cuidando de no alterar nada.
—?Eso es malditamente imposible! —chillo Bent.
—En absoluto. —Arthur se sintio profundamente helado, como si hubiera tragado una masa de hielo seco —. ?Ha leido usted a Liddel Hart?
—?De que demonios esta hablando? —grito Bent con los punos apretados, acercandose a Arthur y luego retrocediendo de nuevo, sin objetivo aparente. Rotterjack se mantenia apartado de los hombres y de los crateres.
—La
—Yo la he leido —dijo Rotterjack.
—Esta usted loco —dijo French—. ?Todos ustedes estan completamente locos!
—Tenemos el incidente grabado en cinta —dijo Forbes, alzando las manos para calmar a sus colegas—. Debemos revisarlo. Podemos ver si fueron golpeados por algun proyectil o arma.
Arthur sabia muy bien que no estaba loco. Ahora todo estaba empezando a tener sentido para el.
—Lo siento —dijo—. Me explicare cuando todos estemos en una mejor disposicion de animo.
—?
—Nunca hemos enviado ni recibido transmisiones de la Roca —dijo Forbes, agitando la cabeza.
—No me importa. Envien transmisiones, en tantas frecuencias como puedan. Este mensaje: «No somos responsables de la destruccion de los enviados.» ?Lo ha entendido?
Forbes asintio y regreso al remolque para transmitir las ordenes.
—Senor Gordon, intentare con todas mis fuerzas ponerme en mejor disposicion de animo. ?Que demonios tiene que ver la estrategia con esto? —pregunto Bent, de pie en el lado opuesto de los tres crateres.
—El enfoque indirecto —dijo Arthur.
—?Que significa?
—Nunca te acerques a tu adversario desde una direccion esperada, o con tus objetivos claros.
Bent, fuera cual fuese su disposicion de animo, capto rapidamente aquello.
—?Esta diciendo que todo ha sido una treta?
—Creo que si.
—Pero entonces su Huesped es una treta tambien. ?Por que deberian decirnos que iban a destruir el planeta, y luego hacer que pareciera un fraude…, y decirnos que iban a salvarnos, y que eso fuera un fraude tambien?
—No lo se —dijo Arthur—. Para confundirnos.
—?Maldita sea, son poderosos hasta mas alla de nuestros mas locos suenos! Construyen montanas de la noche a la manana, viajan por el espacio en enormes naves y, si lo que usted dice es cierto, desmantelan mundos enteros…, ?por que deberian molestarse en enganarnos? ?Por que enviar sus saludos a un maldito hormiguero antes de pisotearlo?
Arthur no podia responder a aquello. Agito la cabeza y alzo las manos. El calor hacia que se sintiera mareado. Sorprendentemente —o no tan sorprendentemente—, lo que mas le preocupaba ahora era como reaccionaria el presidente cuando supiera lo que habia ocurrido alli.
—Tenemos que hablar con Hicks primero —le dijo a Rotterjack mientras subian a la camioneta que les llevaria de vuelta al perimetro exterior.
—?Por que? ?Acaso no tenemos ya bastantes problemas?
—Hicks… puede ser capaz de explicarle las cosas al presidente. De una forma que el escuche.
Rotterjack bajo la voz hasta un susurro en la parte de atras del vehiculo.
—Se va a desencadenar un infierno. McClennan y Schwartz y yo vamos a tener una autentica pelea… ?De que lado esta usted?
—?Perdon?
—?Vota por el Armagedon, o tenemos alguna posibilidad?
Arthur empezo a responder, pero cerro la boca y agito la cabeza.
—Crockerman se pondra furioso cuando sepa esto —dijo Rotterjack.
Arthur llamo a Oregon desde el aeropuerto de Adelaida mientras aguardaba a que el coche del Ejercito acudiera a recoger al grupo de los Estados Unidos. Estaba agotado de todo el dia y del largo vuelo de vuelta. Era primera hora de la manana en Oregon, y Francine respondio con voz sonolienta.
—Lamento despertarte —dijo Arthur—. No voy a poder llamarte durante un par de dias.
—Me alegra oirte. Te quiero.
—Te echo desesperadamente en falta. Me siento como un hombre al que le han cortado todos los hilos. Ya nada es real.
—?Que puedes contarme?
—Nada —dijo Arthur, pellizcandose ligeramente la mejilla.
—Bien, entonces tengo algo que decirte. ?Adivinas quien llamo?
—Oh, no lo se. ?Quien? No…
—Lo has adivinado. Chris Riley. Me dijo que lo anotara: «Han sido descubiertos dos nuevos objetos no habituales del tamano de asteroides, cada uno de ellos de unos doscientos kilometros de diametro. Viajan siguiendo orbitas altamente inusuales…, ambas hiperbolicas. Puede que sean, o puede que no, enormes y muy jovenes cometas.» ?Tiene esto algun sentido para ti? El dijo que lo tendria.
—?Fragmentos de Europa?
—?No es romantico? —pregunto Francine, aun sonolienta—. Dijo que pensarias eso.
—Adelante —murmuro Arthur, sintiendo incrementarse la sensacion de irrealidad.
Ella siguio leyendo el mensaje.
—«Si son fragmentos de Europa, viajan por caminos virtualmente imposibles, enormemente separados. Uno de ellos tendra una cita con Venus el ano proximo, cuando Venus se halle…» Un momento. Tengo otra pagina aqui, «…en conjuncion superior. El otro tendra una cita con Marte a finales de 1997.» ?Captado todo?
—Creo que si —dijo Arthur.
—Marty esta dormido, pero me indico que te dijera que Gauge ya se sienta y se pone de pie sobre sus patas traseras a su orden. Esta muy orgulloso de ello. Tambien ha terminado todos los libros sobre Tarzan.
—Chico listo. —Cerro los ojos por un momento, y experimento un momentaneo oscurecimiento—. Corazon, me muero de pie. Voy a caerme redondo si no consigo dormir un poco ahora mismo.
—Los dos esperamos que vuelvas pronto a casa. Me he acostumbrado a tenerte a mi alrededor, yendo de un lado para otro. La casa parece vacia ahora.
—Te quiero —dijo Arthur, con los ojos aun cerrados, intentando visualizar su rostro.
—Yo tambien te quiero.
Subio al coche al lado de Warren y Rotterjack.
—?Que han oido acerca de dos asteroides de hielo? —les pregunto.
Agitaron negativamente las cabezas.
—Uno probablemente caera en Venus, y el otro se estrellara contra Marte, ambos el ano proximo.
Warren, pese a su agotamiento, le miro con la boca abierta. Rotterjack parecio desconcertado.
—?Que tiene que ver eso con nosotros? —pregunto.
—No lo se —respondio Arthur.
—Maldita coincidencia —dijo Warren, agitando la cabeza.
—?Van a estrellarse contra Venus y Marte? —pregunto Rotterjack, captando lentamente las implicaciones.
—El ano proximo —dijo Arthur.
El asesor cientifico del presidente apreto los labios y asintio, mirando a traves de la ventanilla el trafico que pasaba por su lado, no muy intenso a ultima hora de la tarde.
—Eso no puede ser una coincidencia —dijo—. ?Que demonios esta ocurriendo, en nombre de Cristo?