Ella pregunto:
– ?Como ha ido?
– Nada. Ha estado sentado alli con su abogado al lado y sonriendo, diciendo cada vez menos cosas. O, mejor dicho, explicando lo mismo una y otra vez. «Si, Berowne y yo nos encontramos en la orilla. Si, tuvimos un altercado. Me acuso de seducir a Theresa Nolan y a mi me molesto que tratara de cargarme la paternidad de su bastardo. Se abalanzo contra mi como si se hubiera vuelto loco. Y estaba loco. Pero no me arrojo al rio. Berowne se habia marchado ya cuando yo nade hasta la barcaza. Y yo no lo mate. Estuve toda aquella tarde con la senorita Matlock. Me vieron llegar a Campden Hill Square. Recibi la llamada telefonica de la senora Hurrell a las ocho cuarenta. Estuve alli hasta que sali para ir al pub. Fui visto alli desde las once menos cuarto hasta la hora de cerrar. Y si ustedes piensan otra cosa, pruebenlo.»
– ?Y quien es su abogado? ?Alguien de Torrington, Farrell y Penge?
– No. Nadie que tenga que ver con los Berowne. Tengo la impresion de que Barbara Berowne se esta distanciando de su hermano, en vista de la dudosa reputacion de este. Se ha buscado un joven, brillante y prometedor, de Maurice y Sheldon, perfectamente competente y que ya esta calculando sus honorarios. No hay nada como un caso notorio para dar a conocer el nombre al publico. Su fuerza radica en que realmente da credito a su cliente, y esto debe de ser un raro placer para un abogado de esa firma. Podia verse como trabajaba su mente. El no cree que Swayne tenga bemoles para haber cometido ese asesinato, no puede creer que el motivo sea lo bastante poderoso, no ve como Swayne pudo haber salido de Campden Hill Square con tiempo suficiente para cometer el asesinato y regresar sin que se enterase la Matlock, y, desde luego, no ve por que habria de mentir ella. Pero sobre todo, claro esta, deja bien a la vista que no cree que Berowne fuera asesinado, y con eso ya empieza a ser uno de la mayoria. El y el gran jefe podrian ir del brazo.
Y por tanto, penso Kate, trataremos nuevamente de romper el silencio de Evelyn Matlock. Y ella se sentara alli, amparada por lady Ursula y aconsejada por los abogados de la familia, mitad obstinada y mitad triunfal, disfrutando con su voluntario martirio. ?Por que causa?, se pregunto. ?Odio, venganza, glorificacion de si misma, amor? Por primera vez, tuvo que admitir que el caso, el primero emprendido por la nueva brigada, podia concluir sin ningun arresto y con un fracaso ignominioso. Massingham se volvio desde la ventana.
– Todavia no hay ni la menor prueba concreta que lo vincule a el con la escena del crimen. De acuerdo, tenia un motivo, pero tambien lo tenian media docena mas de personas.
– Pero si mato por odio, seguramente no podria ocultar ese odio ni siquiera ahora, ?no crees?
– Si, ya lo creo que si, y muy bien. ?Acaso no ha descargado la peor parte de ese odio? Se ha librado de su poder. Puede sentarse alli, sonriente, el arrogante hijo de puta, porque se ha librado de su enemigo para siempre. Se mostraba muy dueno de si, pero estaba exultante como un enamorado.
Ella dijo:
– El lo mato y sabemos que lo hizo. Pero hemos de romper esa coartada. Y, sobre todo, hemos de encontrar alguna prueba fisica.
– Es que Swayne esto lo sabe, y mejor que nadie. El confia en que la prueba no exista. Todo es circunstancial. Si tuvieramos algo mas solido, ya lo habriamos sacado a relucir. Y en realidad esta diciendo lo que otras personas estan pensando, que Berowne preno a Theresa Nolan, la repudio y se mato, en parte por remordimiento y en parte porque la basura publicada en la
Ella le miro sorprendida. Era raro oirle utilizar palabras obscenas, y supuso que no solo estaba pensando en el exito de la nueva brigada, o el de sus colegas en la Cl, y no en los mas jovenes, a los que no disgustaria ver al discolo Dalgliesh dar un tropezon. El habia planeado su carrera tan cuidadosamente como ella la suya, y lo ultimo que deseaba era que se le adjudicara un fracaso espectacular. Pero tenia sus motivos para estar preocupado, penso ella con amargura. Dificilmente se conformaria si volviera a verse de nuevo en la division.
Le dijo:
– Dudo de que te lo echaran en cara a ti. De todos modos, en enero te marcharas a hacer tu curso de mandos superiores, el proximo paso hacia el puesto de comisario ayudante.
El hablo casi como si hubiera olvidado la presencia de ella alli:
– Las cosas no van a ser faciles cuando muera mi padre.
– No estara enfermo, ?verdad?
– Enfermo, no, pero tiene mas de setenta anos, y, desde que murio mi madre en abril, parece como si tambien el hubiera perdido gran parte de su vida. Me gustaria irme a otra parte, comprar un apartamento, pero en este momento es dificil.
Era la primera vez que le hablaba de su familia, y esta confianza la sorprendio. El hecho de que la hubiera mostrado debia de tener algo que ver, supuso ella, con el cambio en sus relaciones, pero supo que seria imprudente hurgar mas.
Le dijo:
– Yo no perderia el sueno por el titulo. Siempre puedes rehusarlo. De todos modos, a la policia le sera mas facil acomodar al jefe lord Dungannon que a la jefe Kate Miskin.
El hizo una mueca y despues dijo sonriendo:
– Esta bien. Podrias haber optado por ingresar en las Wrens, pero dificilmente podrias esperar ascender a Primer Lord del Mar. Todo llegara con el tiempo: la primera mujer jefe de policia, cosa de una decada despues de la primera mujer arzobispo de Canterbury, diria yo. Pero no en mi tiempo, gracias a Dios.
Ella no replico a la provocacion. Advirtio la repentina mirada de el y entonces dijo:
– ?Que te ocurre? ?Te preocupa algo?
Es tan obvio, penso, no del todo contenta con su inusual percepcion. De poco servia no invitarle nunca a ir a su apartamento, si la mente de ella se habia hecho tan accesible. Dijo:
– Vino la senorita Wharton mientras tu estabas con Swayne. Quiere ver a Darren.
– Bien, ?y quien se lo impide?
– Al parecer, su asistenta social, en interes de una buena practica de su tarea social. La senorita Wharton quiere mucho a ese nino. Es evidente que sabe comprenderlo. Se llevan bien. Ella tambien le cae bien a el. ?Te extrana que su asistenta social este decidida a mantenerlos separados?
El sonrio, divertido, con cierta indulgencia, como el hombre en cuya vida privilegiada la palabra «asistencia» habia significado siempre su definicion en el diccionario, y nada mas.
– Las odias de veras, ?verdad?
– De todos modos, le dije el nombre de la escuela del nino. Le sugeri que rondara por alli y esperase la hora de la salida para hablar con el.
– ?Y te preguntas si a los servicios de asistencia social les agradara esto?
– Se perfectamente que no va a gustarles. Me estoy preguntando si hice bien. -Y anadio, como para tranquilizarse a si misma-: De acuerdo, ella merodeara cerca de la escuela y, con suerte, tal vez pueda acompanarlo a su casa. No veo que dano puede hacer eso.
– Ninguno, diria yo -replico el con desenvoltura-. Ni el menor dano. Vamos a tomar una copa.
Pero antes de que pudieran llegar a la puerta, sono el telefono de el. Lo descolgo y en seguida ofrecio el auricular a Kate.
– Es para ti.
Kate lo cogio, escucho en silencio durante un momento y despues dijo brevemente:
– De acuerdo, voy en seguida.
Al observar su cara mientras colgaba el telefono, Massingham pregunto:
– ?Que ocurre?
– Es mi abuela. La han golpeado y robado. Llamaban desde el hospital. Quieren que vaya a recogerla.
El dijo con facil conmiseracion:
– Mala cosa. ?Es grave? ?Esta bien ella?
– ?Claro que no esta bien! Tiene mas de ochenta anos y esos hijos de puta la han golpeado. No esta gravemente herida, si eso es lo que preguntas. Pero no esta en condiciones de quedarse sola. Tendre que pasarme el resto del dia fuera. Y probablemente manana tambien, a juzgar por lo que dicen.
– ?Y no pueden disponer ellos de alguien que se ocupe de ella?
– Si hubiera alguien mas, ya no me llamarian a mi. -Y seguidamente anadio con mas calma-: Ella me crio. No