—Entonces ?hay una razonable probabilidad de que la falta de comentarios de Barlennan fuese un intento cortes para no avergonzarte, no comentando algo que debe haberle parecido un error estupido?
—Supongo que es posible.
Easy no podia dar mas que informacion. Sabia que su opinion probablemente no era objetiva.
—Entonces creo —dijo Aucoin lenta y pensativamente— que seria mejor que yo mismo hablase con Barlennan. ?Dices que no ha pasado nada mas en el Esket desde que Cavanaugh vio rodar esos objetos?
—Yo no he visto nada. El equipo del puente, por supuesto, enfoca la oscuridad, pero los otros tres estan perfectamente bien iluminados, y no han mostrado cambios, excepto ese.
—Muy bien. Barlennan conoce nuestro idioma bastante bien, segun mi experiencia, de forma que no te necesitare para que traduzcas.
—Oh, no; el te entendera. ?Quieres decir que preferirias que yo me marchase?
—No, no. De hecho, sera mejor que escuches y me avises si crees que podria estar desarrollandose algun error.
Aucoin alcanzo el conmutador del microfono de la colonia, pero antes de cerrarlo echo una ojeada hacia Easy.
—No te importara que me asegure de la opinion de Barlennan sobre la identificacion de Kabremm, ?verdad? Creo que nuestro mayor problema es que hacer con respecto al Kwembly, pero me gustaria arreglar tambien esa cuestion. Despues que planteaste el asunto, no me gustaria que Barlennan adquiriese la nocion de que estabamos intentando censurar algo, para decirlo con las mismas palabras que empleo Ib en la reunion.
Se aparto y llamo a Dhrawn.
Barlennan se encontraba en la camara de Comunicaciones de la colonia; asi que no se perdio tiempo en llegar hasta el. Aucoin se identifico en cuanto estuvo seguro de que el comandante estaba en el otro extremo, y comenzo su charla.
Easy, Ib y Boyd la encontraron repetitiva hasta molestar, pero tuvieron que admirar la habilidad con que el planificador recalcaba sus propias ideas. Esencialmente, estaba intentando desviar cualquier sugerencia de que se enviase otro vehiculo a rescatar al Kwembly, sin sugerir en absoluto algo asi. Era un trabajo muy dificil de manipulacion del lenguaje, aunque el asunto habia sido el mas importante en la mente de Aucoin desde la conferencia; asi que, aun cuando no se trataba mas que de una improvisacion, tenia el merito de una obra de arte, como Ib observo mas tarde. Menciono la identificacion de Kabremm por Easy, pero tan fugazmente que esta casi no reconocio el asunto. No llego a decir que debia haber sido un error, aunque obviamente no daba importancia al incidente.
Era una pena, como observo Easy mas tarde, que una elocuencia tan retocada fuese malgastada completamente. Por supuesto, Aucoin no podia saber, como ningun otro ser humano, que la identificacion de Kabremm constituia la principal preocupacion de Barlennan en el momento y que durante dos horas no habia pensado en otra cosa. Enfrentado con el colapso inminente de su complejo esquema y sin una alternativa preparada, como rapidamente y con verguenza habia comprendido, empleo aquellas horas en pensar furiosa y rapidamente. Cuando Aucoin llamo, Barlennan tenia preparados los primeros pasos de otro plan. Estaba esperando con tanta ansiedad la oportunidad de ponerlo en practica, que presto poca atencion a las palabras, bellamente seleccionadas, del planificador. Cuando hubo una pausa, Barlennan tenia preparado su propio discurso, el cual tenia asombrosamente poco que ver con lo que acababa de decirse.
La pausa en realidad no habia tenido el objeto de dar tiempo a una respuesta; Aucoin se habia detenido un momento para revisar mentalmente lo que habia dicho y lo que deberia decir a continuacion. Pero Mersereau le detuvo cuando iba a reemprender la conversacion.
—Ese descanso ha sido lo bastante largo como para que Barlennan suponga que has terminado y esperas una contestacion —dijo—. Es mejor que esperes. Probablemente ahora ha comenzado a hablar antes de que llegue alli lo que ibas a decir.
Obedientemente, el administrador espero. Despues de todo, una convencion era una convencion. Estaba preparado para ser sarcastico si Mersereau se equivocaba, pero la voz del comandante mesklinita llego en el segundo esperado… Ib y Easy pensaron mas tarde que antes lo que se hubiesen atrevido a apostar.
—He estado pensando profundamente desde que la senora Hoffman me hablo de Kabremm —dijo—, y la unica teoria que he podido encontrar es esta. Como sabeis, siempre ha estado en nuestra mente la posibilidad de que aqui en Dhrawn hubiese una especie inteligente. Tus cientificos estaban seguros de que incluso antes del aterrizaje habia vida de un alto nivel de organizacion, a causa del aire rico en oxigeno, segun dijeron. Se que no hemos encontrado nada, excepto plantas sencillas y animales practicamente microscopicos, pero el Esket se habia aventurado en Low Alfa mas que ninguno de los otros vehiculos y ahi las condiciones son diferentes. Ciertamente la temperatura es mas alta, y no sabemos como puede cambiar eso otros factores.
«Hasta ahora, la probabilidad de que el Esket se hubiese encontrado con una oposicion inteligente era solo una posibilidad, sin mas soporte que cualquier otra idea que pudiesemos tener en la cabeza. Sin embargo, como vuestra propia gente ha senalado repetidamente, ningun tripulante hubiese podido vivir tanto tiempo sin el sistema de soporte del vehiculo o algo de ese tipo. Ciertamente no hubiesen podido viajar desde donde se encuentra todavia el Esket, segun lo que sabemos, hasta la vecindad de Dondragmer. Me parece que la presencia de Kabremm alli es una evidencia convincente de que la tripulacion de Destigmet encontro y fue capturada por nativos de Dhrawn. No se por que Kabremm ha podido dar con el grupo de rescate; quiza se escapo, pero es dificil comprender como podria haberlo intentado bajo tales circunstancias. Mas probablemente ellos le enviaron deliberadamente para hacer contactos. Me gustaria mucho que pasases a Dondragmer esta idea para saber que opina y para que averigue lo que pueda por Kabremm si todavia esta alli. No me habeis dicho si continuaba con el grupo de rescate o no. ?Podeis hacerlo?
En el rompecabezas mental de Ib Hoffman, varias piezas encontraron su sitio. Su silencioso aplauso no fue advertido ni siquiera por Easy.
XIII. HECHOS EXTRANOS; FICCION CONVINCENTE
Barlennan se sentia muy complacido de sus palabras. No habia dicho ni una sola falsedad; lo peor de lo que podria ser acusado era de no pensar claro. A menos que algunos humanos sospechasen ya activamente, no habria ninguna razon para que no pasasen la teoria al capitan del Kwembly, diciendole asi la linea que Barlennan se proponia seguir. Podia confiarse en que Dondragmer seguiria el juego, especialmente si se le transmitia la pista de que quiza Kabremm no estuviese disponible para un interrogatorio. Era mala suerte, por una parte, hacer surgir la «amenaza nativa» mucho antes de lo que hubiese querido, cuando existia un plan mucho mejor: dejar que los humanos la inventasen ellos mismos; pero cualquier plan que no pudiese modificarse para adaptarse a las nuevas circunstancias era un pobre plan, pensaba.
Aucoin se sintio muy sorprendido. Personalmente no tenia ninguna duda de que Easy estaba equivocada, puesto que hacia mucho que habia borrado por completo al Esket de su mente; que Barlennan tomase su opinion en serio habia sido una mala sacudida. El administrador sabia que Easy era con mucho la persona mejor cualificada en toda la estacion para hacer un reconocimiento semejante, pero no habia esperado que los propios mesklinitas se diesen cuenta de ello. Se culpo a si mismo de no prestar una mayor atencion a las charlas entre los observadores (especialmente respecto a Easy) y los mesklinitas en los ultimos meses. Habia perdido el contacto, un pecado mortal en un administrador.
No obstante, no veia razones para denegar la solicitud de Barlennan. Miro a los otros. Easy y Mersereau le miraban expectativamente; la mujer tenia su mano sobre el microfono selector en el brazo de su sillon, como si fuese a llamar a Dondragmer. Su esposo mostraba en su rostro una semisonrisa que confundio ligeramente a Aucoin por un momento; pero cuando sus ojos se encontraron, Hoffman asintio como si hubiese estado analizando la teoria mesklinita y la hallase razonable. El planificador vacilo un momento mas; despues hablo por su microfono.
—Lo haremos ahora mismo, comandante.
Asintio a Easy, que al momento cambio su conmutador de seleccion y comenzo a hablar. Benj volvio cuando ella empezaba, evidentemente rebosante de informacion, pero se reprimio cuando vio que ya habia comenzado una conversacion con el Kwembly. Su padre observaba al muchacho mientras Easy retransmitia la teoria de