—Muchos. ?Crees que ellos han visto nuestro fuego?

—No. Nadie viene por aqui. Y no les importa que les vean o no. Piensa en eso.

Poder. Aquel grupo no necesitaba ocultarse. Tenia poder.

—?Una patrulla en nuestra busca? No. No hemos estado en el norte, y nadie de ahi tiene ningun motivo para buscarnos.

—Tal vez esto hara que Chick deje de pensar en matarme —dijo Jackie.

—?Como es que viste esos fuegos y no me lo dijiste antes?

—Tenia que vigilar, y nadie subio aqui. He estado vigilando todo el rato.

—De acuerdo. Quedate aqui y vigila. Enviare a Gay con los prismaticos.

Con la luz grisacea de la manana, Jackie bajo por el lado sur de la colina. Alim ya habia hecho que la gente se levantara y recogiera las cosas, y los hermanos esperaban con las armas en la mano.

Lo primero que hizo Jackie fue dirigirse a Chick y Cassie. Alim no oyo lo que les dijo, pero Chick tenia una escopeta y no la utilizo. Luego Jackie informo de lo que habia visto.

—Estan en pie, y organizados. Son cincuenta, sesenta, puede que mas. Tal vez muchos mas, pues no caben todos en el mismo sitio a la vez. Hay mujeres y un tipo que todavia viste los restos de un traje y lleva corbata. Los demas son soldados.

Jackie espero para dejar caer sus palabras.

—?Soldados? Oh, no —dijo Alim Nassor.

—Llevan uniformes del Ejercito y rifles, pero no actuan como soldados. Y hay otros vestidos de civiles.

Alim fruncio el ceno.

—Tienen algo mas que rifles, Alim —prosiguio Jackie—. Tienen ametralladoras y una especie de tubos de estufa..

—Bazookas —dijo Alim.

—Si, y una cosa grande como un canon que llevan entre dos hombres. Creo que pueden hacer volar una casa con esas cosas. Lo vi una vez en la tele. Y creo que se dirigen al norte.

Alim reflexiono. Aquello significaba que el grupo debia proceder del este, puesto que antes no los habian visto. Desde luego, no venian del oeste, del lago que cubria el valle de San Joaquin.

—Quiza lo mejor seria seguirlos —dijo Swan, que habia estado escuchando—. Parece gente dura de pelar. Puede que dejen algo antes de marcharse.

—Todo habra desaparecido antes de que lleguemos —dijo Alim. No sabia que hacer. Seria mejor oir lo que pensaban los otros antes de decidir algo—. Voy a subir ahi a echar un vistazo.

Dejo a Swan al mando, con instrucciones sobre la direccion que deberian tomar si el grupo del Ejercito avanzaba hacia ellos, y siguio a Jackie colina arriba. Penso que los problemas anteriores no habian sido nada. No faltaria mas que tuviera que enfrentarse a las armas del Ejercito con una docena de muchachos y algunas escopetas.

—Ahora sabemos por que todo el mundo estaba oculto —le dijo a Jackie.

No habian encontrado comida en ninguna parte. Dos dias atras habian construido una balsa para acercarse a un supermercado medio sumergido, pero ya habia sido saqueado. No pudieron encontrar mas que cosas raras, como salmon y anchoas en lata, y en muy poca cantidad. El grupo del Ejercito debia haberse llevado todo.

Cuando llego a lo alto del monticulo clareaba mas. Jackie hizo una sena y Alim se tendio boca abajo y avanzo arrastrandose entre los arbustos hasta que encontro a Gay. El abrigo de piel de Alim estaba cubierto de barro, pero aquellos tipos del Ejercito tambien debian tener prismaticos y montaban guardia, pues de lo contrario no estarian todavia vivos.

El campamento de aquellos desconocidos estaba a casi dos kilometros de distancia, junto a la extension de agua. Estaba rodeado por trincheras y fortificaciones bajas. Parecia organizado. Habia mucha gente, la mayoria sentados alrededor de fogatas, sin temor a exponerse, y tenian alimentos. Alim conto siete mujeres.

—Las mujeres hacen la mayor parte del trabajo —dijo Gay—. Ellas y ese tipo con cara de conejo vestido con un trate azul. Hay muchos blancos, pero he contado hasta diez hermanos, y uno de ellos es el sargento.

—El sargento —repitio Alim—. ?Y hacen lo que el les ordena?

—Saltan cada vez que el mueve los brazos —dijo Gay.

—?Hay oficiales?

—No he visto ninguno. Creo que el sargento esta al mando.

—Lo han hecho —dijo Jackie—. Alim, lo han hecho. Parece mentira.

Alim no dijo nada y espero la explicacion de Jackie.

—?Te das cuenta? Es lo que hablabamos anoche. —La voz de Jackie estaba llena de excitacion—. Ya no hay poder negro, sino simplemente poder. Y son muchos, Alim.

—No tantos.

—Tal vez quieran reclutas —dijo Jackie.

—?Estas loco? —Gay solto un bufido—. ?Quieres alistarte en el maldito Ejercito?

—Calla.

Alim siguio observando el campamento con los prismaticos. Habia alli una actividad ordenada. Sacaban basura del recinto y la volcaban en fosas. Los centinelas montaban guardia en los puestos de vigilancia. Habia calderos de agua sobre el fuego, y todo el mundo lavaba sus equipos sucios con agua caliente. El campamento estaba gobernado como un autentico ejercito, pero algo no encajaba. No era exactamente lo mismo, algo no funcionaba como deberia.

—Alim, ellos han conseguido lo que queremos —dijo Jackie—. Poder. Tienen armas suficientes para hacer lo que quieran. Podriamos unirnos a ellos e instalarnos en cualquier lugar que nos apeteciera. Que diablos, podriamos hacer mucho mas. Con tanta gente podriamos ocupar todo este valle, seguir creciendo y reclutando gente. Podriamos ser los duenos del estado entero.

—?Que has estado fumando? —le pregunto Gay.

—Callad —dijo Alim de nuevo, en tono que no admitia replica. El silencio inmediato fue gratificante. Poder... Aquel era el problema: ?De que manera Alim Nasson podria tener poder si se unian a aquel ejercito?—. ?No tienen ningun vehiculo?

—Tienen una moto. Una Honda grande. La montan dos tipos que han ido a explorar al norte, uno de los nuestros y otro blanco.

—?Uniformados?

—El blanco llevaba un mono —dijo Gay, en un tono que daba a entender su incomprension de lo que ocurria y de los motivos que tenia Alim para querer saberlo.

—No tienen vehiculos. Nosotros disponemos de un camion, y sabemos donde encontrar mas.

Alim se referia a una granja junto a la carretera. Alli habia tres camiones, custodiados por diez o quince hombres armados con rifles. Alim no estaba en condiciones de apoderarse de los vehiculos, pero con aquel grupo... Hizo callar a los otros cuando el sargento aparecio en su campo de vision. Si, era negro, aunque no del todo. Un tipo robusto de piel marron claro y con barba. ?Barba en el Ejercito? Pero el sargento llevaba galones y una gran pistola al cinto. Senalaba a la gente y cada vez que lo hacia uno se levantaba y empezaba a trabajar, llevaba madera al fuego o lavaba las cacerolas. No gritaba ni gesticulaba. Tenia poder y sabia como usarlo. Alim le observo atentamente. Luego se levanto, sonriente.

—Ese es el Gancho.

—?Que? —dijo Gay, perplejo, mientras Jackie empezaba a sonreir.

—Es el Gancho —repitio Alim con un suspiro de alivio—. Le conozco. Podemos tratar con el.

Habria que fingir un poco. Alim tenia que hablar al Gancho como a un igual, como el jefe de un grupo de hombres. Hooker no debia enterarse de lo mal que estaban las cosas. Alim dejo a Jackie en la colina y bajo al campamento. Era hora de gritar un poco, de hacer que aquellos bastardos trabajaran.

A mediodia el campamento de Alim estaba organizado. Tenia buen aspecto, y parecia como si hubiera mas hombres de los que habia en realidad. Cuanto todo estuvo preparado, Alim se dirigio al campamento de los soldados con Jackie y su hermano Harold.

Por el camino Harold confeso que estaba asustado.

—?Te da miedo el Gancho?

—Una vez me dio un buen rapapolvo —dijo Harold—. Yo estaba en noveno grado.

—Asi que sois viejos conocidos —dijo Alim—. Bueno, nos han visto. Harold, tu te adelantaras. Deja el rifle

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