gobernantes, que habian tiranizado y arruinado al pueblo, antes de huir a otro pais — por aquel entonces, entre los pueblos existian unas barreras artificiales denominadas fronteras —, recogieron todo el oro del Estado y lo fundieron, haciendo con el una estatua que fue puesta en la plaza mas populosa de la principal ciudad. Y nadie pudo encontrarlo. El historiador suponia que persona alguna habia adivinado entonces que clase de metal se ocultaba bajo la capa de aleacion barata.

El relato suscito animacion. El hallazgo de aquella enorme cantidad de oro era un esplendido regalo a la humanidad. Aunque el pesado metal amarillo no era ya, desde hacia tiempo, el simbolo del valor, continuaba siendo muy preciso para la electrotecnica, la medicina y, especialmente, para preparar el anameson.

En un rincon de la parte exterior de la terraza, estaban sentados, en estrecho corrillo, Veda Kong, Dar Veter, el pintor, Chara Nandi y Evda Nal. Junto a ellos tomo asiento con timidez Ren Boz, despues de haber buscado en vano al desaparecido Mven Mas.

— Tenia usted razon al afirmar que el pintor, mejor dicho, el arte en general, va siempre, inevitablemente, a la zaga del impetuoso progreso de la ciencia y la tecnica — decia Dar Veter.

— No me ha entendido usted — replico Kart San —. El arte ha corregido ya sus errores y comprendido cual es su deber ante la humanidad. He dejado de crear formas monumentales, deprimentes, de representar el fausto y la grandeza, que en realidad no existen, pues eso es lo exterior. El mas importante deber del arte consiste en desarrollar el lado emotivo del ser humano. Solo el arte tiene poder de preparar y disponer nuestra psique para las impresiones mas complejas. ?Quien no conoce esa maravillosa facilidad perceptiva que da una preparacion previa con ayuda de la musica, los colores, la forma?…

?Y hasta que punto es inaccesible, cerrada, el alma cuando se trata de penetrar en ella brutalmente, con violencia! Ustedes, los historiadores, saben mejor que nadie cuantas calamidades ha soportado la humanidad en su lucha para desarrollar y cultivar el lado emotivo de la psique.

— En el pasado lejano, hubo un periodo en que el arte tendia hacia las formas abstractas — indico Veda Kong.

— El arte tendia hacia la abstraccion, imitando a la razon, que tenia ya una primacia evidente sobre todo lo demas. Pero las artes no pueden ser expresadas abstractamente, a excepcion de la musica, que ocupa un lugar especial y es tambien absolutamente concreta a su manera. Aquel era un camino falso.

— ?Y cual es, a su parecer, el verdadero?

— Yo creo que el arte es el reflejo de la lucha e inquietudes del mundo en los sentimientos de las gentes; a veces, una ilustracion de la vida, pero bajo el control de la conveniencia debida. Esta conveniencia es precisamente la belleza, sin la cual yo no concibo la dicha ni el sentido de la vida. De lo contrario, el arte degenera facilmente en caprichosas invenciones, sobre todo cuando no se tienen suficientes conocimientos de la vida y de la historia…

— Pues yo he deseado siempre — intercalo Dar Veter — que el arte se aplique a vencer y transformar el mundo, en vez de limitarse a percibirlo.

— ?De acuerdo! — exclamo Kart San —. Pero a condicion de que eso se refiera no solo al mundo exterior, sino, fundamentalmente, al mundo interior de las emociones del hombre. A su educacion… haciendole comprender todas las contradicciones…

Evda Nal puso sobre la mano de Dar Veter la suya, firme y calida.

— ?A que sueno ha renunciado usted hoy?

— A uno muy grande…

— Entre nosotros — prosiguio el pintor —, todos los que han visto obras del arte de masas de la antiguedad, como peliculas cinematograficas, grabaciones de representaciones teatrales o de exposiciones de pintura, aprecian, por comparacion, la maravillosa finura, belleza y exquisitez de nuestros espectaculos, danzas y cuadros modernos, depurados de todo lo superfluo… Sin hablar de las epocas de decadencia.

— Es inteligente, pero prolijo — comento en un susurro Veda Kong.

— Al pintor le es dificil expresar con palabras o formulas los complicadisimos fenomenos que ve y elige de lo que le rodea — explico Chara Nandi, y Evda Nal asintio con la cabeza.

— Yo quisiera — continuo diciendo Kart San — recoger y unir en una sola imagen los granos puros de la bella sinceridad de los sentimientos, de las formas y de los colores esparcidos en diferentes individuos. Quisiera reconstituir los tipos antiguos en la mas alta expresion de la belleza de cada raza del pasado remoto, de cuya mezcla se ha formado la humanidad contemporanea. Asi, «La hija de Gondwana» es la union con la naturaleza, el subconsciente conocimiento de la relacion entre las cosas y los fenomenos, una psicologia hondamente penetrada aun de instintos…

— En cuanto a «La hija de Tetis, o del Mediterraneo», son sentimientos ya muy desarrollados, de una amplitud intrepida y una infinita diversidad, pues aqui se trata ya de otro grado, superior, de fusion con la naturaleza a traves de las emociones, y no de los instintos. La fuerza de Eros, franca y netamente sometida a la elevacion del ser humano.

Las antiguas civilizaciones de la cuenca del Mediterraneo, la cretense, la etrusca, la helenica, la protohindu, de cuyo seno surgio el tipo humano capaz de crear esa emotiva cultura. Cuan grande ha sido mi suerte de encontrar a Chara: en ella se entrelazan, casualmente, los rasgos de los antiguos greco-cretenses y de otros pueblos posteriores de la India Central.

Veda sonrio satisfecha de haber acertado, y Dar Veter le dijo en voz queda que seria dificil encontrar mejor modelo.

— Si me sale bien «La hija del Mediterraneo», ejecutare, indefectiblemente, la tercera parte de mi proyecto: una mujer nordica, de cabellos de oro o color castano claro, ojos serenos y limpidos, que miran con fijeza al mundo, alta, un poco lenta de ademanes, semejante a una de esas mujeres antiguas de los pueblos ruso, escandinavo o ingles.

Solamente despues de ello podre pasar a la sintesis, a la creacion de la imagen de la mujer actual, que reune los mejores rasgos de estas tres antepasadas suyas.

— ?Y por que pinta usted solo «hijas», y no «hijos»? — pregunto Veda, sonriendo.

— ?Es que hay que explicar que la belleza es siempre mas acabada en la mujer y mas refinada por las leyes fisiologicas?… — repuso el pintor, frunciendo el ceno.

— Cuando vaya usted a pintar su tercer cuadro, fijese bien en Veda Kong — le aconsejo Evda Nal —. Es poco probable que…

El pintor la interrumpio, levantandose de un salto.

— ?Cree usted que no lo veo? Mas lucho conmigo mismo para que no penetre en mi su imagen ahora, cuando estoy pleno de otra. Pero Veda…

— Suena con la musica — dijo esta, enrojeciendo un poco —. ?Lastima que el piano de aqui sea solar y este enmudecido por la noche!

— ?Es del sistema que funciona a base de semiconductores que canalizan la luz solar?

— inquirio Ren Boz, inclinando el cuerpo sobre el brazo del sillon —. En ese caso, yo podria adaptarlo a la corriente del receptor de radio.

— ?Eso requiere mucho tiempo? — pregunto Veda, alegrandose.

— Una hora como minimo.

— No vale la pena. Dentro de una hora empieza la transmision de las ultimas noticias por la red universal. Embebidos en el trabajo, hace dos noches que no enchufamos el receptor de radio.

— Entonces, cante usted algo, Veda — le rogo Dar Veter —. Kart San tiene ese eterno instrumento musical con cuerdas que data de los Siglos Sombrios de la sociedad feudal.

— Una guitarra — aclaro Chara Nandi.

— ?Y quien va a acompanarme?… Probare yo, tal vez pueda…

— ?Yo se tocarla! — dijo Chara, y se ofrecio a ir por ella al estudio.

— Vayamos los dos — le propuso Frit Don.

Chara echo hacia atras, con arrogancia, sus cabellos negros, abundantes y esplendidos. Sherlis tiro de una palanca y corrio la pared lateral de la terraza, dejando al descubierto un paisaje de la orilla oriental del golfo. Frit Don partia ya a grandes zancadas y saltos. Chara, la cabeza erguida, corria tambien. Y aunque la muchacha se rezago al principio, ambos llegaron juntos al estudio. Desaparecieron por la negra boca de la puerta, y, al cabo de un segundo, volvian raudos, bordeando el mar a la luz de la luna, compitiendo tenaces en velocidad. Frit Don alcanzo el primero la terraza, pero Chara, irrumpiendo por la abertura lateral, se encontro en su interior antes

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