—Va…vamos a morir —susurro roncamente.

—No digas eso —murmuro el—. No lo digas. Soy yo quien ha tenido la pesadilla.

—Va…vamos a m…morir —repitio ella—. Quie…quiero gritar. N…necesito gritar, Art. —Miro a Marty, aun despierto, escuchando, observandoles desde su cama.

—?Esta bien mama? —pregunto Marty.

Arthur no respondio.

—?Mama! —exclamo Marty.

—E…estoy bien, carino. —Sus temblores no habian disminuido.

—Tu madre esta asustada —dijo Arthur.

—Callate —pidio Francine, mirandole con ojos furiosos.

—Todos estamos muy asustados —dijo Arthur.

—?Ya esta ocurriendo? —pregunto Marty.

—No, pero estamos preocupados por ello, y eso hace que yo tenga pesadillas, y hace que tu madre tiemble.

Francine cerro los ojos en una agonia de empatia materna.

—Todo el mundo esta asustado —declaro Marty—. No solo yo. Todo el mundo.

—Eso es cierto —dijo Arthur. Acuno suavemente a Francine. Ella relajo sus fruncidas cejas pero mantuvo los ojos cerrados. Sus temblores habian disminuido a un estremecimiento ocasional. Marty salto de su cama y fue a la de ellos y abrazo fuertemente a Francine, apoyando su mejilla contra el hombro de ella.

—Todo esta bien, mama —dijo.

—Es logico estar asustados —dijo Arthur, a nadie en particular, contemplando el papel floreado de la pared, iluminado por una pequena lamparilla nocturna que senalaba el camino al cuarto de bano.

Estaban en un hotel de desayuno y cama a unos pocos kilometros al sur de Portland.

La red no estaba activa.

Habia recibido su itinerario y sus instrucciones.

Tambien hubiera agradecido un poco de simpatia.

No habia recibido ninguna.

PERSPECTIVA

Extracto del New Scientist, 25 de marzo de 1997:

La aparicion de un nuevo y radicalmente alterado Venus por detras del Sol ha proporcionado a los geologos planetarios muchas cosas en que pensar. Se habia supuesto que el impacto de un bloque de hielo de doscientos kilometros de diametro causaria enormes alteraciones sismicas, pero no hay ninguna senal de eso. De hecho, algunos —conectando el impacto con los sucesos de la Tierra— han teorizado que el bloque fue artificialmente «desmenuzado» en fragmentos mas pequenos, distribuyendo regularmente el impacto por todo el segundo planeta del sistema solar.

Lo que vemos ahora es un Venus desnudo, con su atmosfera transformada en una capa de vapor transparente, supercalentado. Los rasgos superficiales asi revelados son muy poco distintos de los esperados a partir de las evidencias de los sondeos por radar de las anteriores sondas planetarias.

El planetologo Ure Heisink, de la Universidad de Gottingen, cree que la atmosfera puede disponer ahora de un mecanismo automatico de transferencia de calor que le permitira enfriarse por si misma; que finalmente el vapor se condensara, y las nubes blancas y opacas resultantes reflejaran al espacio mas calor del sol del que absorban. Se producira un mayor enfriamiento, y finalmente caera la lluvia, la cual se convertira a su vez en vapor en la superficie del planeta. El vapor se condensara en la atmosfera superior, devolviendo mas calor al espacio. En unos pocos siglos, el planeta poseera unas condiciones parecidas a las de la Tierra…

?LACRIMOSA DIES ILLA!

60

Una humosa niebla colgaba alta sobre el valle, procedente de los incendios del este: Idaho, Arizona, Utah. El sol matutino resplandecia con un color naranja brillante a traves de aquel manto, banando todo el Yosemite con una luz fantasmagorica del color del Apocalipsis.

Edward paso frente al almacen y vio a Minelli sentado en su coche en el aparcamiento, con la portezuela abierta, escuchando la radio, con una pierna cruzada sobre la otra y limpiandose el barro seco de la suela de su bota con una ramita.

—?Cuales son las noticias? —pregunto Edward, apoyando su baston en el parachoques del coche.

—Nada proximo a nosotros todavia —respondio Minelli—. Incendios al sur, extendiendose hacia el sur pero no hacia el norte, e incendios al este a unos quinientos o seiscientos kilometros.

—?Nada mas?

—Los proyectiles han caido por debajo del nivel microsismico. Ya nadie puede oirlos. —Hizo una mueca y arrojo la ramita sucia de barro al asfalto—. Te hace desear estar ahi fuera trabajando, ?no? Tomandole el pulso al paciente.

—En realidad no —respondio Edward—. ?Has dado ya tu paseo hoy?

—Lo he dado —dijo Minelli, haciendo un gesto hacia el oeste—. Desde las cinco. Es agradable levantarse cuando aun es oscuro. La salida del sol fue espectacular. Muchos de mis habitos estan cambiando. Me siento muy tranquilo ahora. ?Tiene algun sentido eso?

—Negativa, furia, retirada…, aceptacion —dijo Edward—. Los cuatro estadios.

—Sigo sin aceptar nada —respondio Minelli—. Solo me siento tranquilo acerca de lo que va a ocurrir. ?Donde vas?

—Voy a seguir el Sendero de las Brumas hasta las cataratas Vernal y Nevada. Nunca he estado ahi.

Minelli asintio.

—?Sabes? He pensado en donde me gustaria estar cuando se produzca el primer estrujon. —Alzo un dedo hacia la Punta Glaciar—. Puede verse todo desde ahi arriba, y supongo que sera algo espectacular. Dare un paseo hasta alli y acampare al aire libre durante una semana o todo el tiempo que sea necesario, solo para estar preparado.

—?Y si encuentras alguna mujer?

—Espero que venga conmigo —dijo Minelli—. Pero no tengo muchas esperanzas. —Se froto la barba y sonrio perversamente—. No soy una Eleccion Tipo A.

Edward contemplo una pegatina en la ventanilla lateral: NACIDO PARA IRSE AL INFIERNO.

—Mazel —dijo por encima del hombro, echando a andar hacia el este.

—Soy un chico catolico. No conozco esa expresion.

—Yo soy episcopaliano —dijo Edward.

—?Cuando piensas volver?

—A tiempo para la reunion de las cinco.

Edward siguio la serpenteante pendiente del primer tramo del Sendero Muir, deteniendose en los lugares panoramicos para contemplar el paisaje de las gargantas llenas por la rugiente y agua espumosa. Estaba a media subida del Sendero de las Brumas a las once. El olor del musgo y la espuma y el empapado humus llenaba su olfato. La cascada Vernal aullaba constantemente a su izquierda, nubes fantasmales de agua en suspension empapaban sus ropas y perlaban de cuentas su rostro y manos. Hizo una mueca ante el frio, pero se habia

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