indefinido a la plena luz de la manana.

—Puedo meter una bomba nuclear ahora mismo dentro de ese maldito hijo de puta —dijo calmadamente —. Puedo llevarla hasta alli y sujetarla con la mano hasta que estalle.

No sin la autorizacion del presidente.

En realidad, aquello no era enteramente cierto.

Pero el presidente no les impediria realizar un intento de defenderse…, ?lo haria? No habia llegado a tanto. Simplemente habia afirmado que lo consideraba improbable…, ?cuales habian sido sus palabras? Rogers regreso al monitor de television e hizo retroceder la cinta, «… ha llegado el momento de que todos nosotros recemos fervientemente para la salvacion, en cualquier forma que pueda llegar, podamos esperarla o no…» ?Que significaba eso?

?Y quien podia darle ahora las ordenes a Rogers, las ordenes adecuadas?

—Hoy se siente debil. El viaje a Washington no le ayudo nada —dijo Ithaca, mientras conducia a Arthur al dormitorio. Harry estaba tendido de espaldas sobre gruesas almohadas blancas, con los ojos cerrados. Parecia peor que cuando se habian separado hacia una semana. La carne de su rostro estaba palida y abotagada. Su respiracion era regular, pero cuando abrio sus ojos parecieron vacuos, desinteresados. Sonrio a Arthur y aferro firmemente su mano.

—Voy a renunciar —dijo Harry.

Arthur empezo a protestar, pero Harry le hizo callar con un gesto de la mano.

—No a causa de ese discurso. No voy a servir de mucho. Todavia sigo luchando, pero… Las cosas estan yendo de mal a peor, muy aprisa. Me queda poca cuerda. Ya no puedo abandonar la ciudad, y la semana proxima la voy a pasar toda en el hospital. No necesitas este tipo de pesar ahora.

—Te necesito a ti, Harry —dijo Arthur.

—Si. Dios sabe que lo lamento. Me gustaria poder estar a tu lado. Se te presenta una dura lucha, Arthur. ?Que es lo que vas a hacer?

Arthur agito lentamente la cabeza.

—McClennan y Rotterjack han dimitido. El presidente no ha dado ninguna orden al equipo operativo.

—No se atrevera a desmantelar el grupo ahora.

—No, nos mantendra unidos, pero dudo que nos permita hacer nada. Hable con Hicks hace unas horas y, por lo que dice, Crockerman ha ido incluso un paso mas alla de Ormandy. El apocalipsis. Poned vuestros papeles en orden. Ahi viene el auditor.

—No puede ser tan… —Harry agito la cabeza—. ?Puede?

—No he hablado con el desde que estuvimos en la Oficina Oval juntos. Ahora viene la diversion de los media. Vamos a ser asados vivos a fuego lento. Puesto que no tengo ordenes especificas, voy a ir a hacer una comprobacion a la Caldera, y luego regresare a Oregon por unos dias. A esconderme.

—?Que hay de la gente retenida? ?Por que siguen reteniendola? Estan todos sanos.

—Ciertamente, ya no son un riesgo para la seguridad —admitio Arthur.

—?Tenemos la autoridad de hacer que los suelten?

—Todavia seguimos alineados en rango por debajo mismo del presidente. Llamare a Fulton. —Seguia reteniendo la mano de Harry. No la habia soltado desde que se habia sentado en la cama—. Vas a ganar esta batalla, Harry.

—Tu tambien te sientes mortal, ?eh? —El rostro de Harry era serio—. ?Sabes?, incluso Ithaca… A veces llora abiertamente ahora. La otra noche lloramos juntos, despues de que me trajera de vuelta de los tests en el coche.

—Nadie se esta dando por vencido contigo —dijo Arthur con sorprendente vehemencia—. Si tus malditos doctores no pueden…, encontraremos otros doctores. Te necesito.

—Me siento como una autentica mierda, abandonandote de este modo —dijo Harry.

—Tu sabes que no es eso…

—Te lo digo de veras. En estos momentos me siento muy enfermo. Todavia no lo noto, pero dentro de una o dos semanas empezaran otros tratamientos, y entonces me convertire en una autentica ruina. No sere capaz de pensar a derechas. Asi que dejame decirtelo ahora. Tenemos que empezar a luchar contra ellos.

—?Luchar contra la Caldera, contra la Roca?

—Nos han confundido. Al menos esto lo han conseguido…, sean quienes sean. Hacer volar a sus propios emisarios. ?Jesus! Vaya golpe maestro. Ofrecernos dos historias, luego hacer que ambas parezcan mentiras. Y hemos sido una audiencia realmente buena. Ya es hora de hacer lo que podamos.

—?Y que es eso?

—?No has pensado en ello?

—De acuerdo —admitio Arthur—. Lo he hecho.

—Tienes que restablecer tus canales de comunicacion con el presidente. Animar a McClennan y a Rotterjack para que sigan. Si eso queda fuera de cuestion…

—Ya es demasiado tarde.

—… entonces hablar con Schwartz. El sabe condenadamente bien cual va a ser la reaccion del publico. Los norteamericanos no van a aceptarlo tan facilmente.

—Odio ver las encuestas referidas a cuanta gente cree todo lo que esta ocurriendo.

—Liderazgo —dijo Harry con voz ronca—. Tiene que afirmar su liderazgo. Y tenemos que defendernos.

Arthur asintio, abstraido.

—Matar a Cook. ?Recuerdas?

Arthur agito la cabeza.

—Solo si no son omnipotentes.

—Si lo son, ?por que deberian intentar confundirnos? —pregunto Harry con rostro sombrio. Aferro mas fuertemente la mano de Art-hur. Hubo un tiempo en que la presa de Harry podia hacerte polvo los nudillos. Ahora era una fuerte e insistente presion, pero no mas—. Tienen que creer que podemos hacerles dano de algun modo.

Arthur asintio. Sin embargo, se le habia ocurrido otra conclusion, y aquello le asusto. Se sentia incapaz de expresarla con palabras, y por supuesto no pensaba revelarsela a Harry ahora. Mete un palo en el hormiguero, penso. Observa como las hormigas se afanan a su alrededor. Aprende acerca de ellas. Luego pisotea el hormiguero.

—?Has pensado acerca de lo que me ocurrira si tu no sales de esta? —pregunto Arthur.

—Invitaras a Ithaca a Oregon, haras que se instale alli. Le presentaras a tus amigos. Buscaras a alguien prometedor que necesite una buena mujer. Conseguiras que se case de nuevo.

—Cristo —dijo Arthur, ahora llorando.

—Mira —dijo Harry, con las lagrimas rodando tambien por sus mejillas—, se que te ocuparas.

—Eres un maldito bastardo.

Harry giro la cabeza a un lado y se seco los ojos con la funda de una almohada.

—Nunca he sentido celos de ti. Podia pasarme anos sin verte, porque sabia que estabas ahi. Pero Ithaca. Sera mejor que el que le presentes sea un tipo condenadamente bueno. Si alguien ha de meterse entre sus caderas aparte de yo, sera mejor que sea un tipo que me caiga bien.

—Deja esto.

—De acuerdo. Estoy cansado. ?Te quedas a cenar? Todavia puedo comer. No se si podre seguir haciendolo pasada la semana proxima. Los tratamientos a la antigua usanza.

Arthur le dijo que tenia que coger el avion. Quedarse a cenar quedaba fuera de cuestion.

—Llamame manana, entonces —dijo Harry—. Mantenme informado.

—Apuesta a que si.

—Y habla un poco mas con Hicks. El puede reemplazarme.

Arthur agito la cabeza ante la simple idea.

—No quiero darte la impresion de que todo esto me ha dejado clavado al colchon —dijo Harry—. Llevo dias teniendo locos pensamientos. Pronto voy a empezar a ponerlos por escrito.

—?Locos pensamientos? —murmuro Arthur.

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