Erg Noor y Eon Tal, como hipnotizados, seguian con la mirada la caida de los copos, igual que hicieran en remotos tiempos sus antepasados, habitantes de las latitudes templadas, para quienes las primeras nieves significaban el fin de las labores agricolas.
Tambien aquella nieve extraordinaria anunciaba a los dos astronautas la terminacion de sus trabajos y de su viaje.
El biologo, obedeciendo a un sentimiento subconsciente, tendio la mano al jefe.
— Han terminado nuestras peripecias, ?y estamos sanos y salvos gracias a usted!
Erg Noor denego con brusco ademan.
— ?Acaso estamos todos sanos y salvos? ?Y gracias a quien estoy yo vivo?
Eon Tal no se turbo.
— ?Estoy convencido de que Niza se salvara! Los medicos de aqui quieren empezar inmediatamente el tratamiento. Han recibido instrucciones del propio Grim Shar, el director del laboratorio de paralisis generales…
— ?Se sabe ya que tiene ella?
— Todavia no. Pero esta claro que Niza ha sido lesionada por una corriente de un genero que altera el quimismo de los ganglios nerviosos de los sistemas autonomos. Si se encuentra el medio de neutralizar su efecto, extraordinariamente prolongado, la muchacha sera curada. Pues nosotros hemos descubierto ya el mecanismo de las paralisis psiquicas persistentes, que durante tantos siglos se consideraron incurables. Este es algun mal analogo, pero causado por un agente externo. Cuando se hagan experimentos con mis cautivos, esten vivos o muertos, ?recobrare el movimiento de mi brazo?
La verguenza contrajo el rostro del jefe de la expedicion. En su dolor, se habia olvidado de lo mucho que el biologo hiciera por el. ?Aquello era impropio de un hombre cabal!
Tomo la diestra de Eon Tal, y los dos cientificos se expresaron su mutua simpatia con un fuerte apreton de manos, siguiendo la antigua costumbre varonil.
— ?Cree usted que los organos mortiferos de los acalefos negros y de esa asquerosidad cruciforme son del mismo genero? — pregunto Erg Noor.
— No lo dudo. La prueba la tengo en mi brazo y en la mano — repuso el biologo, sin advertir el retruecano —. En la acumulacion y la modificacion de la energia electrica se expresa la adaptacion vital de esos seres negros, moradores de un planeta rico en electricidad. Son autenticos carniceros; en cuanto a sus victimas, no las conocemos por ahora.
— Sin embargo, recuerde usted lo que nos ocurrio a todos, cuando Niza…
— Eso es otra cosa. He meditado mucho sobre el particular. Al aparecer la terrible cruz, se expandio un infrasonido potentisimo, emanante de ella, que anulo nuestra voluntad. En ese mundo de las tinieblas hasta los sonidos son tambien negros, inaudibles. Luego de subyugar la conciencia con el infrasonido, ese ser actua con un poder hipnotico mas fuerte que el de nuestras grandes serpientes, hoy desaparecidas, como la anaconda. Ahi tiene lo que estuvo a punto de costamos la vida, de no haber sido por Niza…
El jefe de la expedicion miro al lejano Sol, que tambien iluminaba en aquellos instantes la Tierra. El Sol, eterna esperanza del hombre, desde los tiempos prehistoricos de su existencia en medio de una naturaleza implacable. El Sol, simbolo de la fuerza luminosa de la razon, que disipa las tinieblas y ahuyenta los monstruos de la noche. Y un jubiloso rayo de esperanza alumbro su alma hasta el fin del viaje…
El director de la estacion de Triton fue al sanatorio en busca de Erg Noor. La Tierra llamaba al jefe de la expedicion, y la llegada del director al prohibido recinto del lazareto significaba que el aislamiento habia terminado y que la Tantra podia coronar su vuelo de trece anos. El jefe regreso en seguida, mas concentrado que de ordinario.
— Hoy mismo emprendemos el vuelo. Me han pedido que tome seis hombres de la planetonave Amat, que se queda aqui para explorar unos nuevos yacimientos en Pluton.
Nosotros nos llevamos esa expedicion y los materiales que ha recogido en dicho planeta.
— Esos seis hombres — continuo — reequiparon una planetonave corriente y han realizado con ella una hazana sin par. Descendieron al fondo de un verdadero infierno, soportando la densa atmosfera neono-metanica en Pluton. Volaban entre tempestades de nieve amoniacal, con riesgo de estrellarse a cada instante, en la oscuridad, contra las gigantescas agujas de hielo de agua, firme como el acero. Y lograron hallar un lugar en que asomaban unas montanas. El enigma de Pluton ha sido al fin resuelto: ese planeta no pertenece a nuestro sistema solar. Fue capturado por el al paso del Sol a traves de la Galaxia. Esa es la causa de que su densidad sea bastante mayor que la de todos los demas planetas lejanos. Los exploradores han descubierto minerales raros, de un mundo completamente ajeno. Pero mas importante aun es que, sobre una cordillera, se han hallado vestigios de unas edificaciones, casi completamente destruidas, que testimonian la existencia de una civilizacion antiquisima. Los datos recogidos por los exploradores deben ser comprobados, claro esta. Todavia hay que demostrar que esos materiales de construccion son obra de seres pensantes… Pero la asombrosa hazana es indudable. Me siento orgulloso de que nuestra astronave lleve a esos heroes a la Tierra y ardo en deseos de oir sus relatos. Su cuarentena termino hace tres dias… — Erg Noor callo, fatigado de la larga narracion.
— ?Pero ahi hay una grave contradiccion! — exclamo Pur Hiss.
— ?La contradiccion es la madre de la verdad! — repuso tranquilamente Erg Noor al astronomo, repitiendo el viejo aforismo —. Bueno, ?ya es hora de preparar la Tantra!
La avezada astronave despego de Triton con facilidad y partio rauda, siguiendo una gigantesca curva perpendicular al plano de la ecliptica. El camino recto hacia la Tierra era impracticable: cualquier nave habria perecido en la vasta zona de meteoritos y asteroides, fragmentos del planeta Faeton, que existiera en tiempos entre Marte y Jupiter y al que la fuerza de atraccion de este coloso del sistema solar habia hecho pedazos.
Erg Noor aceleraba. Aprovechando la enorme fuerza de la astronave y con el gasto minimo de anameson, habia decidido llevar los heroes a la Tierra en cincuenta horas, en vez de en los setenta y dos dias senalados habitualmente para ese viaje.
La emision radiofonica de la Tierra llegaba a la astronave a traves del espacio; el planeta aclamaba la victoria sobre las tinieblas de la estrella de hierro y sobre la noche del Pluton glacial. Los compositores ejecutaban sus romanzas y sinfonias en honor de la Tantra y de la Amat.
Triunfales melodias resonaban en el Cosmos. Las estaciones de Marte, de Venus y de los asteroides llamaban a la nave, sumando sus acordes al coro general de gloria a los heroes.
— Tantra, Tantra — oyose al fin la voz del puesto del Consejo —. ?Aterrice en El Homra!
El cosmopuerto central se encontraba en Africa del Norte, en el lugar de un antiguo desierto. Y la astronave se precipito hacia alla, rasgando la atmosfera terrestre, banada de sol.
Capitulo VII. SINFONIA EN FA MENOR DE TONALIDAD CROMATICA 4,750 mu
Grandes planchas de plastico transparente servian de cristales a una ancha terraza cubierta que daba al mediodia, al mar.
La luz palida y mate del techo no rivalizaba con el claror de la luna, sino que lo completaba, atenuando la brusca negrura de las sombras. Casi todo el personal de la expedicion maritima se habia congregado alli. Unicamente los mas jovenes se divertian jugando en el mar, argentado por la luna. El pintor Kart San estaba alli con su bellisimo modelo. Frit Don, jefe de la expedicion, agitando con bruscos movimientos de cabeza sus largos cabellos dorados, hablaba del caballo descubierto por Miiko. El estudio del material de la estatua, para averiguar el peso de ella, habia dado resultados imprevistos. Bajo la capa exterior, de una aleacion indeterminada, habia oro puro. Si el caballo era macizo, incluso descontando la masa de agua desplazada por el, su peso ascenderia a cuatrocientas toneladas. Para sacar aquel monstruo, harian falta grandes barcos dotados de aparatos y maquinas especiales.
Algunos preguntaron cual era la razon de aquel absurdo despilfarro del precioso metal, y un colaborador cientifico de la expedicion les recordo una leyenda, hallada en los archivos historicos, sobre la desaparicion de las reservas de oro de todo un pais en los tiempos en que este metal equivalia al coste del trabajo. Los criminales