acerca del proceso? ?Que sentia la gacela, atrapada en las desgarrantes zarpas del leon, acerca de convertirse en un simple manjar para la cena, toda su existencia reducida a una semana o asi de sosten para otro animal?
—Un desperdicio —dijo—. Un maldito desperdicio. —Pero no estaba seguro de lo que queria decir con aquello, o de hacia donde senalaban sus pensamientos.
Las zarpas de un felino. Jugueteando con su presa.
De pronto, Arthur echo terriblemente en falta a Francine y Marty. Habia hablado brevemente con ellos desde Washington antes de partir; les habia dicho muy poco, ni siquiera donde estaba o adonde iba.
?Acaso la gacela, atrapada entre las lacerantes garras del leon, se preocupaba del antilope y el corzo?
La casa de Harry era un espacioso rancho «de troncos» construido a dos niveles alla a principios de los anos 1960, en medio de un terreno de algo mas de mil metros cuadrados cubierto de eucaliptos en Tarzana. Habia comprado la casa en 1975, antes de casarse con Ithaca; entonces le habia parecido vacia, con solo un ocupante, y seguia siendo un lugar de enormes paredes blancas y suelos de linoleo recubiertos por alfombras, un poco fria y severa para el gusto de Arthur.
Ithaca gobernaba sin la menor duda el lugar. Alta, con su pelo rojo oscuro y sus rasgos mas apropiados para una actriz shakespeariana que para un ama de casa de Tarzana, su tranquila presencia equilibraba las enormes habitaciones. Harry habia dicho a Arthur en una ocasion:
—Alla donde esta ella, siempre hay suficiente, y nunca demasiado. —Arthur habia sabido exactamente lo que habia querido decir.
Ithaca abrio la puerta a la llamada de Arthur, sonrio calidamente y le tendio la mano. Arthur tomo sus dedos y se la beso solemnemente.
—Milady —dijo con ceremonia—, ?esta el buen doctor?
—Hola, Arthur. Me alegra verte. Esta, y de un humor insufrible.
—?Su tratamiento?
—No. Alguna otra cosa, que tiene que ver contigo, supongo. —Ithaca nunca preguntaba—. ?Quieres un poco de cafe? Este invierno hace frio. Y hoy es un dia particularmente desapacible.
—Si, por favor. ?Esta en el despacho?
—En su sanctasanctorum. ?Como esta Francine? ?Y Marty?
—Estan bien. —Se metio las manos en los bolsillos, obviamente deseoso de reunirse con Harry. Ithaca asintio.
—Te traere el cafe al despacho. Ve.
—Gracias. —Tuvo la sensacion de que debia cumplimentar a Ithaca por su aspecto, que como de costumbre era maravilloso…, pero a ella no le gustaban los cumplidos. Su aspecto y la forma en que vestia eran para ella algo tan natural como el respirar. Sonrio torpemente y se encamino pasillo adelante hacia la oficina.
Harry estaba sentado en un mullido sillon, mientras el fuego crujia brillante en la chimenea. Su oficina habia sido originalmente el dormitorio principal, y despues de su matrimonio lo habia convertido a ese uso. Habia otros tres amplios dormitorios con chimenea en la casa, los suficientes para cumplir su mision. Detras de su sillon se alzaban montones de libros, algunos de ellos enormes, viejos y muy manoseados. Una maquina de escribir Olympia colgaba, con el teclado hacia abajo, sobre la chimenea, como un trofeo de caza, con tres tubos de ensayo incrustados de carbon y atados entre si con una cinta roja suspendidos de su palanca de retorno del carro. La historia detras de todo aquello tenia que ver con la tesis doctoral de Harry, y raras veces era contada cuando Harry estaba sobrio.
Harry tenia entre las rodillas una copia del libro de Brin y Kuiper sobre la busqueda de inteligencia extraterrestre. McClennan y Rotterjack tenian ejemplares del mismo libro en el escritorio de sus oficinas. Arthur observo tambien la presencia de la novela de Hicks en la esquina de una mesita auxiliar, atestada de pilas de infodiscos.
—Al fin, por Dios —dijo Harry—. Llevo aqui metido hasta sentir nauseas esperando noticias. ?Cuales son esas noticias?
—Me voy a Australia con la mayor parte del equipo operativo. Parto dentro de tres dias, con un par de horas de parada en Tahiti. Supongo que podremos elaborar un corto informe.
—Los sabuesos de la prensa estan tras nuestra pista —dijo Harry, alzando sus densas cejas.
—El presidente cree que deberiamos divulgar la historia dentro del plazo maximo de un mes. Rotterjack y los demas no se muestran demasiado entusiastas.
—?Y tu?
—Los sabuesos de la prensa —estuvo de acuerdo Arthur, con un encogimiento de hombros—. Puede que pronto no tengamos muchas elecciones.
—Van a tener que soltar a esa gente de Vandenberg. No pueden retenerlos eternamente. Estan fisicamente limpios y sanos.
Arthur cerro la puerta de la oficina.
—?El Huesped?
Harry crispo ligeramente el rostro.
—Falso —dijo—. Creo que es tan robot como los australianos.
—?Que piensa Phan de ello?
—Es un buen tipo, pero esto lo ha puesto bajo tension. Cree que es un producto de una civilizacion biologicamente adelantada, algo asi como un ciudadano del futuro, esteril y en buena parte artificial, pero aun
—?Por que no estas de acuerdo con ello?
—Nunca fue proyectado para procesar los desechos. Obsolescencia planificada. El Huesped se fue envenenando a si mismo hasta destruirse. No hay evidencia de ningun sistema eliminador de desechos a traves de ningun tipo de dialisis externa. Nada de ano, ni tracto urinario. Ninguna valvula, ningun punto de salida. Nada de pulmones. Respiraba a traves de la piel. No muy eficiente para una criatura de su tamano. Y nada de glandulas sudoriparas. Infernalmente no convincente. Pero…, no estoy tan convencido como para ponerme en pie y gritarlo ante todos los hombres del presidente. Despues de todo, eso simplemente complica las cosas, ?no?
Arthur asintio.
—?Has leido el informe del coronel Rogers y has visto sus fotos?
Harry mostro un nuevo infodisco, con el brillante naranja de la etiqueta de seguridad en el.
—Un coche de las Fuerzas Aereas lo trajo ayer. Impresionante.
—Aterrador.
—Esa pense que seria tu reaccion —dijo Harry—. Entonces pensamos lo mismo, ?no?
—Siempre lo hemos hecho, dentro de unos ciertos limites —dijo Arthur.
—De acuerdo. Siempre he dicho que la biologia era un caballo fraudulento. ?Que hay de la roca?
—Warren trajo su informe preliminar. Dice que parece autentica, incluso a nivel de muestras minerales. Sin embargo, esta de acuerdo con Edward Shaw respecto a la sospechosa falta de erosion por los elementos. Abante no puede hallar ni pies ni cabeza en su interior. Dice que parece como un escenario de pelicula de ciencia ficcion…, bonito pero no especifico. Y sin ninguna senal de ningun otro Huesped.
—Asi que, ?cual debe ser nuestra conclusion?
Arthur tomo una silla plegable de detras de la puerta, la abrio y se sento.
—Creo que vemos las lineas generales de nuestro borrador, ?no crees?
Harry asintio.
—Estan jugando con nosotros —dijo.
Arthur alzo un pulgar extendido.
—Ahora, ?por que querrian jugar con nosotros? —prosiguio Harry.
—?Para hacernos reaccionar y descubrir nuestras capacidades? —aventuro Harry.
—?Temen que podamos ganarles si no van con cuidado?
—Esa podria ser una explicacion —dijo Arthur.
—Senor. Tienen que estar miles de anos por delante de nosotros.
—No necesariamente.