es para echarse a temblar. ?Por que ha tenido mama que pedir al rey que tambien se llevara a los chicos? -se lamento.

– ?Nyssa, no seas egoista! -la reprendio lady Morgan.

– ?Abuela, tu siempre te pones de parte de ellos! -acuso la joven-. Sabes que tengo poca paciencia y que pierdo los estribos con facilidad. ?Como me voy a comportar con el decoro y la compostura propios de una dama de honor si mi hermano y mis primos no dejan de hacerme rabiar?

– ?Crees que no tendran nada mejor que hacer que hacerte rabiar? -replico su abuela.

– Son peores que una tribu de salvajes -se desespero Nyssa-. ?Disfrutan metiendose conmigo!

– Es tan facil hacerte rabiar, hermanita, que no podemos evitarlo -intervino Philip esbozando una sonrisa traviesa-. Si no nos hicieras el menor caso te habriamos dejado en paz hace mucho tiempo.

– ?Oh, Philip, que malo eres! -rio lady Morgan negando con la cabeza-. Debes mostrar mas respeto por tu hermana mayor. Ninguna mujer de esta familia ha ocupado un lugar tan privilegiado en la corte. ?No puedo creerlo: dama de honor de la reina! -anadio poniendo los ojos en blanco.

– Pues yo creia que ser amante del rey era todavia mas importante -replico el muchacho.

– ?Philip, que atrevimiento! -exclamo su abuela escandalizada-. ?Quien ha estado llenandote la cabeza de mentiras?

– Tranquilizate, abuela -intervino Nyssa-. Mama nos lo ha contado todo. Temia que las malas lenguas nos hicieran dano cuando fueramos mayores, asi que ella misma nos relato lo ocurrido durante su breve estancia en la corte y papa estuvo de acuerdo. Todos sabemos que mama fue amante del rey Enrique. Afortunadamente, de esa union no nacio ningun hijo asi que nunca habra problemas de sucesion. El rey siempre ha sabido que estaba en deuda con mama y por eso ha accedido a llevarnos a la corte. ?Despues de todo, los Wyndham de Riveredge somos una familia muy importante! -concluyo.

– ?Vaya! -bufo lady Morgan sin saber que decir-. ?Pues si que estamos bien!

– ?Vamos, mama, no hay para tanto! -exclamo la condesa de Marwood-. Nyssa tiene razon: en cuanto se sepa quien fue su madre toda la corte empezara a chismorrear. Los ninos conocen la historia de boca de la propia Blaze y podran defenderse de los comentarios malintencionados que sin duda les dirigiran las cotillas mayores del reino.

– ?Y que me dices de ti, mala madre? -se revolvio la anciana-. ?Piensas regresar a la vida licenciosa de palacio y dejar a tus hijos al cuidado de los criados?

– He dado a Owen tres hijos y una hija -contesto Bliss, impasible-. Mi marido me prometio que regresariamos a la corte cuando los ninos fueran lo bastante mayores para valerse por si mismos y eso es lo que pienso hacer.

– Ademas, yo no me movere de aqui y podre cuidar de ellos -anadio Blythe, que aborrecia las peleas familiares.

– ?Necesitare ropa nueva! -exclamo Nyssa reclamando la atencion de sus tias y sus abuelas. ?Iba a ser dama de honor de la reina y ellas no hacian mas que discutir por asuntos sin importancia!

Blythe se hizo cargo de la inquietud de su sobrina y se apresuro a cambiar de conversacion.

– Nyssa tiene razon -dijo-. Necesitara renovar todo su vestuario. Sus vestidos son mas propios de una campesina que de una cortesana. ?Tu que dices, Bliss?

Bliss, la experta en moda de la familia, asintio.

– Tenemos que equiparla de pies a cabeza y no disponemos de mucho tiempo -aseguro-. La nueva reina llegara dentro de dos meses y el rey ha dicho que Nyssa debe estar alli semanas antes.

– La costura no se me da demasiado bien -tonfe-so Nyssa, avergonzada.

– Cuando tu madre se caso con tu padre tuvimos que coserle el ajuar entre todas -rio su tia Blythe-. No te preocupes, pequena; tendras tu ropa a punto a tiempo. Lo haremos entre todas y pediremos ayuda a la costurera de tu madre. Manana mismo empezaremos a escoger las telas.

Al dia siguiente, mientras Blaze se recuperaba del alumbramiento de las gemelas, Nyssa y sus tias Bliss y Blythe recorrieron el almacen de telas. Nyssa estaba nerviosisima: en sus dieciseis anos de vida no habia atravesado nunca los limites de las tierras de los Wyndham.

– Esta no me gusta, tia -protesto cuando la condesa de Marwood separo varios metros de tela ricamente bordada-. Es demasiado elegante.

– Hazme caso -replico Bliss-. Es exactamente lo que necesitas. En palacio, todo el mundo viste de punta en blanco a todas horas y en todas las ocasiones. Tienes una piel preciosa, pequena -anadio inclinandose sobre su sobrina para mirarla de cerca-. Has heredado los ojos azules de tu madre y su rostro en forma de corazon. El color oscuro del cabello, en cambio, es de tu padre, pero el contraste resulta muy atractivo.

– Mama dice que el cabello de mi padre era mas oscuro que el mio -repuso Nyssa. No recordaba a Ed-mund Wyndham, quien habia muerto cuando la pe quena soJo tenia dos anos. Anthony, el sobrino de Ed-mund, era el unico padre que habia conocido.

– Es cierto -asintio su tia-. Tu padre no tenia esos reflejos dorados que adornan tu cabello y tanto te favorecen.

– Heartha dice que me parezco a el. A veces miro fijamente el retrato de la galeria y busco alguna semblanza con el, pero me resulta un extrano.

– Tu padre era un hombre maravilloso -murmuro Bliss, pensativa-. Debes estar orgullosa de ser su hija y de haber heredado su nariz.

– La nariz de mama no esta mal, pero tienes razon -rio Nyssa-. Prefiero la mia.

La condesa de Marwood paso horas eligiendo terciopelos, tafetanes, brocados, sedas, satenes y damascos. Algunas de estas telas eran lisas y otras estaban tejidas con hilos metalicos. Metros de encaje de color blanco, negro y dorado fueron escogidos para adornar los vestidos de la joven y se decidio que su ropa interior y las medias serian de lana fina, seda, algodon y lino. El cuello de sus abrigos debia ser recubierto de pieles y sus camisones de lino y algodon fueron cuidadosamente bordados. El nuevo guardarropa de Nyssa se completaba con gorros de dormir, sombreros y caperuzas de terciopelo. Los zapatos y botas de cuero fueron confeccionados a medida y, ante el entusiasmo de la joven, su tia insistio en que alguno de los pares se adornara con piedras preciosas.

– ?Son los vestidos mas bonitos que he visto en mi vida! -exclamo Nyssa admirada-. ?Todo el mundo viste siempre tan bien en palacio?

– Pareceras un gorrion entre pavos reales -rio su madre, que ya se habia recuperado del nacimiento de las gemelas-. Nunca trates de brillar mas que los poderosos de la corte. Eres muy bonita, Nyssa, y todavia te veras mas hermosa con tus nuevas ropas, pero…

– ?Mama, estoy tan confusa! -la interrumpio Nyssa-. A ratos estoy impaciente por dejar Riveredge y otras veces tengo miedo de ir a la corte. ?Nunca he salido de casa! ?Y si hago o digo alguna inconveniencia delante del rey? Quiza deberia quedarme aqui…

– ?Sabias que yo tambien llegue a la corte de la mano de tu tia Bliss? Tu padre habia muerto el otono anterior y yo estaba muy triste por la perdida de mi marido y mi hijo menor. Sin embargo, mi hermana no estaba

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