febrero.
– Los boches saben que estamos siguiendoles el rastro -confio Mardel con preocupacion, mostrando una gran cantidad de informes de operaciones e informaciones-. Capitan, necesito iniciar nuestro plan cuanto antes.
– Dentro de unos dias se lo presento -prometio Afonso-. ?Cree que este aumento de la actividad enemiga traera cola?
– Si. Estan preparando algo. No se que, pero preparan algo, seguro que preparan algo.
Afonso volvio a las lineas para ultimar el plan. Sabia que, antes de presentarlo, el mismo tendria que efectuar una patrulla por la Tierra de Nadie para reconocer el terreno. Esa era una actividad reservada por lo general a los soldados, todas las noches las fuerzas portuguesas efectuaban mas de diez patrullas y era relativamente raro ver a oficiales en ellas. Pero, impulsado por los enfrentamientos verbales con el Zanahoria y preocupado por elaborar con cuidado un plan para el
– Quiero a aquel moceton capaz de cargar la «Luisa» -indico.
– ?Quien, mi capitan?
– Aquel moceton, el grandote…
– ?El cabo Matias,
– Ese. ?Que opina de el?
– Matias es un buen hombre, un buen soldado. Es fuerte como un toro y disimula el miedo, con el los boches no se envalentonan. La gente lo quiere, se siente segura estando el cerca, los hombres incluso combaten mejor cuando estan al lado de Matias.
– Pues que venga ese. Ese y unos cuantos mas.
– ?Cuantos soldados exactamente, mi capitan?
– Que se yo, hombre, unos cinco o seis, no mas. Esto no es un
– Voy a llamar a los hombres de Matias, mi capitan.
– ?Ellos son buenos?
– Si, mi capitan. Usted llego a dirigirlos cuando se produjo aquel ataque de los boches el ano pasado en Neuve Chapelle.
– Ah, ya recuerdo -exclamo Afonso, que hizo un gesto como si recordara-. Eran buenos, si. ?Como se llaman?
– Son solo tres, mi capitan. El peloton se ha reducido mucho, tenemos que meter mas hombres. Pero Lisboa no manda a nadie…
– Adelante, hombre -se impaciento el capitan-. Digame como se llaman.
– Esta Vicente,
– Bien, que vengan esos.
Afonso paso dos dias sumergido en una nerviosa actividad, preparando con detalle la patrulla en la Tierra de Nadie. La manana del 2 de marzo, un mensajero fue a llamarlo y el capitan se presento en el cuartel general de la 2a Division, en La Gorgue, donde mandaron que se sentase en una silla junto a la entrada. Se quedo cuatro horas esperando, sin que nadie le diese ninguna explicacion. Hacia la una de la tarde, Eugenio Mardel irrumpio apresuradamente en el edificio, Afonso se incorporo de inmediato y se cuadro. El teniente coronel solto un grunido malhumorado y le hizo una sena con la cabeza para que lo siguiese. Recorrio el pasillo en silencio, entro en el despacho y se dejo caer pesadamente en su silla. Suspiro y se quedo aguardando a que Afonso se sentase.
– ?Se ha enterado ya del desastre de esta manana? -le pregunto por fin, con expresion cansada.
– No, mi teniente coronel -se sorprendio Afonso-. ?Que ocurrio?
– Los boches hicieron un
– ?Sufrimos muchas bajas?
– Muchas. -Su cabeza se movio asintiendo-. Muchas. Hemos perdido mas de cien hombres.
– ?Mierda!
– Los tipos atacaron la Infanteria 4, de Faro, y la Infanteria 17, de Beja. Se habla incluso de ciento cincuenta bajas, entre muertos, heridos y prisioneros. -Hizo una pausa-. ?Es realmente un desastre!
Afonso miro el mapa de las trincheras, colgado en la pared del puesto.
– Conozco bien Chapigny. Ya he estado en Dreadnought Post y en el Grants Posts, incluso atras.
– He pasado la manana en una reunion del comando para analizar la situacion y discutir las opciones que tenemos -dijo Mardel, como si no hubiese escuchado a Afonso-. Tengo buenas y malas noticias para usted. ?Cuales quiere oir primero?
El capitan hizo una mueca nerviosa con la boca.
– Tal vez sea mejor empezar por las malas.
– Muy bien -asintio Mardel-. El general Simas ha estado discutiendo su
Afonso suspiro profundamente. Parecia un suspiro disgustado, hecho de desilusion y frustracion, pero era en realidad un suspiro de alivio, el capitan no tenia ningunas ganas de avanzar a pecho descubierto por la Tierra de Nadie, bajo una lluvia de balas y explosiones, ni alimentaba ambiciones de grandes actos de bravura. Lo que queria era vivir, sobrevivir si fuera necesario, pero sobre todo saborear todos los momentos, deleitarse con cada instante, solo buscaba los placeres sencillos que la vida le concedia, las pequeneces, comer bacalao, beberse unas cervecitas, dormir en una cama de paja, amar a Agnes. El proyecto de
– Que pena -lamento con simulada satisfaccion-. ?Sabe decirme por que razon han tomado esa decision?
– Claro -exclamo Mardel-. Fue expedida hace dias una orden del I Ejercito britanico poniendo en practica un acuerdo de enero entre los Gobiernos de Portugal y de Gran Bretana. El acuerdo preve la disolucion del CEP como cuerpo autonomo y su integracion en un cuerpo del Ejercito britanico, que ha de ser tratado como si fuese una formacion inglesa. El CEP quedara con una division en las primeras lineas y otra saldra de descanso. Como la 1a Division esta hace mas tiempo en las trincheras, sera ella la que quede liberada. A la luz de los acontecimientos de hoy, el comando ha decidido emprender un
– Que suerte han tenido esos hombres -comento Afonso, ya relajado-. ?De donde es el 21? -Es gente de Covilha.
– Pero ?que suertudos! Eso se llama haber nacido con estrella.
Mardel sonrio por primera vez.
– Pero, capitan, tambien tengo buenas noticias para usted.