Denna arqueo una ceja.

– Apuntan hacia el sitio donde hemos visto la luz -aclare-. Con esta oscuridad no veo nada que pueda servir de punto de referencia, pero por la manana esto nos indicara en que direccion hemos de buscar.

Volvimos a sentarnos. Eche mas lena al fuego y saltaron chispas.

– Uno de los dos deberia quedarse despierto y vigilar el fuego -propuse-. Por si aparece alguien.

– Yo nunca duermo toda la noche seguida -repuso Denna-. Para mi no supone ningun problema.

– ?No duermes bien?

– Tengo suenos -respondio ella en un tono de voz que dejaba claro que eso era todo lo que tenia que decir sobre el asunto.

Arranque unas espinas que se habian enganchado al dobladillo de mi capa y las tire al fuego.

– Creo que tengo una idea que explica lo que paso en la granja Mauthen.

Denna se animo.

– Cuentame.

– La pregunta es: ?por que atacarian los Chandrian esa casa en particular, y en ese preciso momento?

– Por la boda, evidentemente.

– Pero ?por que esa boda en particular? ?Por que esa noche?

– ?Por que no me das tu la respuesta? -dijo Denna frotandose la frente-. No esperes que de repente lo entienda todo, como si fueras mi maestro.

Volvi a ruborizarme.

– Lo siento.

– No tienes que disculparte. En circunstancias normales, me encantaria mantener una conversacion ingeniosa contigo, pero ha sido un dia muy largo y me duele la cabeza. Ve derecho al grano.

– Tiene que ser por eso que encontro Mauthen cuando excavaba en el viejo poblado fortificado en busca de piedras -explique-. Desenterro algo de las ruinas y estuvo alardeando de ello durante meses. Los Chandrian se enteraron y fueron a robarselo. -Termine con un pequeno floreo.

Denna arrugo la frente.

– Eso no tiene logica. Si lo unico que querian era ese objeto, habrian podido esperar hasta despues de la boda y matar solo a los recien casados. Habria resultado mas facil.

Su comentario me desinflo un poco.

– Tienes razon.

– Tendria mucha mas logica si lo que quisieran en realidad fuera borrar toda noticia de ese objeto. Como el viejo rey Celon, que penso que su regente lo iba a acusar de traicion. Mato a toda la familia del tipo y quemo su residencia para que no se extendiera la noticia y para que nadie encontrara ninguna prueba.

Denna senalo hacia el sur.

– Como todos los que conocian el secreto estarian en la boda, los Chandrian podian presentarse, matar a todos los que sabian algo y destruir o llevarse esa cosa. -Hizo un barrido con la mano-. ?Limpio!

Me quede atonito. No tanto por lo que Denna acababa de decir (que, por supuesto, era una explicacion mucho mejor que la mia), sino porque de pronto recorde lo que le habia pasado a mi troupe. «Se de unos padres que han estado cantando unas canciones que no hay que cantar.» Pero no habian matado solo a mis padres. Habian matado a todos los que habian estado lo bastante cerca para oir aunque solo fuera una parte de esa cancion.

Denna se envolvio con mi manta y se acurruco de espaldas al fuego.

– Te dejo que reflexiones sobre mi gran inteligencia mientras duermo. Despiertame si necesitas que resuelva algun otro enigma.

Me mantuve despierto gracias, sobre todo, a la fuerza de voluntad. Habia sido un dia largo y agotador; habia recorrido casi cien kilometros a caballo y diez mas a pie. Pero Denna estaba herida y necesitaba dormir mas que yo. Ademas, queria vigilar por si veia mas senales de aquella luz azulada que habiamos visto hacia el norte.

No vi nada. Alimente el fuego y me pregunte vagamente si Wil y Sim, en la Universidad, estarian preocupados por mi repentina desaparicion. ?Y Arwyl, Elxa Dal y Kilvin? ?Estarian preguntandose que me habia pasado? Debi dejar una nota…

No tenia forma de saber que hora era, porque las nubes seguian ocultando las estrellas. Pero habia alimentado el fuego al menos seis o siete veces cuando vi que Denna se ponia en tension y despertaba subitamente. No se incorporo de golpe, pero dejo de respirar y vi que miraba alrededor como asustada, como si no supiera donde se encontraba.

– Lo siento -dije, basicamente para ofrecerle algo conocido en lo que concentrarse-. ?Te he despertado?

Se relajo y se incorporo.

– No, no… Que va. Ya he dormido suficiente, por ahora. ?Quieres que te releve? -Se froto los ojos y me miro por encima del fuego-. Que pregunta tan tonta. Estas hecho un desastre. -Empezo a quitarse la manta-. Toma…

La rechace con un ademan.

– Quedatela. A mi me basta con la capa. -Me puse la capucha y me tumbe en la hierba.

– Que galante -bromeo Denna cinendose la manta.

Apoye la cabeza en un brazo y me quede dormido mientras pensaba una respuesta ingeniosa.

Desperte de un borroso sueno en que avanzaba por una calle atestada de gente, y vi el rostro de Denna por encima de mi, sonrosado y con sombras muy marcadas por efecto de la luz del fuego. Fue un despertar muy agradable.

Iba a hacer algun comentario al respecto cuando Denna me puso un dedo sobre los labios; ese gesto me dejo completamente descolocado.

– Silencio-dijo en voz baja-. Escucha.

Me incorpore.

– ?Lo oyes? -me pregunto al cabo de un momento.

Ladee la cabeza.

– Solo oigo el viento…

Denna nego con la cabeza y me hizo callar con un ademan.

– ?Ahora!

Lo oi. Al principio pense que eran unas rocas que se desprendian de la ladera; pero no: el ruido no se fue apagando a lo lejos, como habria tenido que ser. Parecia, mas bien, como si arrastraran algo colina arriba.

Me levante y mire alrededor. Mientras dormia, el cielo se habia despejado, y la luna iluminaba el paisaje banandolo en una palida luz plateada. Nuestra hoguera estaba rebosante de relucientes brasas.

Entonces, no muy lejos, en la ladera, oi… Si os dijera que oi romperse una rama, no me estaria explicando bien. Cuando una persona que camina por el bosque rompe una rama, esta produce un breve y fuerte crujido. Eso se debe a que cualquier rama que alguien pueda romper sin proponerselo es pequena y se parte deprisa.

Lo que oi no fue una ramita al partirse. Fue un largo crujido. El ruido que hace una rama del grosor de una pierna cuando la arrancan de un arbol: crrrac-crrrac-crrrac.

Me volvi hacia Denna, y entonces oi el otro ruido. ?Como podria describirlo?

Cuando era pequeno, mi madre me llevo a ver una coleccion de animales salvajes que habia en Senarin. Era la unica vez que habia visto un leon, y la unica vez que lo habia oido rugir. Los otros ninos que habian ido a verlo estaban asustados, pero yo reia, encantado. Era un ruido tan grave y tan sordo que retumbaba en mi pecho. Me encanto la sensacion, y todavia la recuerdo.

El ruido que oi en la colina, cerca de Trebon, no era el rugido de un leon, pero tambien retumbo en mi pecho. Era un grunido, mas profundo que el rugido de un leon. Se parecia mas al estruendo de un trueno lejano.

Se rompio otra rama, casi en la cima de la colina. Mire hacia alli y vi una gran figura, debilmente delineada por la luz del fuego. Note que el suelo se estremecia ligeramente bajo mis pies. Denna se volvio hacia mi con los ojos muy abiertos, presa del panico.

La agarre por un brazo y corri hacia la otra ladera de la colina. Al principio Denna me siguio, pero cuando vio a donde me dirigia, se paro en seco.

– No seas estupido -me susurro-. Si bajamos por ahi a oscuras nos romperemos el cuello. -Miro en torno a si, frenetica, y se fijo en los itinolitos-. Subeme alli y luego yo te ayudare a encaramarte a ti.

Entrelace los dedos para formar un estribo. Denna metio un pie, y yo la impulse con tanta fuerza que casi la

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