Nadie sabia, sin embargo, cuanta gente aguantaria; se habia planeado llevarla al oceano cuando regresaran los otros y comprobarlo experimentalmente.

Sin embargo, al encender los fuegos vieron que la lluvia no caia directamente hacia abajo. Era el mismo fenomeno que habian observado John y Nancy la noche anterior, complicado por la falta de una causa conocida. Tras algunas discusiones, Nick decidio encender tres fuegos extras hacia el noroeste de las defensas usuales, compensando el consumo extra de combustible por el procedimiento de dejar un numero igual de fuegos en el lado opuesto del anillo exterior sin encender. Un poco mas tarde los puso un poco mas al noroeste, pues ninguna gota venia en esa direccion ni siquiera cuando se hubieron establecido las corrientes de conveccion del campo. Informo de ello a Fagin.

—Lo se —contesto el profesor—. Lo mismo esta ocurriendo en donde esta la nave, segun Easy. Las gotas se inclinan notablemente en la zona de tierra. Me gustaria que ella tuviera algun medio de decir la direccion; podriamos saber si la costa se desliza hacia el este o si la lluvia se mueve realmente en una direccion diferente. Cualquiera que sea el hecho nos seria de utilidad conocerlo.

—Supongo que ella no podra sentir ningun viento.

—No dentro de la nave. ?Puedes tu?

—Un poco, ahora que el movimiento de las gotas demuestra su existencia. Lo senti mas en los alrededores de los fuegos cuando nos fuimos de las cuevas. Pero creo que se esta haciendo mas fuerte.

—Si llegas a estar mas seguro de eso no dejes de informarme —contesto Raeker—. Te tendremos informado de cualquier cosa que pase en el otro extremo y que pueda tener relacion con el fenomeno —el uso que Raeker hacia del «nosotros» se ajustaba a la realidad; las salas de observacion y comunicacion estaban llenas de geologos, ingenieros y otros cientificos. La noticia de que Tenebra estaba proponiendo el primer misterio en decada y media se habia esparcido con rapidez por toda la nave y las hipotesis circulaban con rapidez.

Easy estaba dando una fascinante y fascinada descripcion de los acontecimientos que rodeaban al batiscafo; pues aunque ella y su companero ya habian visto la lluvia nocturna, se encontraban por primera vez en un lugar desde el que podian observar su efecto sobre el nivel del mar. La orilla estaba a la vista y la forma en que el mar se levantaba de ella mientras el agua se unia al acido sulfurico fumante era algo que los ninos no habian visto. Mirar a la cercana costa era desconcertante; mientras el batiscafo ascendia con la subida del nivel del mar, este penetraba con facilidad tierra adentro con su superficie ascendente. Asi continuo hasta que la densidad del mar era muy baja para que flotara la nave: incluso entonces algun golpe ocasional les indicaba que el movimiento no habia cesado.

—No puedo ver nada mas, papa —grito Easy finalmente—. Tenemos que dejar de dar informacion. Ademas me estoy durmiendo. Despertadnos si es necesario.

—De acuerdo, Easy —Rich respondio en nombre de Raeker—. Nada, excepto el viento, ocurre ahora en el campamento de Nick, y el viento tiene mas de sorprendente que de critico —la nina aparecio brevemente en la pantalla, les dio las buenas noches a todos y desaparecio; el estrecho rostro de Aminadorneldo le siguio y luego la estacion se detuvo durante toda la noche.

Como es natural, la atencion se centro en la sala de observacion, desde donde podia verse la superficie de Tenebra. Pero nada ocurria. El robot, como era usual, estaba situado en medio de un circulo de fuego bastante desequilibrado con cuatro de los nativos a su alrededor… no de modo uniforme esa noche; tres de ellos se agrupaban en el lado noroeste mientras que el cuarto ocupaba las tres cuartas partes restantes del circulo. La razon se comprobaba facilmente a los pocos minutos de observacion; por cada hoguera que se apagaba en donde estaba el solitario, doce le seguian en el noroeste. Continuamente tenia que adelantarse alguien a reavivar uno o dos de los fuegos de ese lado. Ocasionalmente desaparecia uno de los fuegos del anillo interior —cuando una segunda gota caia muy pronto a traves del espacio que habia quedado sin proteccion por el efecto de la primera —. Sin embargo, no parecia haber ningun peligro real; ninguno de los nativos se habia desvanecido ni sus formas de actuar mostraban alguna excitacion.

Mientras Raeker habia estado comiendo su ayudante hizo que uno de los pupilos midiera una distancia que el comparo con la longitud del robot y luego, al medir el tiempo que tardaba en pasar una gota por la distancia medida, calcule en casi dos millas por hora la velocidad del viento, lo que significaba todo un record; la informacion se corrio entre los cientificos, pero ninguno de ellos pudo explicar el fenomeno o aventurar sus probables efectos. Uno de los tripulantes, que se encontraba fuera de servicio, tras detenerse unos momentos en la puerta de la camara de observacion, hizo una pregunta sobre la materia.

—?A que distancia del mar esta el campamento?

—A unas dos millas de la linea de la costa durante el dia.

—?Y por la noche?

—El mar alcanza el valle justamente debajo de esa colina.

—?Y es ese margen suficiente?

—Por supuesto. La cantidad de lluvia no varia de un ano a otro. La tierra se mueve, desde luego, pero no de una forma que no puedas saberlo.

—Si concedemos eso, ?que hara ese viento a la linea de la costa? Con el mar no mucho mas denso que el aire, tal como esta esta noche, yo diria que hasta con ese miserable huracan de dos millas por hora se puede conseguir una diferencia.

Raeker le miro con asombro en los ojos; luego observo a los que se encontraban en la sala. Sus caras demostraban que ese pensamiento no se les habia ocurrido a ninguno de ellos, pero que la mayoria —sobre todo los mas titulados para ello— sentian que asi podia ser. Eso le ocurrio a Raeker, y cuanto mas pensaba en ello mas se preocupaba. Su expresion era clara para Rich, quien no habia perdido un apice de su sagacidad durante aquel mes de preocupaciones.

—?No cree que sera mejor hacerles retroceder mientras haya tiempo, doctor? —pregunto.

—No estoy seguro. No es posible mover todo el campamento con cuatro de ellos, y no me gustaria dejar algun material para que se lo llevase el mar. Despues de todo, en esa colina se encuentran cincuenta pies por encima del nivel que alcanzo antes el mar.

—?Y es eso mucho para ese mar?

—No lo se, ni puedo decirselo —la expresion del rostro de Rich era dificil de interpretar; habia pasado toda su vida dedicado a una profesion en la que habia que aceptar las decisiones, fueran cuales fueran, y aceptar asi mismo las consecuencias como algo necesario.

—Creo que tendra que hacer algo —dijo—. Lo perdera todo si el mar les alcanza mientras estan ahi.

—Si, pero…

—?No hay tiempo para peros! ?Mire ahi! —era el mismo tripulante que habia planteado la cuestion del viento que se desvio a la de los cambios. Sus ojos estaban fijos en la pantalla que mostraba el mar y Rich y Racker vieron lo que el habia visto en la decima de segundo anterior a que ellos mirasen. Tenian razon.

Con horas de antelacion a su tiempo acostumbrado, unas lenguas del mar se dejaban ver por los alrededores de las colinas del este. Durante un segundo nadie pronuncio una palabra; luego Raeker procedio a destruir la imagen que el diplomatico se habia formado de el… la de un pensador lento, poco practico, la de un indeciso «tipico cientifico». Con la seguridad del proyecto y de sus pupilos en peligro, hizo los planes y los transmitio con rapidez.

—?Nick! ?Atencion todos! Mirad un segundo al este y luego poneos a trabajar. Aseguraos de que todo el material escrito, los mapas especialmente, estan bien envueltos y atados a la balsa. Atadlos firmemente, pero dejad suficiente cuerda para ataros a vosotros. Vosotros y los mapas teneis prioridad, no lo olvideis. Cuando estos esten a salvo, haced lo que podais para atar vuestras armas a la balsa o a vosotros mismos. ?Rapido!

Nick hizo una pregunta; el retraso de la transmision no permitia saber si habia aprovechado o no el tiempo de observacion.

—?Y que hacemos con el ganado? Sin ellos… —Raeker le interrumpio sin permitirle acabar.

—No te preocupes del ganado. Hay una gran diferencia entre lo que es agradable hacer y lo que se puede hacer. No pienses en otra cosa que en cuidar de vosotros, de los mapas y de las armas.

Los tres companeros de Nick habian comenzado a actuar sin argumentar nada; la urgencia de la voz del profesor impulso a Nick a seguir la orden, y en la sala de observacion se produjo un tenso periodo de espera. Los observadores se sentaron sin atreverse a respirar mientras que la obra y el oceano se enfrentaban…; un encuentro mas mortal que el que ninguno de ellos habia visto en la Tierra.

Raeker noto que las corrientes de acido sulfurico eran mucho mas altas en el centro que en los bordes,

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