pudimos hablar con el nuevo asesor de Seguridad Nacional, cual es su nombre…

—Patterson —dijo el musculoso y bronceado Eglinton.

—Pero Gordon dijo que estaria aqui esta noche para hablar con nosotros. Va a haber mucha discusion. Post ha hablado con algunos fisicos y cientificos espaciales. Chris Riley, Fred Hardin. Otros. Todos tienen en mente los asteroides.

—?Todos ustedes estan convencidos de que tenemos algo apropiado, un autentico proyectil extraterrestre?

—Tenemos mas que eso —dijo Kemp, inclinandose hacia delante. Sand apoyo una mano en su brazo, y Kemp asintio, dejandose caer hacia atras en su asiento. Sand se inclino hacia Samshow como para explicarle algo delicado.

—Hubo una bola de fuego en el Atlantico central que fue avistada por un carguero hace cuatro dias. Como el otro objeto, por todo lo que pudimos descubrir, nadie capto su llegada en el radar. Un fenomeno similar: un chapoteo profundo en el oceano, una pequena tormenta, y fenomenos sismicos peculiares. Esta bola de fuego era mucho mas brillante, sin embargo…, cegadora, enorme, dejando un rastro brillante tras ella. Capitan y tripulacion tuvieron que ser tratados de quemaduras en la retina. Los medicos que los trataron observaron perdida de pelo y extranos hematomas y los interrogaron, y todos admitieron haber sufrido deposiciones de sangre. Todos los del barco sufren de una intensa exposicion a radiaciones.

—Los meteoros no hacen eso —dijo Kemp—. Y ademas…, tenemos informes de otro fenomeno sismico en la misma zona del carguero. Algo enterrandose —anadio, triunfante—. Huellas como la explosion de una bomba. Y luego…, microsismos y profundas ondas P.

Samshow alzo las cejas.

—?Y?

—Mas huellas nodales —dijo Sand—, y actividad microsismica aun mas intensa… Este era o un objeto mas grande, o con una masa mayor, o…

—Es diferente —dijo Kemp—. No me pregunte como.

—Abajo estaban hablando de un objeto de Kemp —dijo Samshow—. No esta en mi animo discutir la atribucion…

—Arreglaremos eso manana por la manana en el simposio —dijo Kemp—. Asistira Gordon, y todo lo que sabemos sera presentado ante la convencion.

—?Y el publico?

—Nadie nos ha dicho que lo mantengamos en secreto —indico Sand.

—Hay equipos de la television abajo.

—No podemos impedir que esten —dijo Kemp.

—?No podemos aguardar hasta que se confirme todo?

—Eso podria tardar meses —dijo Sand—. Puede que no tengamos tanto tiempo.

Samshow fruncio profundamente el ceno.

—Hay dos cosas que me preocupan —murmuro—. Aparte este horrible ruido que tenemos aqui. Primera —alzo un dedo—: ?Como demonios puede hacernos algun bien todo este teorizar? Y segundo —un segundo dedo—: Todo el mundo aqui parece estar pasandoselo bien.

Sand miro a los demas. Post parecio repentinamente abatido.

—Los dioses estan bailando sobre nuestra tumba —dijo Samshow—, y nosotros estamos aqui, como ninos en una tienda de juguetes.

35

Reuben Bordes permanecia de pie junto a la puerta mosquitera, contemplando la fria lluvia que lavaba las calles de Warren, medio sonriendo y medio con el ceno fruncido. Sus labios se movian lentamente al compas de alguna cancion interior, y sus ojos parecian estar contemplando algo muy alejado.

—Cierra la puerta, muchacho —pidio su padre, de pie en el pasillo, vestido con un viejo pijama—. Hace frio fuera.

—De acuerdo, papa. —Cerro la puerta y se volvio para contemplar a su padre sentarse en su sillon—. ?Quieres que te traiga algo?

—Ya he comido, y he dormido la siesta, y he sido un perezoso hijo de puta durante todo el dia. ?Por que tendrias que traerme algo? —Su padre le miro con unos cansados y reumaticos ojos. Todavia lloraba por las noches, todavia dormia abrazando una almohada. Reuben le habia visto por la manana, profundamente dormido, el rostro crispado en una vacia felicidad, la gruesa almohada de plumas de su esposa muerta aferrada firmemente bajo las desordenadas mantas.

—Solo preguntaba —dijo Reuben.

Los invite a que conocieran a mami. A mi madre.

Pero esta muerta.

—Puedes poner la tele.

—?Que canal? —pregunto Reuben, arrodillandose delante de la television.

—Busca ese programa en el que todo el mundo discute acerca de las ultimas noticias. Hace que no piense.

Reuben encontro el WorldWide News Network y retrocedio unos pasos, aun agachado, las manos colgando entre sus rodillas.

—?Sabes?, no tienes que permanecer por aqui para mantenerme feliz —dijo su padre—. Estoy superando la muerte de Bea. La estoy situando en el lugar de mi cabeza que le corresponde. Sobrevivire.

Reuben sonrio por encima de su nombro.

—?Y donde quieres que vaya? —pregunto. Pero sabia que pronto se iria. Habia cosas que era necesario hacer. Tenia que transportar lo que llevaba en el bolsillo de su chaqueta; tenia que encontrar a la persona a la que iba destinada. Le habian proporcionado recuerdos de una voz, un acento claramente ingles, pero poco mas.

Se reclino contra las rodillas de su padre y escucho a los participantes de Freefire discutir entre si, encrespandose antes incluso de ser anunciado el invitado. El joven, ceremonioso y formal rostro liberal en la pantalla parecio ablandarse.

—Ha actuado como asesor del presidente en la nave espacial del Valle de la Muerte, y es muy conocido en los circulos periodisticos y cientificos. Tiene mas de cuarenta libros publicados, includa su mas reciente y profetica novela, Hogar estelar, una narracion cientifica sobre el primer contacto. Su nombre es Trevor Hicks, y es oriundo de Gran Bretana.

—En realidad, ciudadano del mundo —dijo Hicks.

Reuben se envaro.

La voz.

Los traje a casa a que conocieran a mami. A mi madre.

—Es el —dijo.

—?Quien?

Reuben agito la cabeza.

—?Desde donde transmiten esto?

—Desde Washington, como siempre —dijo su padre.

—… senor Hicks, tenemos entendido que fue usted quien primero aconsejo al presidente Crockerman que razonara con esos invasores —pregunto el conservador de rostro ansioso.

—En absoluto —dijo Hicks.

El ceno de Reuben se fruncio con la intensidad de su concentracion. Es el. Es Trevor Hicks. Su nombre, su voz.

—Entonces, ?que le dijo usted al presidente?

—Caballeros, el presidente no me hubiera escuchado no importa lo que yo le hubiera dicho. Deseaba un oido que le escuchara, y yo intente proporcionarselo, pero me siento tan completamente opuesto a su politica

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