haber un atisbo de imaginacion en la cabeza del senor Russell para haber elegido este himno, aunque parezca que solo este pensando en que le gustaria tomar salmon enlatado con el te… 'Hombre que nace del vientre de una mujer'… Ya no queda demasiado, ya llegamos al final… 'Tu conoces, Senor, los secretos de nuestros corazones'… ?Lo sabia, lo sabia! Will Thoday se va a desmayar… No, ha vuelto a controlarse. Debere tener unas palabras con este caballero… 'Todos los dolores a la hora de partir, que provengan de ti'. ?Maldita sea! Espero que solo sea una mera cuestion de rima, porque hay peores dolores en la vida… 'Nuestro querido hermano nos ha dejado'… ?Hermano?… Todos somos queridos cuando nos morimos, incluso si antes alguien nos odiaba lo bastante para atarnos y… ?Dios santo! ?Claro! ?Por que no he pensado en la cuerda?».
La cuestion de la cuerda, absurdamente pasada por alto y ahora absurdamente insistente, se apodero de la mente de Wimsey de tal manera que se olvido de recitar con los demas la plegaria al Senor; ni tampoco tuvo el ingenio suficiente como para inventarse un comentario sardonico de los que gasta la Providencia para sacar a nuestro hermano de las miserias de nuestro pecaminoso mundo. No acababa de creerse que no hubiera caido antes en que la cuerda podia ser una pista para salir del laberinto. Como ataron al difunto era algo de suma importancia.
?De donde habian sacado la cuerda? ?Como habia sucedido todo para poder atarlo de una manera comoda y donde lo habian hecho? Puedes matar a un hombre en un arrebato, pero no lo atas antes de matarlo. La muerte de un hombre atado implica premeditacion: igual que un ternero en el matadero. Lo habian desatado antes de enterrarlo, parecia un acto horrible de economia… En ese momento, Wimsey agito la cabeza. No habia ninguna necesidad de imaginar cosas; habia muchas otras razones por las cuales el asesino se habria llevado la cuerda. Lo habian desatado antes de morir. Lo habian desatado y habian devuelto la cuerda a su sitio, por si acaso su ausencia levantaba sospechas. Lo habian desatado por la misma razon que le desfiguraron la cara: por si, quien encontrara el cadaver, reconocia la cuerda. Por ultimo, lo habian desatado porque la cuerda debia estar atada a algo y esta, quiza, era la teoria mas probable. Ademas, el cadaver lo debian haber traido de algun lugar. ?Como? ?Coche, camion, carreta, carro, carretilla…?
– Todo ha sido muy bonito, senor Russell -dijo la senora Venables.
– Gracias -repuso el senor Russell-. Me alegro de que le haya gustado. Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido.
– Estoy segura de que si su gente hubiera estado aqui, no habria preferido otra cosa -aseguro la senora Venables.
– Gracias, senora -dijo el senor Russell satisfecho-. Es una lastima que no hayan venido, porque no hay ninguna duda de que un funeral bonito ayuda a pasar el dolor por la perdida de un ser querido. Por supuesto, no es nada comparado con un gran funeral de los de Londres, pero… -comento mirando de reojo a Wimsey.
– Pero mucho mas bonito -intervino Wimsey, en un ridiculo intento de hablar como la senora Venables-. Esto tiene un toque mucho mas personal.
– Eso es cierto -opino el senor Russell, muy animado-. Diria que esos tipos de Londres van a tres o cuatro funerales a la semana, y es logico que no puedan poner el mismo sentimiento que nosotros, aparte de que muchas veces casi ni conocen a los difuntos. Bueno, ahora debo irme. Hay alguien que quiere hablar con usted, milord.
– No -le dijo Wimsey con severidad, a un senor muy bien vestido con prendas de
– Si -anadio la senora Venables, dirigiendose al reportero como si fuera un nino que molestara en medio de clase-. Marchese, el caballero esta muy ocupado. ?Que pesados son los periodistas! Debe de estar harto de ellos. Venga, quiero presentarle a Hilary Thorpe. Hilary, querida, ?como estas? Has sido muy amable al venir, ha debido ser muy duro. ?Como esta tu tio? Mira, te presento a lord Peter Wimsey.
– Es un placer conocerlo, lord Peter. A mi padre le gustaba mucho leer todos sus casos; le habria encantado poder charlar con usted. Creo que le habria parecido increiblemente divertido que yo me viera envuelta en uno de ellos, aunque me gustaria que no hubiera sido por la tumba de mama. Me alegro de que se haya ahorrado el mal trago. Pero, bueno, es un misterio, ?verdad? Y el era… bueno, bastante infantil con eso de los misterios y este tipo de historias.
– ?De verdad? Crei que ya habia tenido suficientes.
– ?Se refiere a lo del collar? Aquello fue horrible para el, el pobre. Yo todavia no habia nacido, claro, pero solia hablar de ello. Siempre decia que, para el, Deacon era el peor de los dos y que el abuelo jamas deberia haberlo metido en casa. Es extrano, pero creo que hasta le cogio simpatia al otro hombre, el ladron de Londres. Solo lo vio en el juicio, pero dijo que era un mendigo muy divertido y que el creia que decia la verdad.
– Eso es infinitamente interesante.
Lord Peter se volvio y se dirigio hacia el joven periodista del
– Mire, amigo, si se queda calladito y se va, es posible que tenga algo que explicarle a su editor. No permitire que siga o moleste a esta joven, asi que marchese y, si se porta bien, luego lo ire a buscar y le explicare unas cuantas mentiras, ?de acuerdo? Pues ahora vayase. ?Maldita prensa!
– Ese tipo es un pesado -dijo la senorita Thorpe-. Casi saca de quicio a mi tio esta manana. Mi tio esta alli, hablando con el parroco. Trabaja para el gobierno y esta en contra de todo tipo de prensa. Tambien esta en contra de los misterios. Para el, todo eso es horrible.
– Entonces, supongo que tambien estara en contra de mi.
– Si. Piensa que vuestra aficion no es apropiada para alguien de vuestra condicion social. Por eso esta poniendo mucho empeno en evitar que los presenten. Mi tio es un viejo divertido, no es nada esnob y, en realidad, es bastante decente. Solo que no es como papa. Usted y papa habrian congeniado a la perfeccion. ?Ah! Por cierto, ya sabe donde estan enterrados papa y mama,?no es cierto? Supongo que fue el primer lugar que miro.
– Si, asi fue; pero me gustaria volver a echarle un vistazo. Vera, me pregunto como el… el…
– ?Como pudieron meter alli el cadaver? Imaginaba que era eso. Yo tambien le he estado dando vueltas. A mi tio no le parece bien que me preocupe por cosas de estas. Sin embargo, resulta mucho mas facil de digerir; me refiero a que si estas interesado en algo, parece menos real, aunque esa no es la palabra exacta.
– ?Menos personal?
– Si, a eso me referia. Empiezas a imaginarte como sucedio todo y luego, gradualmente, tienes la sensacion de que te lo has inventado.
– ?Hum! -exclamo Wimsey-. Si su mente trabaja asi, algun dia sera escritora.
– ?De verdad lo cree? ?Que curioso! Quiero ser escritora. Pero ?por que lo dice?
– Porque tiene mucha imaginacion, y eso se refleja en el mundo que sus ojos ven, hasta que llegue un dia en que sera capaz de analizar su propia experiencia objetivamente y verlo como un producto de su cabeza, que existe independientemente de usted. Tiene suerte.
– ?De verdad? -pregunto Hilary, que parecia muy emocionada.
– Si, aunque la suerte le llegara mas hacia el final de su vida que hacia el principio, porque los demas no entenderan el modo de funcionar de su mente. Empezaran por creer que es usted una romantica y una sonadora, y despues se sorprenderan al descubrir que es una mujer dura e insensible. Se equivocaran con ambos juicios, pero nunca lo sabran, y usted tampoco lo sabra, al principio, y le preocupara.
– Pero eso es exactamente lo que me dicen las otras chicas en la escuela. ?Como lo ha sabido? Aunque, claro, todas son idiotas; bueno, la mayoria.
– Mucha gente lo es -dijo Wimsey circunspecto-. Aunque no es de buena educacion decirselo. Espero que usted lo haga. Tenga compasion, ellos no pueden evitarlo… Si, este es el lugar. No es facil pasarlo por alto, ?no cree? Esa casita es la mas cercana, ?de quien es?
– De Will Thoday.
– ?En serio? Y, detras de la casa, solo hay la taberna y una granja. ?De quien es la granja?
– Es la casa del senor Ashton. Es un hombre muy bueno, uno de los vigilantes de la iglesia. Cuando era pequena me gustaba mucho, me dejaba montar en los caballos de labrar.
– He oido hablar de el. Una vez saco mi coche del dique, lo que me recuerda… Tengo que llamarle para agradecerselo.
– Eso quiere decir que quiere hacerle unas preguntas.
– Si lee entre lineas asi a la gente, no deberia decirselo tan claramente.