yo le recordara a alguien cuyo recuerdo le fuese a el insoportable. Quiero decir que no me drogo, a no ser que sea otro el que me lo pague, cosa que rara vez hace nadie. Soy un hombre relativamente sobrio. Trabajo cuando hay un trabajo a mi alcance. Admito que me bano y como a sus expensas alguna que otra vez, pero no veo por que habia de molestarle eso -al fin y al cabo, nunca habia tenido que apuntarse al paro-, ni tampoco el hecho de jugar una partida de Scrabble con la pobre Evelyn. A nadie le molesta eso. Ademas, no fui yo quien le rajo el cuello. No tengo nada de sanguinario. No creo que jamas hubiera tenido valor para hacerlo. Yo no soy como Halliwell, entrenado para arrastrarse entre las rocas con la cara ennegrecida y un punal entre los dientes. No es eso lo que yo considero libertad.

Massingham dejo el elefante sobre la mesa, como si lo repudiara, y dijo:

– ?Prefiere usted una velada jugando al Scrabble con su amiga? ?Quien gano?

– Gano Evelyn, como suele ocurrir siempre. Ayer, la muy lista puso «Zafiro» en una casilla triplicada. Gano trescientos ochenta y dos puntos contra mis doscientos. Es extraordinario que tan a menudo sepa aprovechar los numeros mas altos. Si no fuera tan exasperantemente honrada, sospecharia que hace trampas.

Massingham observo:

– «Zigzag» hubiera puntuado todavia mas.

– De acuerdo, pero en el Scrabble no hay dos zetas. Ya veo que no es usted un aficionado. Deberia probar este juego alguna vez, inspector; es excelente para aguzar el ingenio. Bien, si esto es todo me largo.

Dalgliesh dijo:

– No es todo. Hablenos de Diana Travers.

Durante un par de segundos Swayne permanecio inmovil, excepto el rapido parpadeo de sus ojos brillantes. Pero la impresion, suponiendo que lo fuese, fue rapidamente controlada. Dalgliesh pudo ver como se relajaban los musculos de sus manos y sus hombros. Despues, Swayne dijo:

– ?Que quiere que le diga sobre ella? Ha muerto.

– Ya lo sabemos. Se ahogo despues de una cena ofrecida por usted en el Black Swan. Usted estaba alli cuando murio. Hablenos de aquella velada.

– No hay nada de que hablar. Quiero decir que debieron ustedes de leer el informe de la encuesta. Y tampoco veo que pueda tener que ver con Paul. Ella no era su chica, ni nada por el estilo.

– No suponiamos que lo fuese.

Se encogio de hombros y extendio las manos abiertas en una parodia de resignada aquiescencia.

– Esta bien, ?que desean saber?

– ?Por que no empieza por explicarnos por que la invito al Black Swan?

– Por ninguna razon en particular. Digamos que fue un impulso generoso. Yo sabia que mi querida hermana estaba ofreciendo lo que ella describiria como una cena intima para celebrar su cumpleanos; demasiado intima, al parecer, para invitarme a mi. Entonces pense que yo podia organizar una pequena celebracion por mi cuenta. Habia venido a esta casa con mi regalo de cumpleanos para Barbara, y al marcharme vi a Diana que limpiaba el polvo del vestibulo. Fue entonces cuando le pedi que viniera a mi fiesta. La recogi a las seis y media, ante la estacion de metro de Holland Park, y la lleve en coche al Black Swan, donde nos reunimos toda la familia.

– ?Y donde cenaron?

– Donde cenamos. ?Quiere los detalles del menu?

– No, a no ser que tuvieran especial importancia. Prefiero que prosiga a partir de aqui.

– Despues de cenar fuimos a la orilla del rio y encontramos aquella barca amarrada alli. Los demas pensaron que podia ser divertido armar un poco de jarana en el rio. Diana y yo decidimos que seria todavia mas divertido armar jarana en la orilla. Ella iba bastante cargada. De bebida, no de drogas. Despues pensamos que seria divertido nadar hasta la barcaza y aparecer junto a los otros.

– Despues de quitarse primero sus ropas.

– Ya nos las habiamos quitado. Lo siento si les escandalizo.

– Y usted fue el primero en zambullirse.

– Zambullirme no, mas bien vadee. Nunca me zambullo en aguas desconocidas. Aquella noche utilice mi elegante crol de costumbre y llegue hasta la barca. Despues mire hacia atras, buscando a Diana. No pude verla en la orilla, pero hay unas cuantas matas en aquel lugar, pues creo que Jean Paul trata de arreglar alli una especie de jardin, y pense que tal vez ella hubiese cambiado de opinion y se estuviera vistiendo. Me senti algo preocupado, pero no freneticamente preocupado, no se si me entiende. Sin embargo, pense que lo mejor seria regresar y echar un vistazo. Para entonces, la idea de nadar estaba perdiendo ya su encanto. El agua estaba helada y muy oscura, y los demas no me habian saludado con el entusiasmo que yo habia previsto. Abandone la barca y me dirigi de nuevo hacia la orilla. Ella no estaba alli, pero si sus ropas. Entonces me senti realmente asustado. Llame a los de la barca, pero estaban saltando todos y riendose, y no creo que me oyeran. Y entonces fue cuando la encontraron. El palo de la barcaza choco con su cuerpo, apenas este salio a la superficie. Fue una impresion terrible para las chicas. Entre todos consiguieron mantener la cabeza de ella sobre el agua y dirigirse hacia la orilla, no sin estar a punto de zozobrar. Yo ayude a arrastrarla hasta tierra firme y probamos el boca a boca de costumbre. Fue una escena muy desagradable, con las chicas llorando y tratando de ponerle a ella alguna ropa encima. Yo chorreaba y estaba temblando, y Tony soplaba en la boca de ella como si estuviese hinchando un globo. Diana yacia inmovil, con una mirada fija en los ojos, el agua escurriendose de sus cabellos y las algas enrolladas alrededor de su cuello como si fueran un panuelo verde… Daba la impresion de haber sido decapitada. Una escena erotica, dentro de su horror. Y entonces, una de las chicas corrio hacia el restaurante para pedir ayuda y aquel cocinero salio y se hizo cargo de todo. Parecia saber lo que se llevaba entre manos, pero no sirvio de nada. Fin de Diana. Fin de una alegre velada. Fin de la historia.

Hubo un rumor de roce de madera al apartarse Halliwell violentamente de la mesa y desaparecer con rapidez en la cocina. Swayne se le habia quedado mirando.

– ?Que mosca le ha picado? Yo fui el que tuvo que verla a ella. Yo diria que ha oido contar cosas peores que esta.

Ni Dalgliesh ni Massingham hablaron y, casi inmediatamente, Halliwell regreso. Llevaba otra media botella de whisky y la dejo sobre la mesa. Dalgliesh tuvo la impresion de que su cara estaba mas palida, pero el hombre se sirvio otro trago de whisky con una mano perfectamente firme. Swayne contemplo la botella, como si se preguntara por que no le invitaban a beber, y despues se volvio de nuevo hacia Dalgliesh.

– Le dire una cosa acerca de Diana Travers. No era actriz. Me entere de ello cuando la llevaba en coche al Black Swan. No tenia carnet. No habia estudiado en ninguna escuela dramatica. No conocia la jerga teatral, no tenia agente. No le habian dado ningun papel.

– ?Le dijo ella cual era su verdadera ocupacion?

– Dijo que queria ser escritora y estaba reuniendo materiales. Esto resultaba mas facil si le decia a la gente que trabajaba en el teatro. De este modo, nunca le preguntaban por que queria un puesto de trabajo temporal. No puedo decir que eso me importara mucho. En realidad, llevaba a la chica a cenar y no me proponia enrollarme demasiado con ella.

– Y durante el tiempo que estuvo con ella en la orilla del rio, antes de la travesia a nado y cuando regreso para buscarla, ?vio o bien oyo a alguna otra persona?

Los ojos azules se abrieron mas de lo corriente y entonces recordaban tanto los de su hermana, que la semejanza parecia sobrenatural. Contesto:

– No lo creo. Estabamos mas bien ocupados, no se si me entiende. ?Se refiere usted a algun miron, alguien que nos estuviera espiando? No se me ocurrio pensar en ello.

– Pues piense ahora en ello. ?Estaban completamente solos?

– Bien habiamos de estarlo, ?no cree? Quiero decir… ?quien mas podia haber alli?

– Piense de nuevo. ?Vio u oyo algo sospechoso?

– No puedo decirle que si, pero es que llegaba hasta alli el griterio que armaban las chicas en la barcaza. Y no creo que hubiera podido ver o bien oir nada con claridad una vez me meti en el agua y empece a nadar. Me parece recordar que oi a Diana echarse al agua detras de mi, pero eso era lo que yo esperaba que hiciera y tal vez lo imagine. Y supongo que pudo haber alguien alli que nos estuviera observando. Entre las matas, tal vez. Sin embargo, yo no lo vi. Lo siento si mi respuesta no es satisfactoria. Y tambien siento haberme entrometido aqui. A proposito, me quedare en la casa si me necesita para algo. Voy a prodigar mis consuelos fraternales a la viuda.

Se encogio de hombros y mostro una sonrisa que parecio dedicada mas bien a la habitacion en general que a

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