dime de nuevo cual es el valor de todo esto.
—Esta mision sera del maximo valor, senador. No servira para curar el cancer, pero con toda seguridad aprenderemos muchas cosas sobre planetas, asteroides y cometas. Otra cosa, ese individuo de la television, Randall, quiere que salgas en su proximo documental. Al parecer, considera que la emisora debe estarte agradecida por conseguir este lanzamiento.
Jellison miro a Al Hardy, el cual sonrio y asintio vigorosamente.
—Causaremos impacto en Los Angeles —dijo Al.
—Dile que me parece bien. Cuando quiera. Que se ponga en contacto con mi ayudante, Al Hardy. ?Entendido?
—De acuerdo. ?Eso es todo, Art? —pregunto Sharps.
—No, no. —Jellison apuro su vaso de whisky—. Charlie, por aqui no para de venir gente convencida de que el cometa va a chocar con nosotros. No son locos, sino buenas personas, algunas incluso con tantos grados universitarios como tu.
—Conozco a la mayoria de ellos —admitio Sharps.
—?Y bien?
—?Que puedo decir, Art? —Sharps permanecio un instante en silencio—. La orbita mejor proyectada situa a ese cometa exactamente encima de nosotros...
—Dios mio —dijo el senador Jellison.
—Pero hay varios millares de kilometros de error en esas proyecciones. Y varios miles de kilometros es una gran diferencia. No puede alcanzarnos tan facilmente...
—Pero podria chocar.
—Bueno... Esto no es para darlo a la luz publica, Art.
—No lo he pedido para eso.
—De acuerdo. Si, podria chocar con la Tierra. Pero las probabilidades estan en contra.
—?Que clase de probabilidades?
—Miles contra una.
—Recuerdo que hablaste de miles de millones contra una...
—Si, pero las probabilidades se han reducido —dijo Sharps.
—?Lo suficiente para que podamos hacer algo al respecto?
—?Que podriamos hacer? He hablado con el presidente.
—Yo tambien.
—No quiere que cunda el panico, y estoy de acuerdo. Sigue habiendo millares de probabilidades de que no ocurra contra una, y la absoluta certeza de que mucha gente morira si empezamos a hacer preparativos. Ya estamos dando lugar a locuras por parte de fanaticos y chalados, gente que ve el fin del mundo como una oportunidad...
—Hablame de ello —dijo Jellison secamente—. Ya te he dicho que tambien he visto al presidente y es de tu misma opinion, o tu eres de la suya. No hablo de advertir a la gente, Charlie, hablo de mi. ?Donde caera esa cosa, si es que cae?
Hubo otro momento de silencio.
—Tu lo has estudiado, ?no? —anadio Jellison—. O ese genio loco que esta contigo, ese Forrester, lo ha hecho, ?no es asi?
—Si. —En la voz de Sharps se notaba su renuencia a hablar—. El Martillo, como se conoce ya al cometa, se ha fragmentado. Si se precipita contra nosotros, probablemente lo hara en una serie de choques, a menos que el calor central se abata sobre nosotros. Si eso sucede, no te preocupes por hacer preparativos. No hay nada que hacer.
—Vaya.
—Pues si. Asi estan las cosas.
—Pero si solo choca una parte...
—Con toda seguridad seria en el oceano Atlantico —dijo Sharps.
—Lo cual significa Washington... —dijo despaciosamente Jellison.
—Washington quedaria cubierta por las aguas, como toda la costa oriental hasta las montanas. Habria inmensas mareas. Pero las probabilidades son muy escasas, Art. Lo mejor que puedes suponer es que tendremos un bonito espectaculo luminoso y nada mas.
—Claro, claro. De acuerdo, Charlie. Te dejo que vuelvas al trabajo. A proposito, ?donde estaras el dia que suceda?
—En el JPL.
—?A que altura?
—A unos trescientos metros, senador, a unos trescientos metros. Adios.
La conferencia finalizo abruptamente. Jellison y Hardy se quedaron mirando un momento el instrumento silencioso.
—Al, creo que nos daremos una vuelta por el rancho —dijo Jellison—. Es un buen sitio para observar cometas.
—Si, senor.
—Pero hemos de tener cuidado, no dejarnos llevar por el panico. Si esto se divulgara, todo el pais podria arder. Confio en que la semana en que vaya a producirse el acontecimiento, el Congreso encontrara una buena razon para entrar en receso, asi que no tendremos que preocuparnos en ese aspecto. Pero tambien quiero a mi familia en el rancho. Yo me encargare de Maureen, y tu de que vayan Jack y Charlotte.
Al Hardy se sobresalto. Al senador Jellison no le gustaba su yerno, ni a Al tampoco. Seria desagradable persuadir a Jack Turner para que llevara a su mujer e hijos al rancho de Jellison en California.
—Tu vienes con nosotros, naturalmente —dijo Jellison—. Necesitaremos equipo... todo lo necesario para el fin del mundo. Un par de vehiculos con traccion en las cuatro ruedas...
—Land Rovers —ofrecio Al.
—No, diablos, Land Rovers no. —Vertio otros dos dedos de whisky en su vaso—. Compremos articulos norteamericanos. El cometa probablemente no chocara, y no es nada conveniente que tengamos vehiculos extranjeros una vez todo haya pasado. Jeeps, o algo de la General Motors.
—Lo mirare —dijo Al.
—Y todo lo demas. Tiendas de campana, pilas, hojas de afeitar, calculadoras de bolsillo, sacos de dormir, toda la quincalla que puedas comprar...
—Va a salir caro, senador.
—?Y que? No estoy arruinado. Compralo al por mayor, pero con discrecion. Si alguien te pregunta dile que... que te vas de safari a Africa. Debe haber algun proyecto de la Fundacion Cientifica Nacional en Africa...
—Si, senor.
—Muy bien. Ya tienes la respuesta si alguien te pregunta. Puedes hablar a Rasmussen de esto, pero a ningun otro miembro del personal. ?Hay alguna chica a la que quieras llevar?
Estaba claro que no lo sabia, penso Al. Ignoraba lo que sentia por Maureen.
—No, senor.
—De acuerdo. Lo dejo todo en tus manos. Supongo que te das cuenta de que todo esto es una locura y que vamos a sentirnos terriblemente estupidos una vez haya pasado.
—Si, senor.
Ojala fuera asi. ?Sharps llamaba al cometa el Martillo!
—No hay ningun peligro en absoluto. El asteroide Apolo se aproximo hasta tres millones doscientos mil kilometros, que es muy cerca en distancias cosmicas, en 1936. Y no paso nada. ?Recuerdan el panico de 1968? La gente, sobre todo en California, se subio a las colinas. Todo el mundo se olvido de ello al dia siguiente, es decir, todos los que no se habian arruinado comprando equipo de supervivencia que no necesitaban.
«El cometa Hamner-Brown es una maravillosa oportunidad de estudiar una nueva clase de cuerpo extraterrestre a una distancia relativamente cerca, y recalco la palabra relativamente, y eso es todo.»
—Gracias, doctor Treece. Han escuchado una entrevista con el doctor Henry Treece del Centro de Investigacion Geologica de Estados Unidos. Volvemos ahora a nuestro programa habitual.