once. Menos mal, sargento, que no es probable que sea usted uno de estos investigadores que esperan del patologo forense una estimacion exacta al cabo de unos minutos de examinar el cadaver.

Las palabras eran una autorizacion para retirarse. Fue entonces cuando sono el telefono de la mesita. El sonido fue estridente e inesperado, un insistente repique que semejaba una macabra invasion de la intimidad de la muerta. Durante unos segundos no se movio nadie salvo la doctora Glenister, que se dirigio tranquilamente hacia su bolso Gladstone como si estuviera sorda.

Dalgliesh cogio el auricular. Era la voz de Whetstone.

– Ha llegado el fotografo, y los dos agentes SOCO vienen de camino, senor. Si le parece, se los presento a alguien de su equipo y ya me voy.

– Gracias -dijo Dalgliesh-. Bajare yo.

En la cabecera de la cama habia visto todo lo que necesitaba ver. No lamentaba que la doctora Glenister le ahorrara el examen del cadaver.

– Ha llegado el fotografo. Si te parece, lo mando para aca.

– Solo necesito otros diez minutos -dijo la doctora-. Si, hazlo subir. En cuanto el haya terminado, llamare a la furgoneta de la morgue. Sin duda la gente de aqui se alegrara de ver que se llevan el cadaver. Y antes de que me vaya podemos hablar un rato.

Kate habia estado todo el rato en silencio. Mientras bajaban por la escalera, Dalgliesh dijo a Benton:

– Ocupate del fotografo y de los SOCO, Benton. Pueden ponerse manos a la obra cuando ya no este el cadaver. Mas tarde tomaremos huellas, pero no espero hallar nada significativo. Es posible que alguien del personal haya entrado justificadamente en la habitacion en un momento u otro. Kate, tu acompaname a la oficina general. Chandler-Powell ha de saber el nombre del pariente mas cercano de Rhoda Gradwyn, y quiza tambien el de su abogado. Alguien tendra que dar la noticia, y esto seguramente lo haran mejor los policias locales, al margen de quienes sean. Y hemos de saber mucho mas sobre este lugar, la organizacion, el personal de Chandler-Powell y su horario. El que la estrangulo tal vez utilizo guantes quirurgicos. La mayoria de la gente probablemente sabe que se pueden obtener huellas del interior de los guantes de latex, por lo que quizas hayan sido destruidos. Los SOCO deben prestar atencion al ascensor. Y ahora, Kate, vamos a ver que tiene que decirnos el senor Chandler-Powell.

7

En la oficina, Chandler-Powell estaba sentado frente al escritorio con dos planos desplegados ante el, uno de la casa en relacion con el pueblo y otro de la Mansion. Cuando entraron, se puso en pie y rodeo la mesa. Se inclinaron juntos sobre los planos.

– El ala de los pacientes -dijo-, que acaban de visitar, esta aqui, en el oeste, junto con el dormitorio de la enfermera Holland y el salon. La parte central de la casa comprende el vestibulo, el gran salon, la biblioteca y el comedor, y un apartamento para el cocinero y su mujer, Dean y Kimberley Bostock, junto a la cocina con vistas al jardin clasico estilo Tudor. Encima de su planta, la empleada domestica, Sharon Bateman, tiene una habitacion amueblada. Mis habitaciones y el apartamento ocupado por la senorita Cressett estan en el ala este, igual que el dormitorio y la sala de la senora Frensham y dos habitaciones de invitados, ahora libres. He hecho una lista del personal no residente. Aparte de las personas que han conocido, contrato los servicios de un anestesista y personal de enfermeria adicional para el quirofano. Unos llegan temprano en autobus las mananas que hay operacion, otros vienen en coche. No se queda a dormir nadie. Una enfermera a tiempo parcial, Ruth Frazer, comparte responsabilidades con la enfermera Holland hasta las nueve y media, cuando acaba su turno.

– El hombre mayor que nos ha abierto la puerta, ?trabaja la jornada completa? -pregunto Dalgliesh.

– Es Tom Mogworthy. Lo herede al comprar la casa. Habia trabajado aqui como jardinero durante treinta anos. Viene de una vieja familia de Dorset y se considera a si mismo un experto en la historia, las tradiciones y el folclore del condado, cuanto mas sangriento todo, mejor. La verdad es que su padre se fue a vivir al East End de Londres antes de que naciera Mog, que tenia treinta anos cuando regreso a lo que supone sus raices. En ciertos aspectos, es mas un cockney que un hombre de campo. Por lo que se, no ha mostrado tendencias asesinas, y si dejamos aparte los jinetes sin cabeza, las maldiciones de brujas y los ejercitos fantasmagoricos de los realistas en marcha, es fiel y fiable. Vive con su hermana en el pueblo. Marcus Westhall y su hermana ocupan la Casa de Piedra, que pertenece a la finca de la Mansion.

– ?Y Rhoda Gradwyn? -dijo Dalgliesh-. ?Como llego a ser paciente suya?

– La vi por primera vez en Harley Street, el 21 de noviembre. No la derivaba su medico de cabecera como se acostumbra, pero luego hable con el. Vino para quitarse una profunda cicatriz en la mejilla izquierda. La volvi a ver en el Hospital Saint Angela, donde se le hicieron unas pruebas, y durante unos minutos cuando llego, el jueves por la tarde. Tambien estuvo aqui el 27 de noviembre para una estancia preliminar y se quedo dos noches, pero en esa ocasion no nos vimos. Antes de que apareciera en Harley Street no la conocia y nunca supe por que escogio la Mansion. Supuse que habia comprobado el prestigio de diversos cirujanos plasticos, se le ofrecio la opcion de Londres o Dorset, y eligio la Mansion porque queria privacidad. No conozco nada de ella excepto su fama como periodista y, naturalmente, su historial medico. En la primera visita la encontre muy tranquila, muy clara y franca sobre lo que queria. Hubo algo interesante. Le pregunte por que habia esperado tanto tiempo en decidir quitarse la desfiguracion y por que queria operarse ahora. Y ella contesto: «Porque ya no la necesito.»Hubo unos instantes de silencio. Luego hablo Dalgliesh.

– Debo preguntarselo. ?Tiene usted alguna idea de quien es el responsable de la muerte de la senorita Gradwyn? Si a su entender hay algun sospechoso o algo que yo deba saber, por favor digamelo ahora.

– O sea que da por supuesto que esto es lo que ustedes entienden por crimen con complicidad interna.

– No doy por supuesto nada. Pero Rhoda Gradwyn era paciente suya, y fue asesinada en su casa.

– Pero no por alguien de mi personal. No contrato a maniacos homicidas.

– Dudo mucho que esto haya sido obra de un maniaco -dijo Dalgliesh-, pero tampoco estoy presuponiendo que el responsable sea un miembro de la plantilla. ?Habria sido la senorita Gradwyn fisicamente capaz de salir de la habitacion y coger el ascensor hasta la planta baja y abrir la puerta del ala oeste?

– Habria sido perfectamente posible -dijo Chandler-Powell- despues de que hubiera recobrado la conciencia del todo, pero como estaba siendo continuamente controlada mientras se hallaba en la sala de recuperacion y al principio visitada cada media hora tras ser devuelta en camilla a la suite a las cuatro y media, la unica posibilidad habria sido despues de las diez, cuando la habian dejado acostada. A mi juicio, por tanto, habria sido fisicamente capaz de abandonar la suite, aunque desde luego tambien habria sido muy posible que alguien la hubiera visto. Y habria necesitado un juego de llaves. No habria podido cogerlas del armario de la oficina sin hacer sonar la alarma. En este plano de la Mansion se ve como funciona el sistema. La puerta delantera, el gran salon, la biblioteca, el comedor y la oficina estan protegidos, pero no el ala oeste, donde contamos con llaves y cerraduras. Por la noche, yo soy el responsable de activar la alarma, y cuando no estoy lo hace la senorita Cressett. A las once echo el cerrojo de la puerta oeste a menos que sepa que hay alguien fuera. Anoche cerre a las once como de costumbre.

– ?A la senora Gradwyn se le dio una llave de la puerta oeste cuando estuvo aqui para su estancia preliminar?

– Por supuesto. A todos los pacientes se les da una. La senora Gradwyn se la llevo sin darse cuenta al marcharse. Suele pasar. Al cabo de dos dias la devolvio pidiendo disculpas.

– ?Y como fue esa estancia?

– Llego un jueves, cuando ya habia anochecido, y dijo que no tenia ganas de salir al jardin. En circunstancias normales, se le habrian dado las llaves esa misma manana.

– ?Y usted controla donde estan esas llaves?

– En una medida razonable. Hay seis suites para los pacientes y seis llaves numeradas con dos copias. No puedo responder de cada juego. Los pacientes, en especial los de estancias prolongadas, tienen libertad para ir y venir. No dirijo un hospital psiquiatrico. Solo usan la llave de la puerta oeste. Y naturalmente todos los miembros de la casa tienen llave de las puertas delantera y oeste. Sabemos el paradero de cada una de esas llaves, igual

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