Fue Claudia quien contesto.

– La inspectora Miskin la consolara y luego el senor Dalgliesh la freira a preguntas. O, si tiene suerte, al reves. No te preocupes por Blackie. No la condenaran a la horca por haber enviado ese fax; de hecho, ni siquiera es un delito. -Se volvio bruscamente y le dirigio la palabra a Dauntsey-. Lo siento, Gabriel. Lo siento muchisimo. No sabes cuanto lo siento. No entiendo que me ha pasado. Dios mio, debemos permanecer unidos. -En vista de que el no decia nada, anadio en tono casi de suplica-: No creeras que haya sido un asesinato, ?verdad? Me refiero a la muerte de Esme. ?Crees que la mato alguien?

Dauntsey respondio con voz queda.

– Ya has oido al comandante leer el mensaje que dejo para nosotros. ?De veras te ha parecido una nota de suicidio?

56

El senor Winston Johnson era corpulento, negro y afable, y daba la impresion de no sentirse intimidado por el ambiente de una comisaria y de tomarse con filosofia la perdida de posibles clientes que podia derivarse de su visita forzosa a Wapping. Su voz tenia un agradable tono de bajo profundo, pero el acento era cockney puro. Cuando Daniel se disculpo por la necesidad de molestarle en horario de trabajo, le contesto:

– Calculo que no he perdido demasiado. De camino hacia aqui he subido a una pareja que queria ir a Canary Wharf. Turistas norteamericanos. Y de los que dan buena propina, ademas. Por eso llego un poco tarde.

Daniel le tendio una fotografia de Esme Carling.

– Esta es la pasajera que nos interesa. El jueves por la noche a Innocent Walk. ?La recuerda?

El senor Johnson cogio la fotografia con la mano izquierda.

– Perfectamente. Me paro en el puente de Hammersmith sobre las seis y media. Queria llegar al numero diez de Innocent Walk a las siete y media. Ningun problema. No iba a tardar una hora en hacer ese trayecto, a no ser que el trafico estuviera muy mal o se hubiese recibido una amenaza de bomba y sus muchachos hubieran cerrado alguna calle. Pero todo fue bien.

– ?Quiere decir que llegaron antes de las siete y media?

– Habriamos llegado antes, pero ella me llamo a traves del cristal cuando ibamos por la Torre y me dijo que no queria llegar temprano. Me pidio que hiciera tiempo. Le pregunte que adonde queria ir y me dijo: «A cualquier parte, con tal que lleguemos a Innocent Walk a las siete y media.» Conque la lleve hasta Isle of Dogs, di unas cuantas vueltas y luego volvi por la autopista. Eso hizo subir unos chelines el precio de la carrera, pero supongo que a ella le daba igual. Dieciocho libras en total, le costo, y aun dejo propina.

– ?Como llego a Innocent Walk?

– Sali de la autopista por la calle Garnet abajo y luego por Wapping Wall.

– ?Vio a alguien en particular?

– ?Alguien en particular? Habia un par de tipos por alli, pero yo no me fije en nadie en particular. Iba conduciendo, ?no?

– ?Le dijo algo la senora Carling durante el trayecto?

– Solo lo que ya le he dicho, que no queria llegar a Innocent Walk hasta las siete y media y que diera unas cuantas vueltas. Algo asi.

– ?Y esta usted seguro de que queria ir al numero diez de Innocent Walk, no a Innocent House?

– Al numero diez me dijo y al numero diez la lleve. Justo al lado de la reja de hierro que hay en el extremo de Innocent Passage. Me dio la impresion de que no queria adentrarse mas en Innocent Walk. Nada mas girar por la bocacalle, dio unos golpes en el cristal y me dijo que alli estaba bien.

– ?Vio si la cancela de Innocent Passage estaba abierta?

– No estaba abierta de par en par, pero eso no quiere decir que estuviera cerrada.

Antes de hacer la siguiente pregunta Daniel ya sabia cual seria la contestacion, pero necesitaba que quedara constancia de ello.

– ?Le dijo que iba a hacer en Innocent Walk? Si iba a ver a alguien, por ejemplo.

– Eso no era asunto mio, ?verdad, jefe?

– Tal vez no, pero a veces los pasajeros hablan.

– Incluso demasiado, algunos. Pero esta no. Estuvo todo el rato callada, apretando aquel bolso grande que llevaba.

Aparecio otra fotografia.

– ?Este bolso?

– Puede ser. Era por el estilo. Pero, ojo, no podria jurarlo.

– ?Le dio la impresion de que estaba lleno, como si llevara dentro algo voluminoso o pesado?

– Ahi no puedo ayudarle, companero. Pero vi que lo llevaba colgado al hombro y que era grande.

– ?Y podria jurar que el jueves llevo a esta mujer desde Hammersmith hasta Innocent Walk y la dejo viva en el extremo de Innocent Passage a las siete y media?

– Bueno, desde luego no la deje muerta. Si, ya lo creo que puedo jurarlo. ?Quiere que haga una declaracion?

– Su colaboracion ha sido muy valiosa, senor Johnson. Si, nos gustaria tener su declaracion. Se la tomaremos en el despacho de al lado.

El senor Johnson salio acompanado de un policia de paisano. Casi al instante, volvio a abrirse la puerta y el sargento Robbins asomo la cabeza. No se esforzaba en disimular su excitacion.

– Estaba comprobando el trafico del rio, senor. Acabamos de recibir una llamada de las autoridades del puerto de Londres, en contestacion a la que les hice yo hace cosa de una hora. Su lancha, la Royal Nore, paso anoche ante Innocent House. Su presidente celebro una cena privada a bordo. La comida se servia a los ocho y tres de los invitados tenian ganas de ver Innocent House, asi que estaban en cubierta. Calculan que deberian de ser las ocho menos veinte. Pueden jurar, senor, que entonces no habia ningun cadaver colgando de la barandilla y que no vieron a nadie en el patio. Y otra cosa, senor: estan completamente seguros de que la lancha se hallaba a la izquierda de los escalones y no a la derecha. Me refiero a la izquierda mirando desde el rio.

Daniel dijo lentamente:

– ?Vaya por Dios…! Asi que el instinto del jefe no le enganaba. La mataron en la lancha. El asesino oyo acercarse la embarcacion de las autoridades del puerto de Londres y mantuvo el cuerpo oculto hasta el momento de colgarlo.

– Pero ?por que a ese lado de la barandilla? ?Por que cambio de sitio la lancha?

– Porque esperaba que no nos dieramos cuenta de que la habia matado alli. Lo ultimo que desea es que los especialistas metan las narices en la lancha. Y otra cosa: salio a recibirla a la cancela de hierro forjado que cierra el extremo de Innocent Passage. El asesino tenia llave y estaba esperandola en el umbral de al lado. Era mas seguro permanecer en ese extremo del patio, lo mas lejos posible de Innocent House y del numero doce.

A Robbins se le habia ocurrido una objecion.

– ?No era demasiado arriesgado cambiar la lancha de sitio? La senorita Peverell y el senor De Witt habrian podido oirlo desde el piso y sin duda habrian bajado a investigar.

– Dicen que no habrian podido oir un taxi a no ser que se internara por Innocent Lane. Podemos verificarlo, naturalmente. Y si oyeron el motor debieron de creer que era una lancha que pasaba por el rio. Tenian corridas las cortinas, recuerde. Y por supuesto, siempre existe otra posibilidad.

– ?Cual, senor?

– La de que fueran ellos los que movieron la lancha.

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