»Y Jesus respondio diciendoles:

»—Tened cuidado para que ningun hombre os engane, pues muchos vendran en mi nombre diciendo “Yo soy el Cristo”, y enganaran a muchos.»

A la entrada del condado Inyo, en California, Henry habia visto un aviso de la policia clavado en un poste: «Charles Manson, tambien conocido como Jesucristo y Dios.»

«Y oireis hablar de guerras y rumores de guerras. Procurad que no os conturbe, pues todas esas cosas deben pasar, pero todavia no son el fin. Pues una nacion se alzara contra otra y un reino contra otro reino. Y habra hambres y pestes y terremotos en diversos lugares.»

El Evangelio de Mateo era el favorito de Henry, y su texto preferido entre todos los de la Biblia, que era su libro favorito. ?No eran estos los tiempos de los que hablo Cristo? Los signos estaban presentes por todas partes en el mundo.

Se sento ante su lujosa mesa de trabajo. El televisor estaba oculto tras un panel que se abria cuando Henry oprimia un boton. Habia progresado mucho desde que en los anos treinta iniciara su carrera en Idaho. A veces aquella ostentosa riqueza molestaba a Henry, pero sus partidarios insistian en ello, aun cuando Henry y su esposa hubieran sido igualmente felices en un entorno mas sencillo.

Henry trataba de redactar su editorial, pero no se sentia inspirado. Como leccion de humildad habia encendido el televisor, que ofrecia una entrevista. La leccion consistia en contemplar aquella superficial frivolidad sin detestar a quienes tomaban parte en ella. Y aquello era duro, muy duro...

Algo llamo su atencion. Un hombre delgado y alto que vestia una chaqueta deportiva de punto de espina y movia mucho los brazos. Henry admiro su tecnica. Aquel hombre podria ser un formidable predicador. Centro toda su atencion en lo que decia.

El hombre hablaba de un cometa. ?Un cometa? ?Un signo de los cielos? Henry sabia lo que eran los cometas, pero el hecho de que los cometas fueran fenomenos naturales no significaba que su presencia no fuera milagrosa. Henry habia visto a muchos pacientes curados gracias a sus plegarias, mientras que los medicos mas tarde «explicaban» el milagro.

Un cometa. Y pasaria muy cerca de la tierra. ?Podria ser este el signo final de todo? Cogio un bloc de papel y empezo a escribir en desgarbadas letras de imprenta, utilizando una docena de lapices. Lleno tres paginas antes de dar con su titular, y volvio a la primera pagina.

Dentro de dos semanas su revista estaria en medio millon de hogares de todo el mundo. Y en la portada, en grandes letras de un rojo deslumbrante, se leeria este titular:

EL MARTILLO DE DIOS

Seria tambien un buen texto para sus programas de television. Henry empezo a escribir freneticamente, sintiendo lo que habia sentido casi cuarenta anos atras, cuando realmente habia empezado a comprender el capitulo 24 del Evangelio de Mateo y transmitiera el mensaje a un mundo al que no le importaba.

El Martillo de Dios llegaba para castigar a los decadentes y los obstinados. Henry escribio afanosamente.

ABRIL: UNO

De la furia de los hombres del Norte, Libranos, Senor. Del gran cometa, Libranos buen Dios. Letania medieval

Tim Hamner llego en taxi en el mismo momento en que el furgon de Harvey se detenia ante los Laboratorios de Propulsion a Reaccion. Harvey lanzo un juramento al tiempo que Tim entregaba al conductor un billete de veinte dolares y lo despedia. Pero cuando Hamner se acerco a el, Harvey le recibio con la mejor de las sonrisas.

Hamner parecia avergonzado.

—Mire, Harvey, ya se que dije que no me meteria en esto... y no lo voy a hacer. Pero conoci a Sharps en aquella entrevista por television.

—Si, la vi. Sharps estuvo muy bien.

—Desde luego —convino Hamner—. Quiero verle otra vez. Llame al JPL y me dijeron que usted vendria aqui para Celebrar una entrevista. Harvey, quisiera estar presente.

Harvey se sentia airado, pero aquella era una peticion razonable por parte de un patrocinador.

—Claro que si.

Charlene, la senorita de relaciones publicas, esperaba, y no puso el menor reparo a la inesperada aparicion de Tim Hamner entre el equipo de rodaje. El despacho de Sharps no habia cambiado. Habia libros diversos desparramados sobre su lujoso escritorio, y en vez de una salida impresa de IBM habia un gran diagrama. Harvey penso que cambiaba el reparto, pero la obra era la misma.

—Vaya —dijo Sharps, alzando una ceja al ver a Hamner—. ?El patrocinador viene a vigilarle, Harvey? Espero que esto no lleve mucho tiempo. Tengo que ir a los laboratorios dentro de poco.

Harvey hizo una sena a los miembros del equipo. Charlie ya estaba preparando las cosas para el rodaje y Mark iba de un lado a otro con el fotometro. Mark se habia perfeccionado mucho en su trabajo. Parecia cuajar en el. Harvey no recordaba que hubiera durado tanto tiempo en ningun otro empleo. Si ahora lo abandonara, Mark le echaria de menos.

—Estamos interesados en la sonda —dijo Harvey—. ?Cree usted que va a salir bien?

Sharps le sonrio.

—Las perspectivas son inmejorables, gracias al senador Arthur Jellison. ?Recuerda la conversacion que tuvimos al respecto?

—Si.

—Bien, el es el hombre. Le agradecere toda buena publicidad que pueda dedicarle.

Harvey asintio e hizo una senal al equipo.

—Empecemos.

—Rodando —dijo Manuel.

Charlie estaba detras de la camara, y Mark se adelanto con la claqueta.

—Entrevista a Sharps. Primera toma.

—Doctor Sharps —dijo Harvey—. Ha habido algunas criticas a la proposicion de enviar una mision Apolo para estudiar el cometa. Se dice que seria demasiado peligroso.

Sharps hizo un gesto de rechazo.

—?Peligroso? Ya lo hemos hecho antes. Una perfecta seccion propulsora y una capsula probada. No hemos dedicado tantos meses de planeamientos como a la NASA le gusta, pero pregunte a los hombres que tripularan la nave, pregunte a los astronautas si ellos creen que sera peligroso.

—?Ya ha sido escogida la tripulacion?

—No... ?Pero hay cuarenta voluntarios! —exclamo Sharps sonriendo a la camara.

Harvey siguio haciendo preguntas. Hablaron de los instrumentos que llevaria el Apolo. Muchos de ellos se estaban ensamblando en el JPL y el Instituto Tecnologico de California.

—Los estudiantes y tecnicos estan haciendo horas extras gratuitas —dijo Sharps—. Solo para ayudar.

—?Sin cobrar? —pregunto Harvey.

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