Tim era consciente de que tenia el aspecto de un mendigo, pero hablo en tono tajante.

—Venimos a visitar al senador Jellison.

El tono imperioso le habia costado la mayor parte de sus reservas de autodominio, pero no parecio impresionar al otro.

—?Nombre?

—Tim Hamner.

El hombre hizo un gesto de asentimiento.

—?Quiere deletrearlo?

Tim asi lo hizo, y se alegro de que no reconocieran su nombre. El hombre se volvio hacia uno de sus companeros.

—Chuck, mira si Hamner figura en la lista del senador. H-A-M-N-E-R.

Uno de los guardas parecio reaccionar al oir el nombre y se acerco a la barricada. Tim estaba seguro de que le habia visto antes.

—Tenemos una lista de la gente a la que podemos dejar pasar —dijo el primer guarda—. Y usted no figura en ella, amigo. Tenemos otra lista de profesiones. ?Es usted medico?

—No...

—?Herrero? ?Maquinista? ?Mecanico? Carpintero?

—?No consta playboy retirado? ?O astronomo? —Tim recordo a Brad Wagoner—. ?O contratista de edificios? —Habia tenido una idea repentina, pero le interrumpieron.

Se oyo una voz desde un camion aparcado.

—No figura ningun Hamner.

—Lo siento —dijo el guarda—. No queremos que bloqueen la carretera, asi que le agradeceremos que aparten ese coche para que no podamos verlo. Y no vuelvan por aqui.

Si uno cuenta sus suenos, no se realizaran. Tim empezo a marcharse, pero no podia hacerlo sin intentarlo mas. Vio a Eileen, y Rosa Wagoner que le miraban desde el coche. Sus rostros lo decian todo. Sabian lo que pasaba.

No habia mas carreteras a la vista. Apenas les quedaba gasolina y, aunque encontraran otra carretera, aquella gente conocia bien la region. Si habia algun buen camino de acceso al rancho lo habrian bloqueado.

?Ir andando? El rancho del senador Jellison terminaba en un gran monolito blanco del tamano de un edificio de apartamentos, y tal vez les matarian a tiros cuando llegaran alli.

Tim penso que, en definitiva, si valia para algo era para hablar, no para encontrar la forma de colarse entre los arbustos... Volvio a la barricada. El hombre parecio decepcionado, pero no apuntaba directamente a Tim con el rifle.

—Su coche funciona bien y no esta herido —dijo el hombre—. ?Que mas quiere?

—?Chescu! —grito Tim—. ?Mark Chescu!

—Es Czescu —dijo uno de ellos—. Hola, senor Hamner.

—?Ibas a dejar que me marchara, sin hablar conmigo siquiera?

Mark se encogio de hombros.

—La verdad es que no soy quien manda aqui.

—?Quien si no? —dijo uno de los hombres fornidos.

—Pero... Mark, ?podemos hablar? —pregunto Tim—. Tengo una idea...

Penso rapidamente en algo que Wagoner habia dicho. Era constructor de apartamentos, pero...

—Si, podemos hablar —le dijo Mark—, pero no servira de mucho. —Entrego su rifle a uno de sus companeros y rodeo la barrera—. ?De que quiere hablar?

Tim le llevo hasta el coche.

—Brad, usted dijo que construye apartamentos. ?Es contratista o arquitecto?

—Ambas cosas.

—Eso me parecia —dijo Tim. Hablaba apresuradamente—. Asi pues, entiende de cemento armado y trabajos de construccion. ?Podria construir una presa!

Wagoner fruncio el ceno.

—Supongo...

—?Lo ves? —dijo Tim en tono de triunfo—. Presas. —Senalo el mapa del Auto Club—. Mira, hay centrales electricas y presas junto a la carretera, a partir de aqui y hasta la Sierra, y esas presas reventaran, pero algunas de las pequenas centrales electricas seguiran ahi. Y yo se bastante de electricidad para hacerlas funcionar si alguien puede construir la presa. Teneis aqui un equipo completo de electricidad y construccion. Eso debe valer algo.

Tim mentia, pero no creia que aquellos hombres supieran lo bastante de electricidad para hacerle un examen. Y, por otra parte, conocia la teoria, aunque se le hubieran olvidado un poco los aspectos practicos de los alternadores polifasicos.

Mark parecio pensativo.

—?Maldita sea! —grito Tim—. ?Le di a Jellison cincuenta mil dolares cuando el dinero valia para algo! ?Al menos puedes decirle que estoy aqui!

—Si, dejame pensar en ello —dijo Mark.

Lo que Tim decia tenia sentido. Y aquel hombre habia sido amigo de Harvey Randall. Si Hamner se hubiera marchado sin reconocerle, hubiera podido olvidar eso, pero no ahora. Harv lo descubriria y tal vez no le gustara. Y cincuenta mil dolares... Mark no habia pasado mucho tiempo con el senador, pero Jellison estaba, en cierta forma, chapado a la antigua y tal vez pensara que eso era importante. Estaba tambien lo que Tim habia dicho sobre las presas y las centrales electricas. Mark les hubiera dejado pasar, pero no podia. Los Christopher no se lo permitirian, pero todavia escucharian a Jellison.

Mark miro al hombre que acompanaba a Tim, un tipo robusto.

—?Ha estado en el Ejercito? —le pregunto.

—En los marines —dijo Wagoner.

—?Sabe disparar?

—Todos los marines son primero fusileros. Si.

—De acuerdo. Lo intentare. —Mark regreso a la barricada—. Este tipo parece ser un viejo amigo del senador —dijo a los otros—. Ire a decirselo.

El guarda corpulento parecio pensativo. Tim contuvo el aliento.

—Puede esperar —dijo finalmente. Alzo la voz y anadio—: Ponganse al lado y quedense en el coche.

—De acuerdo. —Tim subio al vehiculo. Lo apartaron de la carretera hasta dejarlo casi al borde de la cuneta—. Si viene alguien en plan de pelea, estaremos apartados de las balas perdidas.

Observo que Mark ponia en marcha una moto y se alejaba.

—?Es probable que haya lucha? —pregunto Rosa Wagoner.

—No lo se —respondio Tim, acurrucandose en el asiento—. Ahora vamos a esperar y a ver.

Eileen se rio. Imagino a Tim tratando de poner en marcha un enorme generador.

—Toca madera —le dijo.

—Usted le conocia, yo no —dijo el senador Jellison—. ?Es de alguna utilidad?

Harvey Randall se quedo un momento pensativo.

—Sinceramente no lo se. Ha llegado hasta aqui y eso dice mucho en su favor. Es un superviviente.

—O ha tenido suerte —dijo Jellison—. Hamner, el Hamner-Brown.. No ha sido afortunado para el mundo. Si ya se que descubrir no es inventar. Mark, ?dices que el otro tipo ha sido marine?

—Eso dice. Y lo parece, senador. Es cuanto se.

—Seis personas mas. Dos mujeres y dos ninos. —Jellison reflexiono—. Harvey, ?que le parece ese proyecto de hacer que las plantas de electricidad funcionen de nuevo?

—La idea parece util.

—Si, pero, ?puede hacerlo ese Hamner?

Harvey se encogio de hombros.

—La verdad es que no lo se, senador. Es universitario. Debe saber algo, aparte de astronomia.

—Y yo estoy en deuda con el —dijo Jellison—. La cuestion es si le debo suficiente. Aqui podemos pasar hambre este invierno. —Se quedo de nuevo pensativo—. El tipo que descubrio el cometa. Eso me dice una cosa,

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