Cortaron arboles y construyeron un laberinto en la carretera, un sistema de arboles caidos entre los que podria pasar un camion, pero solo lentamente, deteniendose para hacer marcha atras y girando cuidadosamente. Prepararon bombas de dinamita y las colocaron en lugares convenientes para arrojarlas a la carretera. Luego Harvey envio a la mitad de los muchachos a los lados y al resto colina abajo. Cortaron arboles en parte, de manera que pudieran derribarse con facilidad. Los demas se alinearon a los lados, y Harvey pudo oir el ruido de las sierras de cadena y a veces el fragor de medio cartucho de dinamita.

El color rojo tras la Sierra Alta era mas intenso cuando regresaron los grupos de trabajo.

—Solo hay que cortar un par de arboles mas y colocar una carga para que la carretera quede bloqueada durante horas —informo Bill—. No costara demasiado.

—Creo que deberiamos hacerlo ahora —dijo alguien.

Bill miro a su alrededor y luego de nuevo a Randall.

—?No deberiamos esperar al camion del senor Wilson?

—Si, esperemos —dijo Marie—. Seria terrible que impidieramos pasar a nuestra propia gente.

—Claro —convino Harvey—. El laberinto detendra a los de la Hermandad si llegan primero. Descansemos un poco.

—Los tiros se oyen mas cercanos —dijo uno de los muchachos.

Harvey asintio.

—Eso parece, aunque es dificil asegurarlo.

—Ha llegado oficialmente el alba —anuncio Marie—, segun la definicion musulmana. Cuando puedes distinguir un hilo blanco de otro negro. Lo dice el Coran. —Se quedo silenciosa, escuchando, y al cabo de un momento dijo—: Alguien se acerca. Oigo el ruido de un motor.

Harvey saco un silbato del bolsillo y lo hizo sonar. Grito a los muchachos mas proximos para que se desparramaran y salieran de la carretera. Esperaron mientras los ruidos del camion se aproximaban. El vehiculo salio de la curva y se detuvo con un chirrido de frenos poco antes de llegar al primer arbol. Era un camion grande, todavia un objeto amorfo bajo la luz gris.

—?Quien esta ahi? —grito Harvey.

—?Quien es usted?

—Bajen del camion. Ponganse a la vista.

Alguien salto de la caja del camion y permanecio de pie en la carretera.

—Somos gente de Deke Wilson —grito—. ?Quien esta ahi?

—Nosotros somos de la fortaleza.

Harvey empezo a andar hacia el camion. Uno de los muchachos estaba mucho mas cerca. Se encaramo a la cabina y miro al interior. Entonces retrocedio rapidamente.

—No es...

No pudo terminar la frase. Se oyeron disparos de pistola y el muchacho quedo tendido en el suelo. Algo golpeo a Harvey en el hombro izquierdo y le derribo hacia atras. Hubo mas disparos. Varios hombres saltaron del camion.

Marie Vanee fue la primera en disparar. Surgieron mas disparos desde los lados de la carretera y las rocas de encima. Harvey se esforzo para encontrar su rifle. Lo habia dejado caer, y palpaba el suelo a su alrededor.

—?Cuerpo a tierra! —grito alguien.

Un objeto chisporroteante aterrizo delante del camion y rodo hasta quedar debajo. Nada sucedio durante una eternidad, y se oyeron mas disparos. Luego estallo la dinamita. El camion se levanto ligeramente, el olor de la gasolina impregno el aire, y al final estallo en una columna de fuego. Las llamas danzaron en el aire, y Harvey pudo notar su calor en el rostro. Pudo ver formas humanas en el fuego. Hombres y mujeres envueltos en llamas que gritaban y se agitaban. Hubo mas disparos.

—Basta. Alto el fuego. Estais desperdiciando municion. —Marie Vanee corrio hacia el camion en llamas—. ?Basta!

Ceso el tiroteo y no se oyo mas sonido que el crepitar de las llamas.

Harvey encontro al fin su rifle. El hombro izquierdo le temblaba y temia mirar, pero se obligo a hacerlo, esperando ver un agujero sanguinolento. Pero no habia nada. Lo toco y sintio dolor, y cuando se abrio la chaqueta descubrio un gran morado. Penso que habia sido una bala rebotada, a la que habia detenido la gruesa chaqueta. Se levanto y bajo a la carretera.

La muchacha, Marylou, trataba de acercarse mas al fuego, y dos muchachos la sujetaban para que no lo hiciera. No decia nada, solo luchaba para liberarse de ellos, mirando fijamente el camion en llamas y los cuerpos tendidos cerca.

—Estaba muerto cuando cayo al suelo —le grito uno de los muchachos—. Muerto, maldita sea. No puedes hacer nada.

Ahora parecian aturdidos, mientras contemplaban los cadaveres y el fuego.

—?Quien era? —pregunto Harvey, senalando al muchacho muerto cerca de la cabina del camion. El chico yacia boca abajo y tenia la espalda en llamas.

—Bill Dummery —dijo Tommy Tallifsen—. ?No deberiamos...? ?Que hacemos, senor Randall?

—?Sabeis donde coloco Bill las cargas?

—Si.

—Vamos alla. Las encenderemos.

Bajaron por la falda de la colina. La visibilidad aumentaba con rapidez. A unos doscientos metros encontraron una roca que sobresalia sobre la carretera. Tommy la senalo. Cuando Harvey se agacho para encender la mecha, Tommy le toco el hombro.

—Viene otro camion —le dijo.

—Oh, mierda. —Harvey busco la mecha de nuevo. Tommy no dijo nada. Finalmente Harvey se levanto—. Estallara antes de que lleguen aqui. Vuelve a la colina y avisa a los demas. De todos modos no podran pasar con ese camion ardiendo en medio. No te acerques hasta saber quien es.

—De acuerdo.

Harvey espero, maldiciendose a si mismo, a Deke Wilson, a la Nueva Hermandad, a Bill Dummery, con una beca para Santa Cruz y a una muchacha llamada Marylou. Habia sido culpa suya.

El camion ascendio por la colina. Iba cargado de gente, sin enseres domesticos. En una baca encima de la cabina, dos ninos con abultados impermeables se agachaban para protegerse del viento. Cuando el camion se aproximo Harvey reconocio al hombre que iba de pie en la caja, al lado de la cabina. Era uno de los granjeros que habia ido con Wilson a la fortaleza, un tal Vinge.

Los ocupantes del camion eran mujeres, ninos y hombres con vendajes sanguinolentos. Algunos yacian en la caja del camion, y permanecian inmoviles mientras el vehiculo sobrecargado cambiaba de marcha y subia por la ladera. Harvey dejo que pasaran y entonces encendio la mecha. Echo a correr. La dinamita estallo detras de el, pero la roca no cayo a la carretera.

El camion se detuvo en el laberinto de troncos. No habia duda de quienes iban en el. Los muchachos salieron de sus escondrijos. Vinge salto de la cabina. Parecia cansado, pero no estaba herido.

—?Teniais que bloquear la maldita carretera despues de que pasaramos! —grito.

—?Vete al diablo! —exclamo Harvey airado. Intento dominarse. El camion estaba lleno de heridos, mujeres y ninos, y todos ellos parecian medio muertos de agotamiento. Harvey, apenado, meneo la cabeza y llamo a Marie Vanee—: ?Trae el furgon! Tendremos que usar el torno para abrirles paso.

Tardaron media hora en serrar dos troncos y apartarlos del camino para que el camion pudiera pasar. Mientras trabajaban, Harvey envio a Tommy Tallifsen para que tratara de nuevo de mover la roca. Al ritmo con que la estaban usando, agotarian alli mismo la dinamita, cuando quedaban aun muchos kilometros de carretera por bloquear. Esta vez la roca rodo. Formo un obstaculo formidable, sin ningun acceso facil a su alrededor. Otros muchachos con las sierras de cadena derribaron mas arboles sobre la carretera.

—Ya esta —grito uno de los muchachos—. Podeis seguir.

Vinge se acerco a la cabina del camion, en la que se hacinaban cuatro personas. El conductor era un adolescente que no tendria mas de catorce anos, apenas lo bastante corpulento para llegar a los pedales.

—Cuida de tu madre —le grito el granjero.

—Si, senor —respondio el muchacho.

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