—?Claro que no! ?No habeis oido? Sharps ha dicho que hay miles de millones de posibilidades de que choque contra una.

—Lo he visto —dijo Greg—. Y el ha dicho que, a veces, los cometas chocaron con la Tierra. Y este pasara cerca.

—Pero no queria significar eso —protesto Tim.

Greg se encogio de hombros.

—Conozco el mercado. Tengo que estar en la oficina cuando abra la bolsa...

Sono el telefono, y Tim parecio sorprenderse. Antes de que tuviera tiempo de levantarse, Jill respondio. Escucho un momento y luego parecio tambien sorprendida.

—Quieren saber si pueden pasar una conferencia de Nueva York.

—?Eh? —Tim se levanto para atender al telefono. Escucho, mientras en la pantalla de television un funcionario de la NASA explicaba como seria posible, solo posible, enviar una sonda para estudiar el cometa. Tim colgo el auricular.

—Pareces aturdido —le dijo Penelope Joyce.

—Lo estoy. Era uno de los productores. Quieren que salga en el «Show de medianoche», junto con el doctor Sharps. Mira por donde al fin voy a conocerle, Pat.

—Yo veo ese programa todas las noches —dijo la madre de Tim en tono admirativo. La gente que salia en el «Show de medianoche» era importante.

El documental de Randall terminaba de una manera apoteosica, con fotografias del sol y las estrellas tomadas por el Skylab y un elocuente ruego para que se enviara una sonda tripulada a explorar el cometa Hamner-Brown. Tras el ultimo anuncio comercial, la familia empezo a despedirse. Una vez mas, Tim se percato de lo poco que tenian en comun. ?De que hablar con el gerente de una agencia de bolsa o con un constructor de casas, aunque fueran su cunado y su hermano? Al fin se quedo a solas con Penelope Joyce, y le preparo una bebida.

—?Sabes? —le dijo a la muchacha—. Me siento como en la noche de estreno de una mala comedia.

—Como una de aquellas obras de ciencia ficcion que soliamos ver. ?Recuerdas la que trataba de la invasion de la ciudad por los «guardianes del recinto sagrado»?

Tim se echo a reir.

—Ah, si. No he visto Iluminad el cielo desde... Dios mio, desde que estuviste enrolada en aquel grupo teatral durante las vacaciones de verano. Tienes razon. Este programa ha sido algo parecido.

—?Bah!

—?Bah?

—Si, ?bah! Siempre has pensado asi sin ninguna razon para ello, y ahora tampoco la tienes. Puedes estar orgulloso, Tim. ?Que haras ahora? ?Buscar otro cometa?

—No, creo que no. —Exprimio una lima en el gintonic de la muchacha y le alargo la bebida—. No lo se. No domino lo bastante bien la teoria para hacer realmente lo que quiero.

—Entonces, aprende la teoria.

—Tal vez. —Se sento al lado de ella—. De todos modos, habre entrado en los libros de historia. Salud.

Penelope alzo el vaso, respondiendo al brindis. No se burlaba de el.

—Salud.

—Lo seguire hasta donde vaya, haga lo que haga. Randall quiere otro documental, y lo haremos, si no nos reganan demasiado.

—?Si no te reganan? ?Te preocupa eso?

—Me estas tomando el pelo de nuevo.

—Esta vez no.

—Humm. Bien. Apoyare financieramente otro documental. Porque lo quiero asi. Haremos cuanto podamos para conseguir el envio de una sonda espacial. Si la publicidad es suficiente, podriamos lograrlo. Y ese Sharps realmente entiende de cometas.

Ella le puso una mano en su brazo.

—Adelante, Tim. Ninguno de los que esta noche han estado aqui ha realizado la mitad de lo que quiere hacer. Tu ya has conseguido tres cuartas partes, y has empezado a obtener el resto.

El la miro y penso que si se casara con ella su madre soltaria un gran suspiro de alivio. Pertenecia a una clase limitada de mujeres todas las cuales parecian conocer a su hermana Jill. Habian ido al este para estudiar en la universidad, y a Nueva York en vacaciones. Habian roto las mismas reglas, no temian a sus madres, eran hermosas y temibles. El impulso sexual de un muchacho adolescente era demasiado poderoso, demasiado facil de torcer y reprimir. Convertia la belleza de una mujer joven en una llama, y cuando a la llama se unia una total confianza en si misma... una muchacha como cualquiera de las amigas de Jill podria ser algo temible para un chico que jamas habia creido en si mismo.

Joyce no era temible, porque no era lo bastante bonita.

Ella fruncio el ceno.

—?En que estas pensando?

Oh, no, no podia responder a aquella pregunta.

—Recordaba muchas cosas.

?Acaso le habian dejado deliberadamente a solas con Joyce? Desde luego, ella se habia quedado despues de que todos los demas se marcharan. Si el ahora diera un paso...

Pero no tenia valor para hacerlo. O, se dijo a si mismo, la amabilidad necesaria. Joyce era elegante, si, pero uno no se acuesta con un jarron de cristal de Steuben. Se levanto y fue al grabador de video.

—?Quieres ver algunas de las otras escenas?

Ella vacilo un momento. Le miro atentamente y luego, con identico cuidado, vacio su vaso y lo dejo sobre la mesita.

—Gracias, Tim, pero sera mejor que me vaya a dormir. Manana tengo mucho trabajo.

Se despidio sonriente, y Tim penso que su sonrisa era un poco forzada.

El torbellino estaba intolerablemente atestado. Masas de todos los tamanos se arremolinaban, curvando el espacio en una compleja topologia que cambiaba sin cesar. Los satelites y planetas interiores estaban llenos de cicatrices: crateres bajo las atmosferas de la Tierra y Venus, desnudos muros circulares y lagos helados de magma extendidos de un lado a otro en las superficies de Marte, Mercurio y la luna de la Tierra.

Aqui existia incluso la posibilidad de huida. Los campos de gravedad alrededor de Saturno y Jupiter podian arrojar de nuevo un cometa hacia el frio y la oscuridad. Pero Saturno y Jupiter estaban mal colocados, y el cometa continuo cayendo, acelerando, hirviendo.

?Hirviendo! Bolsas de sustancias quimicas volatiles estallaron y arrojaron chorros de polvo y cristales de hielo. Ahora el cometa se movia en una nube radiante que podria haberlo protegido del calor, pero no lo hizo, sino que la niebla capto la luz del sol a traves de millares de kilometros cubicos y la reflejo de nuevo sobre la cabeza del cometa desde todas direcciones.

El calor en la superficie del nucleo fue absorbido hacia el interior. Mas bolsas de gas se rompieron y actuaron como toberas de maniobras en una nave espacial, lanzando la cabeza del cometa a un lado y a otro. Las masas tiraban de el al pasar, perdido, ciego, cayendo... El cometa moribundo cayo mas alla de Marte, invisible dentro de una nube de polvo y cristales que tenia el mismo tamano de Marte.

En la Tierra, un telescopio lo descubrio como un punto difuminado cerca de Neptuno.

MARZO: INTERLUDIOS

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