botella como unica recompensa.
Por sorprendente que parezca, fue el parroco quien resolvio el mensaje cifrado. Aquella noche entro en el taller cuando el reloj de la entrada dio las once. Tenia un aire despreocupado y llevaba en una mano un vaso de brebaje caliente, y en la otra, un viejo manguito para los pies.
– Espero que no se este rompiendo la cabeza con eso -dijo disculpandose-. Me he atrevido a traerle algo que le ayudara a entrar en calor. Estas noches primaverales son bastante frescas. Ademas, mi mujer cree que quiza le gustaria poner los pies aqui. Por debajo de esa puerta siempre pasa corriente. Permitame… Ha sufrido los efectos de las polillas, pero todavia protege los pies. No deje que lo moleste. ?Dios mio! ?Que es esto? ?Esta componiendo un carrillon? Oh, no… ahora veo que no son numeros, son letras. Mis ojos ya no son lo que eran. Pero me estoy entrometiendo en sus asuntos, perdone.
– En absoluto, padre. Si que parece un carrillon. Sigo con ese endemoniado mensaje cifrado. Como he descubierto que el total de letras era multiplo de ocho, lo he escrito en ocho columnas, esperando inutilmente obtener algo. Sin embargo, ahora que lo menciona, supongo que se podria construir un mensaje cifrado bastante sencillo a partir de un carrillon.
– ?Y como lo haria?
– Bueno, siguiendo los movimientos de una campana y colocando las letras del mensaje en los lugares indicados y llenando los demas espacios con letras al azar. Por ejemplo, imagine una entrada sencilla de Gransire Dobles y suponga que quiere transmitir el sencillo y piadoso mensaje de
Rapidamente escribio dos columnas.
– Rellenaria los otros espacios con letras sin sentido; asi: XLOAMP, JQIWCN, NAEMEB, TSHRZP, etcetera. Entonces lo escribiria todo en un parrafo, dividiendolo para que parecieran palabras.
– ?Por que? -pregunto el parroco.
– Oh, solo para hacerlo mas dificil. Podria escribir, por ejemplo, XLOAMP, MPJQI., WCN M EBTS! HRZP, y asi hasta el final. No importa lo que ponga. La persona que recibiera el mensaje, lo volveria a dividir en columnas de seis letras y sacaria el mensaje recorriendo la posicion de la campana numero 5. Asi:
123456
213546 – - -V-
231456 – - – -E
324156 – - – -N
342516 – - -I-
435216 – -T- -
453126 -E- – -
543126 A- – - -
514236 D- – - -
152436 -O- – -
125346 – -R- -
215436 – -E- -
251346 -M- – -
523146 U- – - -
532416 S- – - -
Etc
– ?Dios mio! -dijo el senor Venables-. ?Es cierto! Que ingenioso. Y supongo que con un poco mas de ingenuidad, puede escribirse un mensaje superficial que pueda provocar equivocos. Es mas, ?no se podria extender esta idea y escribir un mensaje que, en apariencia, fuera completamente inofensivo?
– Por supuesto. Asi debe de ser -respondio Wimsey, pasando el dedo por la nota de Jean Legros.
– ?Ha probado…? Bueno, le pido disculpas. Le estoy entreteniendo. Pero ?ha probado este metodo con la nota?
– En realidad, no -admitio Wimsey-. Solo lo he pensado. Ademas, ?que sentido tendria enviarle un mensaje como este a Cranton que, posiblemente, no tendria ni idea de campanas y carrillones? Y deberia escribirlo un campanero, y no tenemos ninguna razon para pensar que Jean Legros lo fuera. Aunque tambien es cierto que tampoco tenemos ninguna razon para pensar lo contrario.
– Pues, entonces, ?por que no lo intenta? Creo recordar que me dijo que la nota la encontraron en el campanario. ?No es posible que la persona que la recibio, aun sin ser campanero ni saber como interpretar el mensaje, lo hubiera relacionado con las campanas y descubriera que la clave para descifrarlo estaba en el campanario? Se que suena un poco estupido, pero a mi me parece factible.
Wimsey golpeo con la mano en la mesa.
– ?Padre, esa es una idea excelente! Cuando Cranton llego a Fenchurch St Paul pregunto por Paul Sastre, porque Deacon le habia dicho que Sastre Paul o Batty Thomas sabian donde estaban las esmeraldas. Venga. Vamos a probarlo. Nosotros mismos se lo preguntaremos a
– No sabemos el metodo que uso la persona que escribio el mensaje ni que campana debemos tomar como referencia. Pero vamos a suponer que seran
– Seguro que no.
– Bueno, nunca se sabe. No esta componiendo un carrillon, solo esta cifrando un mensaje y puede que haga algo poco habitual a proposito.
El lapiz volvio a recorrer las columnas.
– No. Por ahi tampoco. Descartamos los Grandsire. Y creo que tambien debemos descartar los Stedman, porque implicaria que las campanas significativas estuvieran demasiado juntas. Probemos con un Kent Treble Bob, y primero seguiremos a
El parroco, con las gafas en la punta de la larga nariz, iba de un lado a otro del papel mientras el lapiz trazaba una linea entre las letras.
– «Se sienta en…», esto es un verso del Salmo 99, ?lo ve? ?Que le habia dicho? «Se sienta en querubines». ?Y esto que puede querer decir? ?Dios mio! Aqui debe haber un error, la siguiente letra deberia ser una ele: «La tierra se estremece».
– Bueno, la ele viene despues. Espere un momento. Ahora viene «ALE», no «ALEG»; eso es, «ALEGRENSE». Lo siento padre, no puede ser que esto este aqui por equivocacion. Solo un segundo, lo acabamos y despues me dice lo que quiera… ?Oh! ?Que pasa al final? ?Ah, si! Me olvidaba. Debe ser el final de la entrada. Si -dijo calculando mentalmente-, y ahora viene la cuarta y la tercera. Aqui lo tiene. Mensaje completado; aunque no me pregunte lo que quiere decir.
El parroco se limpio las gafas y lo miro detenidamente.
– Son versos de tres salmos -dijo-. Que curioso. «Se sienta en querubines», del Salmo 99, 1. Luego: «Alegrense las islas numerosas», del Salmo 97, 1. Estos dos salmos son parecidos: «Dominus regnavit», «El Senor reino». Y luego tenemos: «Como torrentes en el sur», del Salmo 126, 5. De «In convertendo», «Cuando el Senor libero Sion». Este es un caso de
– Si. Quiza los numeros tienen algo que ver. Tenemos 99.1.97.1.126.5. ?Debemos tomarlo como un numero