– Creo que si -musito.

– ?Claro! Durante el tiempo que paso en Europa. Me imagino que habra oido hablar un monton de idiomas.

Harry asintio con educacion, pero Olivia ya se habia vuelto a girar hacia Alexei.

– ?Le importaria decirnos algo? El frances lo reconozco, aunque a duras penas entiendo una palabra. Pero el ruso… vaya, que no tengo ni idea de como suena. ?Se parece un poco al aleman?

– Nyet -contesto el principe.

– ?Ny-oh! -Olivia sonrio-. Eso debe de ser no.

– Da -dijo el principe.

– ?Y eso debe de ser si!

Harry no sabia muy bien si le resultaba gracioso o nauseabundo.

– Diga algo mas -le insto ella-. No puedo percibir bien el ritmo del idioma con palabras monosilabicas.

– Muy bien -concedio el principe-, veamos…

Harry y Olivia esperaron pacientemente mientras el pensaba en algo que decir. Al cabo de unos instantes hablo.

Y Harry decidio que jamas habia odiado tanto a otro ser humano como odiaba al principe Alexei Gomarovsky de Rusia.

– ?Que ha dicho? -pregunto Olivia sonriendo con expectacion.

– Unicamente que es usted mas hermosa que los oceanos, el cielo y la niebla.

O en funcion de la traduccion: «La penetrare hasta que grite».

– ?Que poetico! -susurro Olivia.

Harry no se atrevio a hablar.

– ?Puede decir algo mas? -suplico Olivia.

El principe se mostro reticente.

– No se me ocurre nada tan… ?como se dice?

«Ofensivo».

– Delicado -concluyo el principe con cara de suma satisfaccion por su eleccion de palabra-. Lo bastante delicado para usted.

Harry tosio. O eso o vomitaba. A lo mejor parecio un poco las dos cosas, porque Olivia lo miro con cara de panico. El, a su vez, no pudo evitar poner los ojos en blanco. Ningun hombre sensato podia escuchar tales bobadas sin reaccionar de algun modo.

– ?Oh! Ya llega el te -dijo Olivia, que parecia bastante aliviada-. Mary, nos hara falta otro servicio. Sir Harry ha decidido unirse a nosotros.

Despues de que Mary dejara la bandeja y se fuera a buscar otra taza, Olivia levanto la vista hacia Harry y dijo:

– No le importa si empiezo a servir, ?verdad?

– Por supuesto que no -contesto el y miro casualmente hacia el principe, que lo estaba observando nada menos que con una sonrisa de satisfaccion.

Harry le pago con una expresion igualmente juvenil. No pudo evitarlo. Y razono que serviria para mantener la farsa de que no era mas que otro pretendiente celoso. Pero ?en serio creia Alexei que Olivia, sirviendole te antes de que a Harry le trajesen una taza, habia dado a entender quien era su favorito?

– ?Le gusta a Su Alteza el te ingles? -inquirio Olivia-. Aunque supongo que en realidad no es ingles, mas bien creo que nos lo hemos apropiado.

– Me parece una tradicion de lo mas agradable -dijo el principe.

– ?Lo toma con leche?

– Por favor.

– ?Azucar?

– Si.

Le preparo su te, sin dejar de hablar mientras le servia una cucharadita de azucar.

– Sir Harry me comentaba el otro dia que lo que mas echo de menos durante su servicio en el ejercito fue el te.

– ?Es eso cierto? -repuso el principe Alexei.

Harry no sabia con seguridad a quien se habia dirigido el principe, pero aun asi decidio contestar.

– Hubo muchas noches en las que habria matado por beber algo caliente.

– Sea como sea, me imagino que hubo muchas noches en las que si mato -replico el principe.

Harry lo miro con frialdad.

– Hubo muchos momentos en los que fui armado con un sable, un fusil y una bayoneta. Mate con frecuencia.

El principe lo miro con la misma frialdad.

– Habla como si hubiese disfrutado haciendolo.

– En absoluto -le espeto Harry.

Las comisuras de un lado de la boca del principe se curvaron muy ligeramente.

– En muchas ocasiones es necesario el mal para que florezca el bien, ?da?

Harry contesto a eso con un unico asentimiento de cabeza.

El principe tomo un sorbo de te, si bien aun no habian servido a Harry.

– ?Practica usted esgrima, sir Harry?

– Solo medianamente bien. -Lo cual era cierto. En Hesslewhite no habian tenido un profesor de esgrima como Dios manda. A consecuencia de ello, la habilidad de Harry en el manejo de la espada era mucho mas militar que competitiva. Se le daba regular esquivar los golpes, pero sabia como dar la estocada final.

– Aqui esta la taza que faltaba -anuncio Olivia y la cogio de manos de la doncella, que acababa de regresar-. Sir Harry, usted lo toma sin azucar, ?verdad?

– Veo que se acuerda -musito el.

Ella le sonrio, fue una sonrisa alegre y absolutamente sincera que floto hasta el como una suave brisa. El sintio el impulso de devolverle la sonrisa, espontanea y tambien sincera. Olivia le miro, y el la miro a ella, y durante unos instantes asombrosos fue como si estuvieran solos en la sala.

Pero entonces ella aparto la vista y murmuro algo sobre el te. Se entretuvo preparandole una taza a Harry y el descubrio que estaba embelesado con sus manos, preciosas y elegantes, pero por algun motivo no muy graciles. Lo cual le gusto. Toda diosa tenia sus imperfecciones.

Olivia levanto de nuevo los ojos y detecto que el la habia estado observando. Le volvio a sonreir y entonces el hizo lo propio, y…

Y entonces el maldito principe tuvo que abrir la boca.

Capitulo 13

Cinco cosas que me encantan de sir Harry Valentine,

por Olivia Bevelstoke.

Su sonrisa,

su agudeza,

sus ojos,

que habla conmigo desde la ventana.

– ?Vladimir! -vocifero de pronto el principe, dejando la enumeracion de Olivia incompleta a falta de un elemento.

Vladimir cruzo al instante la sala hasta el principe Alexei, quien impartio en ruso lo que sin duda sono como

Вы читаете Secretos en Londres
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату