ver como, de la manera mas inocente del mundo, el secreto fue revelado a un hombre que se suponia que iba a guardarlo'. Era un hombre muy listo y, cuando acabo, se habia metido al jurado en el bolsillo.

»Ahora viene otro pasaje basado en suposiciones -prosiguio el comisario-. Le enviaron un telegrama a Cranton desde Leamholt, y eso es cierto porque le seguimos el rastro. El dijo que era de Deacon, pero Deacon contesto que si se lo habia enviado alguien, habia sido Elsie Bryant. Los dos estuvieron en Leamholt esa tarde, aunque no pudimos conseguir que la chica de la oficina de Correos reconociera a ninguno de los dos y, ademas, el telegrama estaba escrito en mayusculas. En mi opinion, esto senala hacia Deacon, porque dudo que a la chica se le hubiera ocurrido algo asi, aunque sobra decir que, cuando se les pidio una muestra de su escritura, los resultados no se parecian en nada al telegrama. Quienquiera que fuera, o fueron muy listos o pagaron a otra persona para que lo hiciera por ellos.

»Me ha dicho que ya ha oido hablar de lo que sucedio aquella noche, ?no es cierto? Lo que en realidad quiere saber son las versiones de la historia que dieron los implicados. Ahi es donde, desde mi punto de vista, Cranton fue mas inteligente que Deacon. Explico una historia realmente coherente desde el principio hasta el final. Dijo que el robo lo habia planeado Deacon de cabo a rabo. Cranton vendria con un coche y esperaria debajo de la ventana de la senora Wilbraham a la hora acordada en el telegrama. Deacon le lanzaria el collar de esmeraldas, Cranton lo cogeria, se iria directo a Londres para venderlo y se repartirian el dinero a partes iguales, menos las cincuenta libras que le habia dado como adelanto. Solo que conto que lo que salio por la ventana no fue el collar, sino el joyero, y acuso a Deacon de quedarse con el botin y de despertar a toda la casa para que lo cogieran a el, a Cranton, y lo arrestaran. Y, claro, si fue un plan de Deacon, era muy bueno porque se quedaba con el botin y con el prestigio. El problema es que esto se descubrio un tiempo despues de haber arrestado a Cranton, de modo que cuando fueron a buscar a Deacon y tuvo que declarar delante de la policia, no supo que historia explicar. La primera version era muy clara y sencilla, y el unico problema era que, obviamente, resultaba mentira. Dijo que se desperto en mitad de la noche y oyo ruidos en el jardin y que le dijo a su mujer: «Creo que alguien ha venido a robar la vajilla». Luego, segun el, bajo la escalera, abrio la puerta trasera y miro hacia el jardin y, justo en ese momento, vio a alguien en la terraza precisamente debajo de la ventana de la senora Wilbraham. Entonces, dice el, volvio a entrar y subio la escalera lo suficientemente deprisa como para ver a un hombre que salia por la ventana de la senora Wilbraham.

– ?Es que la senora Wilbraham no habia cerrado la puerta?

– No. Nunca lo hacia, por si se incendiaba la casa o algo asi. Dijo que grito para dar la alarma, y entonces la senora se desperto y lo vio junto a la ventana. Mientras tanto, el ladron habia bajado agarrado a la hiedra y habia huido. Asi que el bajo la escalera y se encontro con el lacayo en el momento en que salia por la puerta trasera. Hubo un poco de confusion con toda la historia de la puerta trasera porque Deacon no explico, en la primera version, que hacia el en la habitacion de la senora Wilbraham. En su primera declaracion, que se la conto a sir Charles, dijo que habia salido directamente fuera cuando habia oido ruidos en el jardin; sin embargo, cuando la policia llego, se las apano para mezclar las dos historias y dijo que en aquel momento estaba demasiado afectado para explicarse con claridad o que los demas estaban demasiado afectados para entender lo que les habia dicho. Bueno, todo bien hasta que empezaron a destapar la historia de que el y Cranton ya se conocian y lo del telegrama. Entonces, Cranton, al ver que se habia descubierto todo, explico toda la historia y, claro, Deacon se quedo muy sorprendido. No podia negarlo, asi que esta vez admitio conocer a Cranton, pero dijo que habia sido el otro quien lo habia intentado tentar con lo del robo de las esmeraldas, mientras que el se habia mantenido firme y no habia accedido a su propuesta. En cuanto al telegrama, lo nego, y dijo que debia haber sido Elsie. Ademas, tambien nego lo de las cincuenta libras y lo cierto es que jamas pudieron encontrar ninguna relacion entre Deacon y el dinero.

»Por supuesto, lo interrogaron a conciencia -siguio explicando al comisario-. Querian saber, en primer lugar, por que no habia advertido a sir Charles sobre Cranton y, en segundo lugar, por que al principio habia dado otra version. El declaro que creia que Cranton se habia olvidado de la idea del robo y no queria alarmar a nadie pero que, cuando oyo los ruidos, se imagino lo que pasaba. Tambien dijo que despues le dio reparo reconocer que conocia a Cranton por temor a que lo acusaran de complice. Sin embargo, la historia tenia poco fundamento, y ni el juez ni el jurado se creyeron nada. Lord Bramhill le dirigio unas severas palabras despues de conocer el veredicto, y le dijo que si no hubiera sido su primera condena, le habria impuesto la maxima pena que estaba capacitado para sentenciar. Anadio que el robo tenia el peor de los agravantes, ya que lo habia cometido un sirviente que gozaba de la confianza de su senor, en una casa privada y, para mas inri, en la de su senor; ademas, iba acompanado del delito de abrir una ventana para cometer el robo y que se habia resistido violentamente a ser arrestado. Al final, condeno a Deacon a ocho anos de carcel y le dijo que tenia suerte de cargar solo con eso. A Cranton, como era reincidente, le deberia haber caido una pena mucho mayor, aunque el juez opino que no seria justo castigarle a el mucho mas que a Deacon y lo condeno a diez anos de carcel. Y eso fue todo. Cranton fue a Dartmoor, y cumplio su condena como un buen chico, sin ocasionar demasiados problemas. Deacon, como era su primera condena, fue a Maidstone, donde se comporto como un prisionero modelo, que son los que vigilas porque siempre acaban haciendo alguna travesura. Despues de casi cuatro anos, a principios de 1918, este convicto amable, refinado y de buena conducta ataco brutalmente a un celador y se escapo. El celador murio y, por supuesto, rastrearon toda la zona buscando a Deacon sin exito. Me atreveria a decir que, entre la guerra y unas cosas y otras, no tenian los hombres que necesitaban. En cualquier caso, no lo encontraron, y durante dos anos gozo de la reputacion de ser el unico preso que se habia escapado de la carcel. Despues encontraron sus huesos en un agujero de esos, canteras creo que las llaman, en un bosque en North Kent, asi que consideraron que solo fue una victima mas del sistema penitenciario. Todavia llevaba el uniforme de la prision y tenia el craneo aplastado, por lo que supusieron que se habria caido por la noche, posiblemente uno o dos dias despues de escapar. Y asi acabo Deacon.

– Supongo que no hay ninguna duda de que era culpable.

– Ni la mas minima. Fue un mentiroso de principio a fin, y encima un mentiroso torpe. La hiedra de la Casa Roja estaba en perfecto estado, o sea que nadie habia trepado por ella y, en cualquier caso, su declaracion final estaba tan llena de agujeros que parecia un colador. Era malo, y un asesino, y el pais se quedo bien descansado cuando murio. En cuanto a Cranton, cuando salio de la carcel se comporto durante una temporada. Aunque luego volvio a meterse en lios por tenencia de enseres robados o por conseguir cosas con malas artes o algo asi, y volvio a la carcel. Salio el pasado mes de junio y le siguieron la pista hasta principios de septiembre. Entonces desaparecio y todavia lo estan buscando. La ultima vez que alguien lo vio fue en Londres, pero no me sorprenderia hoy que lo hubieramos visto por ultima vez. Creo, y siempre crei, que Deacon se quedo con el collar, pero que me cuelguen si se lo que hizo con el. Tomese otra cerveza, milord. No le hara dano.

– Entonces, ?donde cree usted que estuvo Cranton entre septiembre y enero?

– Solo Dios lo sabe. Pero si el cadaver es el suyo, diria que en Francia. Conocia a todos los timadores de Londres y, si habia alguien que podia conseguir un pasaporte falso, ese era el.

– ?Tiene una fotografia de Cranton?

– Si, milord. La acabo de encontrar. ?Le gustaria verla?

– ?Por supuesto!

El comisario saco una fotografia oficial de un escritorio que estaba lleno de papeles, aunque muy ordenado, en un rincon de la habitacion. Wimsey la miro detenidamente.

– ?Cuando se la hicieron?

– Hara unos cuatro anos, milord, cuando lo condenaron por ultima vez. Es la mas reciente que tenemos.

– No llevaba barba. ?La llevaba en septiembre?

– No, milord. Pero en cuatro meses tuvo tiempo de sobra para dejarsela crecer.

– Quiza fue a Francia a eso.

– Es posible.

– Si, bueno, no estoy seguro del todo, pero creo que es el hombre que vi en el puente el dia de Ano Nuevo.

– Eso es muy interesante -dijo el comisario.

– ?Ha ensenado la fotografia por el pueblo?

El senor Blundell sonrio con arrepentimiento.

– Esta tarde lo he intentado con los Wildespin, pero la senora ha dicho que era el; Ezra, que no se le parecia en nada, y los vecinos estaban de acuerdo con los dos. Lo unico que puedo hacer es retocar la fotografia, anadirle una barba y volverlo a intentar. No conozco a nadie que pueda reconocer a un hombre con barba y luego con la

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