El barro se deslizaba y el vehiculo lo hacia con el. Harvey cambio de marcha, piso el acelerador a fondo y entablo una frenetica carrera entre su traccion sobre el barro y la adherencia de este a la carretera. Las piedras esparcidas por la calzada golpeaban constantemente la carroceria. Por fin llegaron a otro trecho de pavimento expedito. Harvey oyo el suspiro de alivio de Marie.

Llegaron a un brazo del lago. El puente que lo salvaba normalmente estaba sumergido, y era imposible saber a que profundidad. Harvey aminoro la marcha.

De repente se oyeron otros sonidos entre los ruidos del rio, la lluvia y los truenos. Eran gritos. Joanna miro atras.

Harvey freno. La presa habia cedido. Uno de sus lados se habia derrumbado en un instante, y las aguas avanzaban formando un muro impetuoso cuyo fragor ahogaba los gritos de la gente.

—Nos hemos salvado por los pelos —dijo Joanna.

—Pobre gente —musito Harvey.

Todos los que viajaban en coches no tan buenos como el furgon de Harvey, todos los granjeros que decidieron esperar, los que iban a pie, los que se habian quedado aislados en tejados y puntos altos, en medio de la inundacion, habrian sucumbido bajo la muralla de agua. Y seria peor cuando las demas presas tambien cedieran. Todo el valle quedaria inundado. Ninguna presa resistiria la accion de aquella lluvia implacable.

Harvey respiro hondo.

—Bien, ya esta. Hemos conseguido pasar. Quaking Aspen esta solo a cuarenta kilometros de aqui. Gordie habra llevado alli a los chicos.

Trazo un mapa mental de la ruta al norte de Springville. Cruzaba muchos torrentes, y en algunos de ellos habia pequenas plantas electricas y embalses. Presas situadas por encima de la carretera. ?Se habrian derrumbado? ?Se derrumbarian? Si seguian por aquella carretera tal vez serian arrasados por las aguas, pero no habia otro camino.

—Vamos —dijo Marie.

Se pusieron en marcha. Las aguas se habian retirado del puente, abriendose camino hacia el valle de San Joaquin. Al cruzar el puente vieron, sorprendidos, un gran camion que venia en sentido contrario, y que se detuvo en el extremo del puente. Bajaron dos hombres de la cabina y miraron el furgon que paso junto a ellos sin detenerse. Uno de los hombres empezo a gritar algo y luego se encogio de hombros.

Vieron otro puente anegado y Harvey tomo una decision: se desviarian hacia las posesiones del senador Jellison. Era el mejor sitio para enterarse de lo que ocurria en las montanas. Penso entonces en algo que hasta entonces no habian considerado. ?Adonde irian una vez encontraran a los muchachos? Ni Marie y Harvey habian pensado mas que en encontrar a sus hijos, pero luego...

Aquel desvio era lo mas indicado. El grupo de excursionistas tendria que pasar forzosamente junto al rancho de Jellison. Y Maureen estaria alli.

Harvey se desprecio a si mismo por pensar en ella. Veia ante el los rasgos de Loretta, su cuerpo envuelto en una manta electrica. Aminoro la marcha hasta detenerse.

—?Por que nos para...?

Antes de que Marie pudiera terminar la frase se oyo una explosion detras de ellos. Y luego otra mas.

—?Que diablos ocurre? —pregunto Harvey mientras ponia el coche de nuevo en marcha. El miedo sustituyo al remordimiento. ?Explosiones? ?Se habrian metido en medio de una guerra en las montanas o algo parecido? El furgon prosiguio su marcha mientras Joanna y Marie estiraban los cuellos tratando de ver atras.

Mark dio media vuelta, acelero la moto e hizo un gesto con la mano al pasar el lado del furgon.

—Su maldita curiosidad acabara matandole —dijo Joanna.

Harvey se encogio de hombros. No le era imprescindible saber que ocurria, pero valdria la pena averiguarlo. A poco mas de tres kilometros se encontraba el desvio hacia el rancho. Entonces disfrutarian de seguridad, refugio, descanso... Avanzo lentamente, y acababa de llegar al inicio del camino que conducia a la finca del senador, cuando vi que Mark se aproximaba por detras. Freno.

—Aquel puente —dijo Mark.

—?Que ha pasado?

—El puente que cruzamos... Los dos tipos que vimos lo han volado. Con dinamita, creo. La hicieron estallar en ambos extremos. Harvey, si hubieramos llegado media hora mas tarde estariamos encallados alli.

—Dos minutos mas tarde —dijo Joanna—, y nos habrian sepultado un millon de toneladas de agua. No podemos... Harv, no tendremos esta suerte continuamente.

—Pues se necesita suerte —replico Harvey—. Estamos en combate, y la suerte es tan necesaria como el talento. Pero creo que no la vamos a necesitar durante algun tiempo. Entrare alli —concluyo senalando el camino del senador.

—?Por que? —pregunto Marie, dispuesta a batallar.

—Para enterarnos de las condiciones de la carretera y obtener informacion.

Harvey avanzo por el sendero. Empezaba a pensar en algo que hasta entonces no se le habia ocurrido ni por un instante, en que tal vez un profesional de la television no seria bien recibido en casa de un politico. Bajo del furgon para abrir la puerta de la valla.

Detras de la valla habia un coche aparcado, del que bajo un hombre joven que se acerco cautelosamente al furgon.

—?Que quieren? —pregunto. Miro a Joanna, que sostenia la escopeta, y mostro sus manos vacias—. Yo no estoy armado, pero mi companero esta escondido donde no pueden verle y tiene un rifle con mira telescopica.

—No causaremos problemas —dijo Harvey. El joven habia visto las siglas NBS pintadas en el furgon, sin que le impresionaran lo mas minimo—. ?Puede llevar un mensaje a la casa?

—Podria. Depende del mensaje.

Harvey lo habia pensado bien.

—Digale a Maureen Jellison que Harvey Randall esta aqui con tres parientes.

El hombre parecio reflexionar.

—Bien, el nombre es correcto. ?Les espera ella?

Harvey se echo a reir. Aquella pregunta le parecio insensatamente divertida. Se apoyo en la valla, riendo entre dientes, y toco el brazo del joven.

—?Eres de Los Angeles? —le pregunto.

El hombre retrocedio un poco. Su rostro rojizo empalidecio Habia cosas que no queria saber, pero... El senador habia dicho en la reunion que le gustaria hablar con alguien que hubiera presenciado lo ocurrido en Los Angeles, y aquel ciudadano conocia el nombre del senador y el de Maureen.

Con la misma celeridad con que la pregunta le habia parecido divertida, dejo de parecerselo. Harvey dejo de reir.

—Maureen debe creer que he muerto. Le alegrara saber que no es asi. —?Le alegraria realmente? No podia saberlo—. Se que querra hablar conmigo. Dile que quiero... No importa.

Estuvo a punto de decirle que queria hablar de imperios galacticos pero decir aquello no seria lo mas apropiado.

El hombre parecia reflexionar. Finalmente asintio.

—De acuerdo, creo que puedo hacer eso. Pero quedense aqui, sin moverse. ?Me comprende? Y ojo con esa escopeta.

—No queremos disparar a nadie. Solo quiero hablar con Maureen.

—Bien. Esperen aqui. Volvere dentro de un rato.

El joven se dirigio al coche, lo cerro y subio andando por el camino.

Harvey reparo en aquello. Ya estaban ahorrando gasolina. Si, el senador habia organizado su residencia. Harvey regreso al furgon. Marie trato de decir algo, pero el la interrumpio sin ningun miramiento.

—Despliega el mapa.

Ella lo penso un momento, antes de hacer lo que le ordenaba. Harvey hablo acompanandose del dedo indice para senalar en el mapa.

—Los chicos estan en esta zona. La unica ruta a seguir pasa por aqui. No tienen que preocuparse por estas presas, aqui y aqui, porque no han de ir por la carretera, como nosotros, a menos que decidamos ir andando, pero no estamos bien equipados para andar.

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